En la actividad de caminar, sé que puedo iniciar, detenerme o reiniciar, si lo deseo, en varios puntos del sendero, también puedo en cualquier momento, si así lo decido, modificar el sentido o el trayecto, inclusive cambiar el mismo sendero.
Lo mismo puedo hacer con mi vida.
Demos inicio a una analogía que tiene incidencia en la toma de decisiones, el cambio, transformación, perturbación, transición, renovación y evolución en nuestras vidas.
¿Por qué razón no habría de iniciar una caminata? Existen diversas razones; unas poderosas, invencibles, y otras triviales, débiles; una ordinaria sería ¡Porque está lloviendo! Para algunos, por el solo hecho de que esté nublado el cielo, ello los cohíbe a hacerlo, los persuade a no iniciar una caminata.
Si deseamos vivir plenamente la vida, tenemos que levantarnos de la cama todos los días con el ánimo arriba y luchar con nosotros mismos para enfrentar todos los aspectos negativos, desde que amanece, transformando los malos enfoques, para sentir y pensar positivamente. Recordemos que debemos avanzar hacia adelante, es decir, con alegría, amor, aprobándonos, con orden, con humildad, con cariño, con delgadez, con salud, siempre aceptándonos a nosotros mismos.
Puedo observar sobre el camino, a cierta distancia, que este se divide en dos, pues veo una bifurcación. De inmediato pienso: cuando llegue ahí tendré que elegir por cuál de las dos vías continuaré mi caminata.
En la vida cotidiana, continuamente tenemos que elegir por distintas opciones; y ello puede o no significar un cambio significativo. Debemos estar alertas para poder y querer transformarnos y tomar las decisiones más acertadas y convenientes.
Cada piedra en el camino puede detenerme, y provocar en mi caminata, un cambio de velocidad, de ritmo, de cadencia, de compás, etc., y ello puede significar y generar una perturbación en mi caminar. Debe aprovecharse cada piedra en el sendero para tomar conciencia de que cada una puede representar un cambio positivo, siempre positivo.
Sigamos adelante por la vida con sentido correcto, positivo, de “ver hacia adelante”; y hacia atrás únicamente para analizar nuestras experiencias personales. Evitemos las barreras y los obstáculos en el trayecto, enfrentándolos o evadiéndolos. Veamos las perturbaciones existenciales de modo positivo y aprovechemos las oportunidades vitales.
Cuando se llegue a la bifurcación, irremediablemente se tendrá que tomar una decisión, y ello representará una desviación, o sea, un cambio.
Esa bifurcación es análoga a los sentimientos que tenemos sobre las cosas que no deseamos cambiar. Aceptemos y confrontemos las transiciones.
Ahora que estamos cerca de ese punto de la bifurcación, observamos que son dos caminos semejantes; sin embargo, al acercarnos más nos damos cuenta que ambos tienen indudablemente sentidos diferentes, uno se dirige hacia el Norte y el otro va hacia el Este.
Además, al acercarnos a la bifurcación observamos que uno se introduce en los bosques, mientras que el otro se mantiene en una zona sin vegetación, uno se ve que se pierde a lo lejos, cerca de las montañas, mientras que el otro llega a un lago; probablemente uno sea más sinuoso que el otro, uno con pendientes y el otro más plano, uno con más escollos que el otro.
En la vida cotidiana nos gustaría tener una bola de cristal que nos indicara con certeza qué tipo de cambio o por cuál avatar debemos orientar nuestra existencia. Esa esfera de cristal de cuarzo que usan los magos para adivinar los eventos futuros. Cuál paso debemos dar para reorientar nuestra vida. Ese primer paso es el más importante porque estamos decidiéndonos por una renovación.
Ahora estamos detenidos, descansando en el punto preciso de la bifurcación y no tenemos más remedio que optar por uno solo de ellos.
Una vez que nos hemos puesto en marcha sobre cualquiera de los dos senderos bifurcados, los pies seguirán caminando sin detenerse, buscarán su ritmo, su compás, y se desplazarán a una velocidad acompasada con el resto del cuerpo físico y de la aceptación mental que acaba de decidir realizar el cambio de dirección; se estaba caminando con dirección NorEste y se cambió al Norte.
