HOMO-ITER: HOMBRE CAMINANTE. PARTE I

PARTE I

Con este post le estamos dando la despedida al segundo año del Blog y la bienvenida a su tercer año.

El hombre del futuro quizás será el HOMO-ITER, el hombre caminante, el hombre que hace camino en la búsqueda de su sentido de la vida, pero lo realizará caminando.

Tratemos de conceptualizar y comprender qué es el HOMO-ITER.

HOMO ITER es el ser humano que se desplaza, durante la mayor parte de su vida, utilizando sus propios medios corporales, fundamentalmente sus extremidades inferiores o sean sus piernas y pies; sin embargo, éstas utilizan, para su traslación y movimiento, y mantenerse en equilibrio y armonía, otras partes del cuerpo y los sentidos externos.

Vale hacer la observación de que el homo iter utiliza lo menos posible la rueda para trasladarse, ni ningún tipo de carro o carruaje tirado por animales; el uso que hace de ellos es limitado o muy poco.

Este enfoque es muy probable que nos permita avizorar –en un futuro próximo- la creación voluntaria y funcional, de individuos con 2 o más funciones en una misma: el caminante-lector, el caminante-escritor o el caminante-dibujante, y aún más, el caminante-lector-escritor.

El HOMO-ITER recibe los mismos efectos en su organismo pero tiene distintas causas funcionales que el hombre primitivo. No es un regreso irreflexivo a los orígenes, sino que se realiza voluntariamente y también de manera instintiva en cuanto a varias actividades que el HOMO-ERECTUS solía realizar en esas épocas primitivas. Así pues, es un regreso perfeccionado, sano e integral.

No es completamente retornar (regresar) al pasado, pues el hombre moderno no camina para cazar, no para recoger frutos, no para pastorear, no para cortar raíces; camina para ejercitar todos sus músculos (casi el 100% de ellos) y su estructura ósea. Los resultados (efectos físicos y mentales) que obtiene por caminar son exactamente los mismos desde las épocas arcaicas: ejercitación, circulación de la sangre, oxigenación de todo el cuerpo y el cerebro, impacto positivo funcional en todos los órganos y sistemas corporales y fisiológicos.

¿Cuáles son las peculiaridades (características físicas y funcionales) del HOMO-ERECTUS y el HOMO SAPIENS en relación al HOMO-ITER?

Para esta confrontación de esclarecimiento, debemos tomar muy en cuenta el momento proto-histórico de cuándo el “ser humano” empezó a caminar, el homo erectus, sobre sus 2 extremidades inferiores (tiempos que el hombre ha caminado sobre la tierra); y quizás ese momento coincida con el erguirse, pero eso no se ha podido verificar, porque se pudo erguir -sino es que siempre el ser humano, el “hombre moderno” estuvo erguido- y seguir caminando en “cuatro patas” por muchos milenios. Pudo haberse erguido y seguir trasladándose con sus 4 extremidades.

Echemos un vistazo sobre algunos homínidos, hermanos o primos del homo.

El hombre y los antropoides, aquellos seres que tienen forma humana, tuvieron en sus orígenes, un tronco familiar común.

Surgen demasiadas preguntas sobre el tema ¿Hace cuánto tiempo los homínidos empezaron a caminar? ¿Homínido es el ser humano actual? ¿Cuál o cuáles son las formas pre-homínidas? ¿Qué son los homínidos, los simios, los homo sapiens, los homo erectus, etc.? y muchísimos cuestionamientos más.

Existieron varios homínidos conviviendo con el Homo Sapiens, en un período amplio de varios millones de años, pero únicamente 2 pudieron sobrevivir: éste y el Neandertal. El hombre de Neandertal no tiene todas las características de hombre moderno y el hombre de Cro-magnon pudo haber sido una cruza entre el Neandertal y el Homo Sapiens –estos 2 fueron contemporáneos-, una posible hibridación, pero no se puede aseverar de modo contundente.

El Pitecantropus Erectus es el homínido más antiguo que se ha descubierto, que presenta ciertos rasgos antropoides, y que su postura era erecta, pero dista algunas características del humano. Podríamos especular que con la aparición de este antropoide se inicia la actividad de caminar en los homínidos, hace muchos millones de años, en el pleistoceno, calificado como un tipo morfológico temprano del hombre. No hay lugar a dudas que esa posición erguida la logró mucho antes que su cerebro se desarrollara más.

