Es
conveniente realizar algunos ejercicios previos a la aplicación del sistema,
como son los de equilibrio. Se recomiendan varias pruebas al respecto.
Poniéndose de pie, poner la cabeza hacia atrás y levantar los dos brazos y
manos hacia adelante, durante unos 20 segundos. Con esto, se dará cuenta si
pierde el equilibrio. También parado con una sola pierna levantando ambos
brazos y las manos hacia delante durante unos 30 segundos; descansando y
alternar con la otra pierna el mismo ejercicio.
Realizar
estos mismos ejercicios, pero con los ojos cerrados. Si logra realizarlos sin
perder el equilibrio, estará en posibilidades de iniciar su recorrido leyendo y
escribiendo. En caso contrario, lo recomendable es ejecutar caminatas diarias
sin realizar otras actividades al mismo tiempo, no leyendo, ni escribiendo, ni
dibujando. Una semana será suficiente para mejorar su equilibrio. Después de
este período, deberán realizarse nuevamente los mismos ejercicios y observar
nuevamente nuestro equilibrio físico.
Si aún así no logra guardar el equilibrio, puede utilizar cualquier tipo de carrito por delante de usted, empujándolo mientras camina y colocando el libro elegido o el block de notas, sobre el carrito.
Para practicar con el pequeño carro, asegúrese que el camino seleccionado sea adecuado para su circulación y seguridad.
Cada libro que se elija es una buena motivación para caminar. Lo apasionante de este sistema es que, aparte que le está procurando una salud física, también existe la motivación por los temas que se elijan leer o bien, los textos que broten de su imaginación e individual poder creativo. Así que, la distancia y el tiempo que les destine no tienen límite, más que el que usted se imponga. No existen restricciones para ello, más que su propia resistencia física y mental.
1000. VIBRACIÓN MECANICISTA
Cotidianamente, cuando salgo a caminar, veo personas que se ejercitan también con la caminata, levantando las manos, formando círculos con los brazos, practicando respiraciones profundas, girando la cabeza, dando zancadas más largas, elevando los muslos, y muchas otras formas que desde luego generan la ejercitación de otros músculos del cuerpo; obviamente, nuestro sistema no se opone a esta incorporación de ejercicios, que los podemos realizar -previa consulta con un manual especializado- cuando hayamos dejado de leer y de escribir; pero lo que quiero señalar es que invariablemente estas personas le dedican menor tiempo que yo a sus caminatas, lo que me permite asegurarles que estas personas caminan alrededor de 30-40 por ciento del tiempo que yo le destino, y por ello me pregunto ¿será porque se cansan? ¿se aburren? Alguien respondería que es porque no tienen el tiempo que yo dispongo. No lo sé, pero lo que sí puedo asegurar es que yo nunca me fastidio en estas prácticas. La propia combinación de poder leer, escribir, dibujar y caminar, me genera un estado de entusiasmo que me mantiene con un elevado interés dando vueltas al parque, y desde luego, produciendo. Cuando me canso de leer, me pongo a escribir; cuando me canso de escribir o se me acaba la inspiración, me pongo a leer; y cuando me canso de leer y escribir, dibujo o continúo caminando y me pongo a contemplar el paisaje, observo a las aves volar o las escucho trinar; me pongo a meditar o a repasar las ideas que acabo de leer o escribir, pienso en lo que escribiré posteriormente, o bien, simplemente pongo mi mente en blanco. Pero nunca me aburro.
La generalidad de las veces tengo que suspender las tres actividades para continuar con otras más ordinarias, porque me doy cuenta que ya me excedí en el tiempo.
A medida que yo vaya describiendo, al paso de los días, los diferentes tópicos que considero deben señalarse y explicarse para comprender mejor este sistema integral, y que lo pueda aplicar cualquier persona que esté interesada en ello, me permitiré exponer en los campos de la lectura, la escritura y el dibujo, mis propias experiencias que he tenido a lo largo de los años con este método, así como también las experiencias nuevas que he venido teniendo desde que inicié el Blog de comunicación.
En la actividad de la lectura habré de ofrecerles algunos comentarios globales y otros específicos sobre aquellos autores que me han resultado magníficos, así como de esos libros, también extraordinarios, que me han acompañado eventualmente en mis caminatas.
Sobre el campo de la escritura habré de señalar algunos
textos que considere relevantes en los artículos que vaya escribiendo dentro
del Blog, así como algunos poemas que han surgido durante esas caminatas.
Por último, expondré algunos dibujos, imágenes y bocetos que me han servido posteriormente para convertirlos en pinturas o esculturas, obras que también mostraré.
Gran parte de estas obras, tanto las plásticas, como las literarias
y de poesía, han surgido durante esas caminatas. Pero no se asusten, sobre lo
literario y la poesía, solo transcribiré fragmentos; sin embargo, si alguien
quisiera tener mayor información o algún dato extra sobre cierta obra, con
mucho gusto se la comunicaré inmediatamente.