Ahora no nos queda más que continuar caminando por ese sendero con nueva dirección.
Todos nuestros temores, ansiedades, pretextos, resistencias mentales, deberemos conciliarlos, conciencializarlos, para actuar con responsabilidad y libertad, con nuestro mayor esfuerzo, en las diferentes tareas que trae aparejado a un nuevo avatar en nuestras vidas. Dispongámonos a cambiar.
Después de reiniciar nuestro caminar por el nuevo sendero elegido, con sentido Norte, y en una pequeña curva que descendía nos topamos con un puente que atraviesa un pequeño riachuelo. El puente es viejo y está muy deteriorado, es recomendable a todas luces no pasar sobre él y debo cruzar el arroyuelo caminando, pues su pequeña corriente de agua apenas mojaría los zapatos. No obstante, existe la opción de regresar para tomar el otro sendero bifurcado, con sentido Este.
Algunas veces, durante un momento de nuestra existencia, deseamos regresar a cierta época pasada de nuestras vidas, donde estuvimos mejor; debido a que estamos padeciendo en ese momento grandes problemas; sin embargo, regresar en el tiempo es imposible. Debemos ser tolerantes y aceptar las transiciones.
Mejor decidimos continuar por el mismo sendero y mojarnos los pies, porque pensándolo bien, quizás en el otro sendero encontremos peores condiciones físicas para avanzar.
Si nos hemos tropezado con algunas piedras durante la travesía, no significa que tendremos que toparnos también con otras en el futuro.
El cruzar el riachuelo evadiendo el puente es significativo, pues nos hemos dado cuenta que podría caerse si lo utilizamos cruzando sobre él, por lo deteriorado que está.
En la vida habitual, el evitar repetir errores es sinónimo de estar cambiando el haber sentido ser víctima, por las malas decisiones, y deberemos evitar pensamientos y actitudes negativas, sustituyéndolas por un patrón nuevo de comportamiento en donde nosotros mismos tomemos las decisiones, y a nadie debe pedírsele autorización para ello; el avanzar está bajo nuestro poder, y ello nos permitirá dejar de ser una víctima. No debemos permitir que nada ni nadie nos perturbe nuestra existencia. Aceptémonos a nosotros mismos.
Una vez que se haya cruzado el riachuelo se podrá divisar más adelante la posible sinuosidad del camino. Deberemos revisar el tiempo transcurrido que ha tomado llegar hasta allí. Media hora, una hora, etc.
Se deberá realizar un pequeño recordatorio de los sucesos (eventos) vividos. Todo ha sido agradable, no se siente el cansancio.
Se debe pensar y sentir que lo verdaderamente importante no será llegar al final del camino, sino las experiencias que se han vivido, la contemplación del camino mismo, así como la naturaleza que lo rodea, la vegetación y los animales que se han observado, sus subidas y bajadas, las piedras, el puente, el riachuelo, etc.
Todo ello nos ayudará para sentirnos bien con nosotros mismos.
Sin embargo, en la vida diaria se padecen hábitos negativos, que muchas veces nos provocan malestares e incomodidades con otras personas y con nosotros mismos. Todas nuestras experiencias deberán ser luces que alumbren nuestro futuro para adquierir nuevos hábitos positivos: los malos hábitos hagámoslos a un lado.
Los escollos y las grandes piedras que se nos vayan presentando en el camino debemos eludirlas, evitarlas, evadirlas, o mejor, enfrentarlas pasando sobre ellas, cuidando de no caer.
¿Cómo cambiar nuestra forma de ser, de sentir, para eliminar esos hábitos malignos, como el fumar, el beber alcohol, el gritar? únicamente hay que identificar esa “necesidad” en nosotros que nos genera ese hábito; una vez identificada plenamente, analizarnos, tomar conciencia del daño que nos hace y erradicarla de nuestra vida. Fácil o muy difícil, hay que lograrlo.
Se tiene que mirar hacia atrás, analizando nuestras experiencias personales para comprender el por qué se tiene esa “necesidad” y de esta manera se podrá eliminar y con ello los síntomas de fumar, beber, gritar, etc., y así mismo liberarse del pasado que nos aprisiona, eliminando esos hábitos malignos.