Debemos comentar que conocer claramente dónde y cuándo inicia la aparición del homo sapiens, -del hombre moderno: hombre con el físico igual al actual-, es muy difícil y su estudio ha sido muy escabroso; sin embrago, podemos considerar que el homo sapiens se origina e inicia cuando ese ser logra una posición erguida y empieza a caminar sobre sus 2 extremidades inferiores.

No hay duda que el ser humano como tal pertenece a una rama de los primates que se diferenció hace varios millones de años –en el período geológico mioceno de la era terciaria, hace 26 millones de años- de los monos y antropoides. Sus rasgos principales es el tamaño de la zona del cerebro prefrontal y su posición erguida que lo puso a caminar en sus extremidades inferiores (posición erguida y que se desplaza caminando sobre sus 2 pies de modo erecto), además que en sus extremidades superiores su dedo pulgar está opuesto al resto de sus dedos.

Existe la teoría de que el australopiteco de Africa del Sur es el que precedió al hombre moderno –que tiene el mismo físico que el actual- ya que alcanzó una posición erguida, caminaba sobre sus dos pies, aunque su tamaño no rebasaba el 1.50 metros de altura. Darwin expresaba al respecto de nuestros ancestros primitivos progenitores: “probablemente se encontraron en Africa”. Sin embargo, también existen opiniones de que “este no pudo ser el predecesor directo del hombre”. Así, el homo sapiens pudo haber sido un tipo de homínido que se desarrolló con mayor seguridad en Africa.

Todas esas líneas generatrices que se han mencionado a lo largo de decenios de investigación científica para develar el origen y la formación del “hombre actual” no han sido contundentes desde el punto de vista estrictamente evolutivo, para poder concluir que alguno de estos especímenes homínidos sea uno de los primeros tipos que precedió directamente al homo sapiens. Como hemos mencionado, detectar a esos primeros hombres ha sido muy escabroso y complicado.

Hay que diferenciar entre progenitor directo y antecedente primitivo; este último tiene 2 de las 3 características importantes del entonces homo sapiens, aunque no haya desarrollado el cerebro, pero deberá entenderse que este marca el fechamiento de la posición erguida, que lo puso a caminar en sus extremidades inferiores, de algunos tipos homínidos contemporáneos, incluyendo al homo sapiens.

Todos ellos, absolutamente, todos ellos en algún momento caminaron sobre sus extremidades inferiores, al igual que el ser humano, tal como lo conocemos en el presente.

El tiempo que el homínido erecto ha caminado sobre la faz de la tierra en comparación con el tiempo que el hombre moderno ha estado utilizando animales para transportarnos y carromatos tirados por cuadrúpedos, es muy, pero muy grande. Para poder apreciar la magnitud de este período, podríamos hacer el símil de que esa duración que hemos caminado corresponde a 20 centímetros y el lapso en el cual nos hemos apoyado en otras formas de carga y transporte corresponde a 1 milímetro. Si comparamos el número de días de una vida de 80 años, la analogía nos estaría diciendo que el tiempo que le destinaríamos a caminar sería de 29,054 días, mientras que no caminaríamos 146 días. Para asimilar claramente esta desproporción, invirtamos los períodos y observaremos que el no caminar durante los 29,054 días nos acarrearía un grave problema de salud, lisiando nuestro organismo.

Toda nuestra existencia como especie la hemos transcurrido caminando, no dejemos de hacerlo. Nuestros organismos están completamente acostumbrados a caminar, el modificar esta costumbre nos llevará a alterar la salud y el comportamiento y el buen funcionamiento de nuestros cuerpos.

¿Qué fue lo que nos impulsó a caminar? ¿Cómo se generó ese proceso? Debemos cuestionarnos sobre si todos estos seres resultaron holobiontes que tuviera relación directa –o no- con su decisión de caminar sobre sus 2 extremidades inferiores. Es decir, ¿Su necesidad vital de erguirse, en su caso, y de caminar se desarrolló en un mismo ambiente vital? ¿O por el contrario, se procuró por algún estímulo externo a su círculo vital (cambios climáticos brutales), y lo puso a caminar sobre sus dos extremidades inferiores? (Post Futuro CRÓNICA DE UNA DESAPARICIÓN ANUNCIADA EN EL PLEISTOCENO)

Posibilidad que abre la especulación de que alguno de los especímenes que se han encontrado pudo verse en la necesidad de erguirse para poder trasladarse con presteza y dinamismo para responder con mayor eficacia y éxito a las demandas de su ambiente exterior, y ello lo colocó en sus 2 pies y en una definitiva ventaja sobre otros homínidos. Quizás ello le generó otros avances en su desarrollo de otros órganos y sobre todo en el crecimiento y perfeccionamiento del cerebro. Espécimen que se transformó en el actual homo sapiens moderno.