La mecánica motivacional que he utilizado para llevar a la práctica estas actividades, es utilizar a cualquiera de ellas como alentadora de las otras; es decir, comenzar el ejercicio pensando que al menos caminaré 1000 metros y que deberé aprovecharlos para leer dos páginas, y pensar que si puedo leer hasta diez de ellas, mejor. Esto me impulsará a caminar un poco más. Nunca me ha fallado esta práctica, pues la lectura -que en lo personal, es lo que más me motiva- invariablemente es la actividad que me impulsa a la caminata. Pero para otra persona podría ser a la inversa, o la escritura la motivadora. Me abstraigo tanto en la lectura que no siento correr el tiempo y cuando tomo conciencia, me doy cuenta que ya he recorrido mucho más de 1 milla y leído más de las dos páginas que me propuse. Con la escritura me sucede lo mismo, aunque es menos propulsora (para mí). Al final de cuentas, las cuatro actividades se interactúan entre sí y las puede uno intra-estimular. (Ver Post DESARROLLO ARMÓNICO).
Esto puede ser una suerte de compromiso para aquellas personas que estén convencidas de la necesidad de cualquiera de las cuatro actividades y no dispongan de la suficiente motivación o entusiasmo.
Muchas veces sucede que estando caminando con gusto, nos decimos: “si ya estoy caminando, voy a aprovecharlo para leer algunas páginas”. Esta automotivación de aprovechar el tiempo de la caminata y a la vez poder leer o escribir, generalmente funciona y momentos después de hacerlo nos encontramos desarrollando esas actividades de manera entusiasta y ni siquiera nos percatamos que hubiera transcurrido un largo tiempo y con varias páginas de lectura o escritura. Esto sucede también a la inversa: la lectura -o escritura o el dibujo- es a veces la actividad que promueve y anima la caminata. (Ver Post ¿CÓMO CAMINAR CON ENTUSIASMO?)
Debemos
utilizar cualquier motivación que nos impulse a dar el primer paso, o a leer la
primera palabra, el resto viene por sí solo.
Mucho se ha escrito sobre diversas técnicas que nos ayudan a alimentar al cerebro, y todas ellas funcionan; sin embargo, considero que una de las más efectivas y que contiene más atributos y excelencia, es la lectura. Lo sorprendente, y que yo he experimentado personalmente, es que aquellos documentos que he considerado que no me darían nada –un prejuicio manifiesto-, también tuvieron información importante para lo que había estado realizando en ese momento; como si algo o alguien me estuviera dirigiendo hacia ese documento –o texto- que prejuiciosamente no lo había considerado que tuviera algo importante e interesante para mí. Esta observación de re-considerar lecturas, por etiquetarlas como “no aceptables” me remite a Carl Gustav Jung en sus estudios sobre el fenómeno de la sincronicidad, del cual he sido un acérrimo estudioso. Mi consciencia y mi raciocinio me dicen constantemente que no debo perder mi tiempo en la lectura de ese libro “cualquiera”, pero por experiencia propia sé que mi inconsciente me ha colocado en esa posición de “sí leerlo” y siempre le hago caso, e invariablemente encuentro una o varias respuestas a lo que estoy buscando, a los asuntos y tópicos que estoy investigando y analizando. Es tal mi creencia que tengo sobre la existencia de ese fenómeno de la Sincronicidad junguiana que me motivó, años atrás, a escribir un par de libros sobre ese tema: La Sincronicidad. Un fenómeno predecible, 2007 (*); y La sincronicidad en los Antiguos Mayas, 2009 (**). Así es que, no tengo la menor duda, que la lectura es un medio que nos permite ponernos en contacto con las sincronicidades, y éstas nos conduce a encontrar respuestas, que nuestro inconsciente –seguramente- está ciertamente cansado de intentar comunicar a nuestra consciencia de otros diversos modos, y ésta no se ha percatado de ellas –de las respuestas- durante mucho tiempo, ya sea porque está incapacitado para escucharlo, o bien, rehusa a hacerlo.
Debemos dejar llevarnos por lo que nos aconseje nuestra
interioridad y no el raciocinio. Si “decides” leer un libro es quizás que tu
inconsciente te está invitando a hacerlo. Y si “decides” volver a leer algún
otro que ya habías leído, seguramente encontrarás nuevas respuestas; éstas
podrían ser más importantes que aquellas ideas que encontraste en su anterior
lectura.
Debemos considerar los siguientes aspectos cuando hayamos decidido corresponder a los mensajes del inconsciente, ya sea por el fenómeno de la sincronicidad u otros mecanismos y lenguajes simbólicos:
1º. Tenemos que introyectar en nosotros que verdaderamente
ese tipo de acciones provienen y son generadas por nuestro inconsciente. No
podremos escucharlo si no creemos en su existencia.
2º. La Sincronicidad es un fenómeno predecible y además se
puede inducir, por lo que podemos provocar su generación y su incidencia en
manifestaciones externas.
3º. Cada manifestación sincronística del inconsciente
debemos identificarla, develarla y racionalizarla.
4º. Para comprender estos mensajes del inconsciente, cada
manifestación de sincronicidad, debemos analizarla e interpretarla.
Lo más importante y auténtico de nuestro ser interior lo podemos conocer y comprender a través de los diferentes medios (lenguajes) simbólicos que utiliza el inconsciente individual (y el colectivo) y la Sincronicidad es uno de ellos. Para conocer su predictibilidad y las distintas formas mediante las cuales se induce al inconsciente para que se manifieste a través del fenómeno de Sincronicidad, podemos recurrir a mi libro Sincronicidad, fenómeno predecible, o bien, con mucho gusto responderé directa y personalmente a aquellas personas que lo soliciten.
En un futuro inmediato, voy a elaborar una sinopsis que nos permita actuar en este sentido y se la presentaré a ustedes en alguno de los siguientes posts.