EL CAMINAR Y EL CAPSICUM (EL CHILE)

El ingerir chile cuando se camina podría oírse fuera de contexto de lo que buscamos al utilizar el sistema WALK-RWD, sin embargo, voy a explicar esto en función de unos grabados que se encontraron hace algunos decenios en las ruinas de Cacaxtla, Estado de Tlaxcala, México, y de ciertas imágenes diseñadas en códices (en náhuatl amoxtli o analte) de las culturas precolombinas del Nuevo Mundo. Imágenes que he modificado utilizando a mi personaje llamado Quale, con el único propósito de intentar, en lo posible, usar ilustraciones propias.

Todos ellos tienen representaciones de seres humanos, que de alguna manera se les observa relacionándose con el chili (náhuatl). Se pueden observar diversas actividades representadas tales como la vendimia (en mercados), el intercambio comercial, el transporte, su almacenaje y conservado en sacos especiales, así como también persona caminando, corriendo o haciendo algún ejercicio físico, que al mismísimo tiempo se les percibe que están comiendo chile. El chili es un fruto oriundo de esta parte del mundo que a principios del siglo XVI, después del descubrimiento de estas tierras, se le puso el nombre de Capsicum, aunque los primeros europeos que lo probaron supusieron que era una variante de la pimienta.

El tlacuilo (en náhuatl, escribano o pintor) era el dibujante encargado de representar y explicar mediante imágenes y jeroglíficos este tipo de actividades, en los diferentes medios que se utilizaron en esas naciones precolombinas, como eran los códices, murales, estelas, etc.

Capsicum es el nombre en latín que así fue designado en el siglo XVI por especialistas europeos en botánica atendiendo seguramente a su forma y a su contenido picoso en sus nervaduras: del latín capsa, capsae: caja, cápsula, recipiente, envoltura, encapsular; de ahí se derivó el nombre de la substancia Capsicina (o Capsaicina) que es la que contiene lo irritante de este fruto y que se localiza fundamentalmente en sus nervaduras: del latín ina: función, peculiaridad, característica, generar. Esta substancia picosa que contienen los chiles se encuentra localizada en los filamentos o glándulas, y también en las semillas en menor cantidad. En estas venas o nervaduras (o placenta) se localiza la capsicina. Ver mi libro Capsicupea. Los adobos mexicanos, en el que presento las 27 variedades de chile que se producen en México y 440 recetas culinarias que se elaboran con este fruto capsicum. Sobre el particular debo explicar que Las 4 centenas de platillos de ADOBOS que presento en el libro todas están realizadas con CHILES SECOS, no con chiles verdes.

Los pimientos -rojo, verde, amarillo y naranja-, así llamados, no contienen ninguna dosis de Capsicina, por lo que resultan dulces al paladar. La determinación de este nombre “pimiento” resulta por la confusión que se dio en la época del descubrimiento del Nuevo Mundo, con la pimienta pensando que era una variedad de ésta, y todavía en algunos idiomas se conservan aún ciertos nombres con la raíz pimienta: peperone (italiano), piment (francés), pepper (inglés), pimentao (portugués), allspice (inglés), pimiento (Jamaica), etc.

Para fines ilustrativos adjuntamos –como había dicho- ciertas imágenes, donde se puede observar con mucha claridad algunas de estas actividades que realizaban las culturas del Nuevo Mundo en relación con el chili. Dichas imágenes fueron elaboradas tomando como base los originales extraídos de los códices respectivos.

En un “grabado” observamos a un tepatiano o curandero que era el médico que se encargaba de recetar (prescribir) a los enfermos el procedimiento que se utilizaba colocando al enfermo, en cierta posición, para poder recibir las emanaciones (vapores) generadas por el agua que se ponía a hervir  (vapor de agua, que ésta se ponía a calentar (al fuego, a hervir)) con algunas variedades de chili, mezcla que generaba una infusión que al vaporizarse y absorberse por el enfermo –como puede observarse en la imagen-, le otorgaba un remedio médico y la sanación.

En este caso de aspiraciones de vapores de chile, quisiera detenerme un poco para comentar ciertos aspectos totémicos, aparte de tener una relación directa con los procedimientos prácticos de sanar por medio de estas emanaciones con chile, como se pueden apreciar en los códices precolombinos sobre las atenciones médicas que eran practicadas por esta cultura del Nuevo Mundo,

El Tótem es una representación “material” de un animal, vegetal o cosa, que es objeto de veneración y culto por un grupo primitivo de seres humanos. Desde el punto de vista socio-antropológico, es la imagen de cualquiera de esas 3 representaciones que un grupo de personas, grande o pequeño, sea pueblo, tribu, clan, etc., veneran y valoran por diversas características, y se vincula de modo almático o espiritual con todos los miembros del grupo humano.