Deberemos continuar caminando por el nuevo sendero, aunque habrá oportunidades, si lo decidimos así, de detenernos para revisar cómo nos sentimos física y espiritualmente, o bien, regresarnos por donde veníamos. Cualquiera de las dos opciones las podemos realizar.
Lo importante, en cada decisión, transformación, perturbación o transición en nuestra vida, es sentir lo que deseamos hacer, si no lo sentimos no podremos saber cómo lograrlo; si no lo podemos sentir es que no lo deseamos.
Ahora bien, la opción de regresar se puede llevar a cabo de diferentes formas, una es exactamente sobre nuestras pisadas, también por algunos recodos que observamos durante la travesía, por alguna brecha, etc. Lo relevante en esta posible opción de cambio en la trayectoria y en el sentido, no es solo detenerse, sino que el retroceder implica que no tenemos interés por llegar al final del camino de modo inmediato, o que estamos inseguros, temerosos o cansados, y preferimos declinar en la continuación de la caminata.
En la vida cotidiana nos decimos a menudo que es difícil tomar decisiones para seguir adelante, y no tanto para seguir avanzando por donde nos hemos acostumbrado a hacerlo. Esta costumbre es difícil de romper o cambiar, sin embargo, deberemos imponer en nuestro sentir y nuestros pensar que son necesarias las transiciones, y debemos seguir avanzando, aunque en ciertos momentos tengamos que detenernos, para tomar aliento y para analizar nuestras circunstancias emocionales e intelectuales del yo íntimo, hasta que encontremos un equilibrio entre lo que deseamos, lo que sentimos verdaderamente y lo que podemos lograr.
Las bifurcaciones en los caminos (Post futuro SARUTAHIKO, DIOS DE LOS VIAJEROS EN EL ANTIGUO JAPÓN, Dioses de las bifurcaciones) son analogías de los momentos cruciales en la toma de decisiones de nuestra existencia.
Pongámonos a caminar por cualquier sendero, observemos cada bifurcación y hagamos de cada una de ellas una metáfora coincidente con nuestras propias decisiones circunstanciales. Nos ayudarán a comprender mejor y a tomar conciencia de nuestras vidas y a animarnos para disponernos a caminar (Post futuro CAMINAR Y LAS OPORTUNIDADES VITALES).
Antes de adentrarnos en el tema biunívoco de instinto-caminar, respondamos las 3 preguntas siguientes: ¿Qué es un instinto? ¿Cuáles son los instintos que tiene el ser humano? ¿Cómo se clasifican los instintos?
El instinto es un comportamiento ingénito en el ser humano y por ende su origen no es el resultado de aprendizajes en el tiempo; es decir, la conducta instintiva no es una respuesta al raciocinio ni a la reflexión, inclusive se diferencia de la intuición que también es una función humana que está alejada de la voluntad y el razonamiento. El instinto es la capacidad que tienen los seres vivos que los faculta e impulsa naturalmente para desarrollar una acción de modo espontáneo sin que intervenga el raciocinio, ni la conciencia ni la voluntad.
Veamos cuáles son los instintos humanos, a fin de conocer y podernos concentrar en aquellos que tienen una relación directa con el caminar. Para ello debemos considerar una clasificación pertinente.
Se antoja someter a un análisis los pros y los contras de las diferentes teorías que del instinto se han formulado; sin embargo, no pretendemos destacar cuál de todas ellas es la más acertada, o la más aceptable.
Dos posiciones que han tenido vigencia hasta nuestros días, y que en sí contienen representatividad extrema: una de esas perspectivas rebaja al instinto sometiéndolo a la razón, y la otra, considera que el instinto se manifiesta sin ataduras, libre respecto al raciocinio y con un valor intrínseco impermutable. Aunque no nos detendremos a dilucidar la validez de una con respecto a la otra, s+i sostenemos que aun resultando el instinto una inteligencia degradada, seguiría vigente nuestra postulación de orientarnos a su fortalecimiento y rescate como una de las vías más sanas para que el ser humano se desarrolle plenamente, de acuerdo a su naturaleza prístina.
Una clasificación ejemplar es la que divide a los instintos en básicos y vitales; considerando a todos ellos fundamentales para el desarrollo pleno del individuo.