Quizás no sea exagerado decir que el caminar erguido en 2 piernas le otorgó a esos seres una mayor capacidad y facultad cerebral pues liberó sus 2 extremidades superiores con extraordinaria destreza y habilidad de hacer, y esto les generó el pensar y el razonamiento, incrementando sus facultades intelectuales y creativas, lo que a su vez provocó un mayor número de imágenes e ideas, generando y perfeccionando el habla y esto una mejoría en el pensar hasta conformar al ser HOMO SAPIENS SAPIENS.

La demostración científica de este proceso evolutivo le corresponde a las generaciones venideras, sobre todo en los 2 primeros bloques, porque en los siguientes bloques nadie duda que así se suscitaron. El presentar nuestra tesis evolutiva es suficiente para tomar ciertas acciones que no tendrán ninguna repercusión negativa en cuanto a los beneficios que el sistema WALK-RWD genera en nuestro organismo, tanto físico como mental y espiritual.

Sin embargo, sí debo ser más enfático sobre esos 2 primeros bloques de desarrollo: Si aquel ser primitivo fue impulsado –hace millones de años- en su desarrollo y capacidades, físicas y mentales- por desplazarse únicamente sobre sus 2 extremidades inferiores, caminando erecto, y liberando a sus otras 2 extremidades superiores, es muy probable que nuestra teoría sistémica de leer-escribir-dibujar mientras CAMINAMOS pueda nuevamente tener un impacto en el ser humano del futuro que lo proyecte de una mejor manera hacia el porvenir menos incierto y más saludable en todos los órdenes.

Sólo poniendo en práctica el sistema WALK-RWD nos podrá dar respuesta a nuestra tesis.

Ahora bien, ¿Qué pasa en el momento actual? ¿Qué acciones debemos llevar a cabo? Indudablemente que el incorporar a la caminata como parte esencial de la vida, en nuestra cotidianidad circundante y circunstante, observaremos ciertos cambios (variaciones, transformaciones, innovaciones, metamorfosis, evoluciones, renovaciones) en algunos aspectos de ella, en lo físico, en lo mental, en lo emocional, en lo económico, en lo social, en lo familiar, en lo laboral, en fin, en alguna forma que nos hará comportarnos de modo diferente y observar nuestra existencia con otra perspectiva vital.

Cómo podríamos demostrar, desde los puntos de vista cultural, de salud y ecológico, que el regreso a caminar es una evolución, UN REGRESO EVOLUTIVO. (o UN REGRESO PARA EVOLUCIONAR). Desde luego que es difícil demostrar que transportarnos a pie es una expresión cultural de mejoramiento, de progreso, pues el caminar es más cansado, es más tardado, es más difícil, es incómodo, no podemos cargar muchas ni variadas cosas, ni grandes volúmenes, y así por el estilo. Sin embargo, es indudable (indudable, fehaciente) –ya se ha demostrado- que algunas de las enfermedades que nos están afectando en el momento presente, sean debido a que hemos sustituido el trasladarnos a pie por “la rueda” y “las alas”. El carro –en todas sus formas y categorías- como medio de transporte ha evitado el caminar al ser humano. Los mayas fueron un ejemplo del “no uso de la rueda” (Post LOS ANTIGUOS MAYAS Y SUS CAMINOS BLANCOS, y Post Futuro EL CAMINAR EN LOS ANTIGUOS MAYAS. PARTE II).

PREMISA MAYOR: El hombre primitivo tuvo que desplazarse erguido, caminando erecto, y se auto-generó una gran evolución y capacidad mental.

PREMISA MENOR: El hombre moderno ha dejado de caminar con repercusiones negativas en su salud y su actitud humanitaria.

CONCLUSIÓN: El hombre actual tendrá que modificar su sedentarismo, incrementando su caminar, para poder lograr una nueva (r)evolución, en cuerpo, mente y espíritu, para evitar su auto-destrucción.

Post PARTE II. HOMO-ITER: HOMBRE CAMINANTE.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.