El grupo social que adoptaba el Tótem invariablemente tomaba el nombre del animal, de la planta o de la cosa elegida; así se tenían la tribu “Lobo”, “Maíz, “Roca”, “Venado”, “Águila”, “Chile, “Halcón”, “Castor”, etc.

Durante el Totemismo, el alma del ser fluye para identificarse con los “Tótem-Plantas” (o animales o cosas) y se posesiona en ese tótem y recibe diversos beneficios que contiene el alma del Tótem-planta adoptado. Esa alma totémica era una imagen -y reemplazo- inconsciente –y también consciente- que fluía de una personificación y encarnación, de un cuerpo a otro, con una absoluta y completa movilidad, saliendo de un cuerpo y entrando al otro, y esta movilidad almática le confería sustento al inconsciente del individuo, urgentemente necesitado de ello. De aquí nace, pero sobre todo florece, una nueva forma de invocar a la espiritualidad humana, y quizás también, sea la génesis de la represión consciente de ciertos estímulos del medio exterior, con lo que se empieza a sustituir la creencia en el medio natural -a confiar en esa realidad objetiva- por los espíritus y muy posteriormente, con los dioses (religión).

Así, esas vaporizaciones era también una práctica consciente de intercambiar influjos positivos con el alma del Tótem del Chile. Posts Futuros TÓTEM Y CAMINAR, y EL CAMINAR DE LOS ANTIGUOS MAYAS Y SU TÓTEM “CHILE”.

También encontramos en otro “grabado” a una madre con su hijo utilizando ese mismo procedimiento de sanar, mediante las vaporizaciones con chile. Y quizás representaba un intercambio almático con el Tótem-Chile.

Quisiera comentar que los conquistadores tenían inscrito en sus mentes lo “malévolo de sus congéneres” de esa parte del Nuevo Mundo y al observar estas imágenes de sanación únicamente interpretaban lo que ellos por milenios habían oído, leído y visto. Estas interpretaciones se dieron en forma general en todos los sectores  y actividades  que fueron teniendo contacto, tanto con las obras artísticas y literarias como en los códices prehispánicos y sus actividades cotidianas.

En esta otra de las imágenes se puede observar a un tameme (del náhuatl meme: cargar a cuestas; ta: sobre el sujeto que recae la acción del verbo) que eran las personas que cargaban bultos o cestos sobre su espalda, utilizando un mecapal. Los cestos o motetes eran fabricados con bejucos. Este cargador, que lleva a cuestas una bolsa de chiles, también recibía el nombre de tlamama (Del náhuatl mama: cargar a cuestas; tla: cosa, cualquier cosa) va caminando con su carga y podrá comer algunos chiles durante la travesía.

En la siguiente imagen no se representa a un individuo que tiene hambre (mayana: en náhuatl desear comer algo), sino que la única provisión (en náhuatl itacate o tlahuacal) de alimentos para su caminata, son los chiles.

Se observa a un caminante que indudablemente se le recomendaba caminar con ese itacate de chiles de varios tipos con el objeto de fortalecer su organismo y procurarse algunos remedios médicos o la prevención de malestares por estar caminando de prisa (totoca, en náhuatl alguien que va de prisa).

Este tratamiento preventivo y fortalecedor se utilizaba también en los juegos de pelota prehispánicos, indudablemente con propósitos míticos y divinos.

Las instalaciones del juego de pelota eran grandes santuarios donde se lograba la comunicación divina con los dioses. Seguramente el fruto del chile fue considerado una ambrosía de los dioses, y por ello se ingería en estos certámenes deportivos. Su ingestión durante estas contiendas fue una representación mítica que facilitaba esa comunicación divina.

El Pok-a-Tok (juego de pelota en maya) fue uno de los rituales más importantes en el mundo maya, por medio del cual se establecía una comunicación con los dioses, y se desarrollaba como tal para representar diversos mitos, principalmente el de la Creación Original.

El juego se realizaba entre dos equipos formados con siete jugadores por bando (Este número de siete jugadores está definido en el mural del juego de pelota de Chichén Itzá, pero existen opiniones que también se jugaba con ocho, nueve y diez jugadores por bando). Se ejecutaba con una pelota de hule, la que no se podía tocar con las manos, ni con los pies. Los jugadores se presentaban vestidos con ex (taparrabo en maya) y con sandalias, gruesos guantes para las manos y protegidos los codos y las caderas.