Los instintos básicos, son:
Instinto de Supervivencia o sobrevivencia
Instinto de Reproducción y Perpetuación de la Especie
Los instintos vitales, son:
Instinto de preservación o conservación.
Instinto de realización personal, espiritual, ciencia y arte.
Instinto del cuidado del yo mismo.
Instinto de huir y escapar ante el peligro, o de rechazo y repulsión a la agresión.
Instinto de territorialidad.
Instinto de la curiosidad e indagación.
Instinto Sexual o de Procreación.
Instinto Eros o de vida.
Instinto Tánatos o de Muerte (Agresión e ira).
Instinto de salir del vientre materno.
Instinto de salir del lugar de origen.
Instinto mitológico-religioso (tradiciones y ritos).
Instinto de defensa, protección, seguridad y alerta
Instinto de sumisión y resistencia a la agresión y el peligro
Instinto a la soledad
Instinto de repulsión a lo desconocido
Como puede observarse, algunos de ellos se confunden dentro de otros; sin embargo, decidí mencionarlos todos para ser más ilustrativo.
El ser humano nace con una programación instintiva, es decir, nace con todos estos instintos pero algunos de ellos aparecen y se manifiestan desde que nacemos, inclusive desde el vientre materno, pero otros se van incorporando a medida que nos desarrollamos.
El instinto de procreación, aunque se tiene guardado en la parte biológica-celular, éste aparece hasta cierta edad, cuando los órganos reproductores –tanto de la mujer y del hombre- alcanzan su madurez (La edad adecuada) para funcionar como tales. No así el de territorialidad; éste se desarrolla desde el vientre materno.
Debo señalar que algunas clasificaciones demeritan su crucial y trascendental importancia, ya que incluyen los bajos instintos.
Brevemente quisiera comentar sobre la necesidad que ha tenido el ser humano de vivir en sociedad que la han confundido con un impulso natural. Podemos afirmar, de manera sumaria, que el hombre no es un ser social por su condición natural. El hombre es un ser sociable por necesidad. No se inclina, por su condición natural, a reunirse con otros seres de su propia especie, sino que se ve impulsado a socializar por estímulos externos, por buscar una protección, mayor fuerza dentro de un grupo para defenderse, para buscar alimento, para preservar la especie. No existe ese instinto en el ser humano que lo impele a ser social. Es un equívoco pensar que por su propia esencia, el homo sapiens es un ser sociable.
El instinto de salir del lugar de origen se gesta en dos fases temporales; una es cuando el feto sale del vientre materno, como un ser individual, y la otra fase es cuando alcanza cierta edad en la adolescencia que se manifiesta con el deseo de salir del lugar donde se ha desarrollado la mayor parte de su edad temprana.
Me gusta comentar lo del feto en el vientre materno porque es muy explicativo de lo que le pasa al ser humano cuando requiere salir de su lugar de origen. Es una segunda etapa del ser que alcanza su edad –a los 11-15 años- y requiere ser expulsado de ese segundo vientre formado por los padres, los familiares, el lugar, etc., para poder alcanzar ese nuevo ambiente vital y respirar por sí mismo. Repito lo que mencioné en el Post EL CAMINAR Y EL INSTINTO DE SALIR DEL LUGAR DE ORIGEN: “El salir a caminar no sólo es un impulso físico para ejercitar el cuerpo y dar movimiento a la mente, sino que tiene relación estrecha con algo mucho más profundo del alma: salir para fortalecer la personalidad individual. Ese salir a caminar es una metáfora del inconsciente que busca el sano despertar de la personalidad del ser. La salida del lugar de origen oportunamente –a cierta edad- permite desenvolverse mejor y buscar una personalidad propia. Definitivamente esta es una acción que todo ser humano –hombre y mujer- debe llevar a la práctica por sí mismo, como decisión propia y alentado por los padres”.
“La salida del lugar de origen oportunamente –a cierta edad- permite desenvolverse mejor y buscar una personalidad propia. Esto no es una mera recomendación por mi parte, sino que esta es una necesidad natural del ser humano para lograr su propia personalidad y que no se vea frustrado, en su futuro inmediato, por no realizar esa salida con oportunidad. (Post Futuro EL CAMINAR Y LOS INSTINTOS). Sin embargo, buscar obtener una re-integración de la personalidad que se pierde por vivir cómodamente dentro del seno familiar, después de cierta edad: Después de haber pasado nuestra juventud, donde la injerencia de la participación de la casa paterna –los padres, la familia y los educadores- que han evitado un sano desenvolvimiento de la personalidad, es bastante complicado desde el punto de vista psíquico y conductual”.
