Como he mencionado, estas experiencias personales a través
de mis caminatas, me han permitido incursionar en tan distintos temas mediante
la lectura, así como escribir sobre aquellos temas que siempre tuve inclinación
de hacerlo.
Fue tan agradable y eficaz llevarlo a la práctica, que decidí en 2009 publicar un pequeño manual donde pudiera verter todas mis experiencias que había tenido hasta ese momento. Sí es importante señalar que desde esa época he venido reafirmando todo lo que expuse en ese manual con algunas novedades más que el sistema genera.
El método en sí mismo, jamás te permitirá pensar o sentir
que lo que estás realizando durante su proceso
es una preparación para alguna otra actividad
que no tiene relación con su estructura funcional, sino que te genera un estado
tal, que te ubica en el “aquí y ahora”, y en ninguna otra acción o lugar.
Todo su desarrollo tiene efectos directos sobre una
transformación de nuestros pensamientos y sensaciones que dan lugar a la plena
abstracción sobre las actividades de caminar y sobre todo en la lectura del
libro que hayas escogido, o bien sobre el tema que estés desarrollando; una
concentración plena en esa actividad que hayas seleccionado para llevar a cabo
durante tu caminata.
Una de las formas más efectivas de ubicarnos en el “aquí y ahora” es tomando muy en serio la administración de nuestro tiempo. Por lo general el tiempo lo programamos de acuerdo a nuestras necesidades y si no las realizamos oportunamente nos puede generar un estado de ansiedad difícil de corregir. Únicamente tenemos que tomar la decisión de dar inicio a nuestra caminata con el libro seleccionado, bajo el brazo. El sistema nos conducirá enfrentándose por sí mismo al “insobornable señor tiempo” y en un breve plazo el lugar adecuado será ese en donde estamos realizando nuestra caminata, y el momento correcto será ese mismo en el que estamos dando lectura al libro escogido.
OBRA # 386. EL INSOBORNABLE SEÑOR TIEMPO
Esa parte filosófica –que para muchos es inalcanzable- se
logra aplicando el método: éste nos conduce invariablemente y sin ningún
problema a sentirnos en el momento y el lugar correctos, realizando la
actividad apropiada, de un modo natural; transmitiéndonos que lo único real,
dentro de ese patrón del “aquí y ahora”, es lo estamos desarrollando.
Dentro de las actividades que realizamos cotidianamente, relacionadas con el trabajo dentro de la empresa a la que prestamos nuestros servicios, están la de leer y escribir. Sin excepción, todas esas actividades las podemos incorporar en nuestras caminatas. Si esas actividades son de lectura, pueden referirse a libros, manuales, revistas, periódicos, memorándums, oficios, cartas, reglamentos, leyes, minutas y correspondencia en general, hasta los e-mails se pueden incluir, pues podemos hacer una impresión de todos ellos, o introducirlos en cualquier dispositivo móvil (para poder leerlos durante tus caminatas).
Si esas actividades son de escritura, podemos realizarlas en
todos los modos y sentidos.
Ya verán que al incluir nuestras obligaciones laborales a esta práctica asociada a la caminata, se nos transformarán en actividades más gratas, nuestra productividad y rendimiento se incrementarán considerablemente y la calidad se habrá mejorado.
Realicen la siguiente experiencia: Tomen ese manual, ese
reglamento o cualquier documento que le haya pedido revisar su jefe y que lo
han relegado por tedioso, mal escrito, por ser un tema desagradable o
simplemente porque no han podido pasar de la primera página.
Pónganse a caminar con el documento bajo el brazo; inicien su lectura; piensen que al menos habrán caminado un poco y le habrán dado a su propio cuerpo un apapacho (mimos), sigan así durante 5 minutos y verán que continuarán caminando y leyendo ese despreciado documento. El método implícito en el sistema WALK-RWD, nunca falla.
Es muy común, cuando estamos llevando a cabo el método, que
nos cuestionemos sobre ¿cuánto tiempo llevo caminando? Y siempre sucede que
sentimos que ha transcurrido menor tiempo del que verdaderamente pasó. El
tiempo trascurre a una velocidad mayor de lo que creemos al estar inmerso en
nuestra caminata, pues es similar a lo que sucede en la práctica del Zen. Por
lo general, el reloj nos distrae, pero abstraídos en nuestras actividades
articuladas a la caminata, ni siquiera lo sentimos transcurrir; y si ponemos la
alarma, la oímos con nuestros oídos pero no la hacemos consciente; seguimos embelesados
(abstraídos) en nuestras actividades mientras caminamos.
Sobre la meditación he escuchado la recomendación de que es
preferible realizarla por la mañana, apenas se asome el sol; por mi propia
experiencia, puedo afirmar que en cualquier momento del día, nuestro método
alcanza los niveles mentales y sensoriales óptimos de la meditación, en
cualquiera de sus formas aprobadas, pues las ansiedades y preocupaciones que tenemos,
se esfuman inmediatamente de nuestras mentes, dando lugar a un estado de
éxtasis tal, que nos sentimos suspendidos en el tiempo y en el espacio.
Una recomendación más que los expertos en meditación
aconsejan es no practicarla inmediatamente después de las comidas, para que el
cuerpo pueda digerir correctamente los alimentos, sugiriendo un descanso de 1 a
1 ½ horas. Por el contrario, el método de leer, escribir o dibujar mientras
caminamos recomienda, para el logro de diversos objetivos, precisamente el
caminar después de comer; logros que se cuantifican puntualmente en cada una de
esas caminatas después de tomar los alimentos.
El estado físico y mental que genera el sistema es semejante al “bucear” dentro de un libro: los ruidos se apagan, nuestro cuerpo se suspende, el tiempo se detiene, las luces bajan de intensidad; el éxtasis total.
El sistema te introduce en ese éxtasis, sin darte cuenta.
¿Existirá algún tipo de empresa o corporación, productora de
bienes o servicios, que no tenga nada que ver con la lectura ni con la
escritura?
Desde luego que sí habrá aquellas empresas en las que estas dos actividades se realicen en un grado mínimo, pero habrá otras que las lleven a cabo como actividades preponderantes.
Estas últimas podrían considerar llevar a la práctica un proyecto piloto para que algunos empleados, de distintas categorías y de diferente área laboral, practiquen el sistema WALK RWD, ya sea en las propias oficinas, si es que cuentan con las instalaciones adecuadas, o bien, en los lugares que les convengan a los propios empleados, en parques aledaños o en algún otro tipo de instalaciones cercanas a sus áreas de trabajo. Los resultados los podrán observar inmediatamente y no tendrían que erogar ninguna cantidad de dinero extra a sus programas de gastos y de inversiones, pues el sistema WALK RWD es prácticamente gratis.
Aplicando este sistema, la productividad, la eficiencia y la calidad en la empresa respectiva, sin lugar a dudas, aumentarán de inmediato y en forma significativa, además, que los propios trabajadores recibirán un buen estímulo físico y mental y por sentirse mejor por su desempeño laboral.