El objetivo del juego era introducir la pelota por un orificio, en forma de oreja que se colocaba a ambos lados de la cancha de juego. El agujero por donde tenían que pasar la pelota, representaba el centro de la máxima energía, es decir, era el vínculo directo con sus dioses. Se construía con dos orificios, uno a cada lado del campo de juego, al cual podían pasar la pelota cualquiera de los dos equipos, indistintamente. El contar con dos agujeros representaba la ambivalencia y la dualidad, es decir, su coexistencia con los dioses en ese trance divino que se obtenía durante el encuentro. Una de las interpretaciones que se da, es que el movimiento que tomaba la pelota durante el juego representaba las posiciones de los astros (las divinidades) en el firmamento y cada vez que se lograba introducir la pelota por cualquiera de los 2 orificios, se efectuaba una comunicación con los dioses.

Se impulsaba la pelota de hule con los codos y las caderas, para tratarla de introducir en cualquiera de los 2 arillos localizados y empotrados sobre ambas paredes del campo, de 30 a 35 centímetros de diámetro en su orificio interior y a una altura del suelo de 5 metros.

La cancha donde se jugaba el Pok-a-Tok medía de largo 146 metros, por 36 metros de ancho, aunque podían variar estas dimensiones. El piso estaba construido a base de estuco que era un suelo preparado de material blanco, al igual que los caminos sagrados o sacbéoob. (Post LOS ANTIGUOS MAYAS Y SUS CAMINOS BLANCOS. PARTE I).

Antes de iniciar cada contienda, se le invitaba a los jugadores de ambos bandos a comer chile, como parte del ritual mítico de ingerir el Tótem “Chile” sagrado (Post futuro EL CAMINAR DE LOS ANTIGUOS MAYAS Y SU TÓTEM “CHILE”). Otra de las posibles interpretaciones míticas sobre el juego de pelota y sobre todo de las configuraciones de las canchas o campos de juego, es que existía un pequeño recinto donde se depositaban y distribuían las distintas variedades de chile que ingerían los jugadores, de acuerdo a sus necesidades y las prescripciones de los tepatianos especializados en actividades deportivas.

El propósito de este post no es invitarlos a comer chiles cuando caminen, sino únicamente transmitirles que este fruto se ha utilizado durante muchos milenios, en muchas partes del mundo y en distintas acciones humanas (*): para caminar comiéndolo, para fortalecer a los jugadores y cargadores, para sanar (la curación en general), como ofrenda a las divinidades, para preparar recetas culinarias de adobo y mole, para fumigar áreas de almacén de alimentos y habitacionales, para la conservación de alimentos, y otros usos más.

Considero bastante relevante conocer la gran diversidad que existe de este producto, y me permitiré presentarles un cuadro de las variedades más importantes, en donde se puede apreciar la relación que existe entre los chiles secos y sus correspondientes chiles frescos de donde se obtienen por medio de ciertos procesos de secado. Las combinaciones que se pueden realizar para la preparación de los platillos que en México se les llama ADOBOS y MOLES, es verdaderamente incalculable. En mi libro “CAPSICUPEA. Los adobos Mexicanos” presento 440 platillos diferentes y todos ellos son muy representantes del gusto mexicano (náhuatl-mexica).

Fuente: Loya Lopategui, Carlos, CAPSICUPEA. Los adobos Mexicanos, EMULISA, México, 2017.

(*) Información extraída de los textos y libros mayas (CÓDICES) en referencia a la salud, la alimentación, curación de enfermedades, sus prácticas medicinales, sus libros especializados en medicina y enfermedades, y cómo diagnosticar y curar a través de la prescripción de medicinas y de ejercicios como el caminar, y cómo también señalaron la caducidad o la vigencia de ciertas medicinas a base de plantas y minerales, las cuales perdían sus efectos después de cierto tiempo de haberlas preparado. Las recomendaciones que hacen los antiguos mayas en sus códices sobre la salud, como el de la Cruz-Badiano (1552) en el que se reúnen conocimientos en medicina y el Códice Madrid. Importante es señalar las Investigaciones que realizó el médico de Felipe II, Francisco Hernández, como el hecho de haber sido el primero que utilizó algunos de los remedios vegetales que fueron usados en la medicina farmacológica de Europa, basándose directamente en los conocimientos herbolarios de los originales del Nuevo Mundo.

En la actualidad existen cerca de 100 variedades de chiles, únicamente en América.

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