“Desde luego que esa salida no debe realizarse antes de cierta edad cuando el ser no puede sustentarse por sí mismo; ni después de cierta edad, donde la personalidad ya sufre distorsiones, impidiéndole su desarrollo autónomo, y la labor inconsciente que se debe llevar a efecto por medio de esta partida (evasión, ausencia), resulta lacerante para la persona que no logra hacerlo oportunamente”.
También es posible que sea cierto de que en ambos escenarios al ser humano le surgen los deseos de regresar, tanto al seno materno como al lugar de origen, pero esto no lo podemos asegurar. Buen tema para que alguien lo investigue y desarrolle.
En varios posts he mencionado que sólo se requiere dar el primer paso, colocándose en el sendero, como el simple mecanismo que se requiere para entusiasmarse y quitarse la pereza. Algunos estudiosos del caminar mencionan este “dar el primer paso” en diferentes contextos para poder señalar y promover sus beneficios y “productos”, y resulta cierto en la gran mayoría de los temas contendidos (emprendidos). En nuestro caso, el lograr dar el primer paso es poder despegarnos de donde estamos arraigados (enraizados); enraizamiento (arraigamiento) que se establece en el estado anímico demeritado del ser.
El caminar es un símbolo indubitable (indudable, incuestionable, innegable, irrefutable, incontrovertible) del avanzar, de desear llegar a algún lugar, sea físico o sensitivo-sentimental (laboral, familiar, profesional, social); y si no podemos dejar nuestro lugar de origen es porque tenemos miedo –entre otras negaciones de la personalidad- e invalidamos (y frustramos) uno de los instintos más importantes del ser.
Por otro lado, el instinto de territorialidad no es quedarnos en un lugar, sino buscar ese lugar fuera de donde estamos enraizados. Un nuevo lugar para buscar nuestro propio y particular desarrollo, físico, mental y espiritual. Una planta o arbusto que se encuentra triste requiere que se le arranque de la tierra donde está sembrado y trasladarlo a un lugar donde pueda florecer. Así el ser humano, es necesario, a cierta edad, arrancarlo de su lugar, y llevarlo a otros parajes donde pueda desarrollar todas sus capacidades.
El caminar también tiene este otro “producto”, además de los beneficios que se hemos señalado y descrito con antelación.
Concentrémonos en aquellos instintos que el caminar tiene efectos directos, como el instinto de territorialidad, el de salir del lugar de origen, Instinto de huir y escapar ante la agresión y el peligro.
Todos ellos –los instintos- se ven cultivados, favorecidos (fomentados), ejercitados, desarrollados y conservados por el caminar, sin embargo, también el no caminar los impide, los reprime, los restringe, los aminora, les impide desarrollarse plenamente, y algunas veces los cercena, y el resultado a futuro es tener un ser yermo (estéril) (Ensayo Pueblos sin Instinto *). Como hemos mencionado en el mismo Post EL CAMINAR Y EL INSTINTO DE SALIR DEL LUGAR DE ORIGEN, si no se atiende ese instinto de salir del lugar de origen, la personalidad del individuo puede llegar a atrofiarse y difícilmente se logrará llegar a tener una personalidad correcta y acabada de modo satisfactorio (consumada).
“La libertad, física y mental, nace con el mismo ser humano, es inherente a él. Cualquier acción en contra de ella se ve reflejada en un retroceso en la evolución de la especie.
Estas involuciones invaden las diferentes esferas psicomotrices, las cuales se ven impactadas restándole al ser humano aptitudes de tipo fisiológico, psíquico, emotivo e instintual, tanto en su nivel individual como colectivo.
No se podría distinguir con certeza en cuál de estas esferas es más fuerte el impacto de la pérdida de libertad, sin embargo, debemos revisar aquella donde pueden provocarse lesiones cuyo daño no es fácilmente reversible, o bien que ponga en peligro la existencia del ser humano, al atacar su instinto de reproducción y de supervivencia como pueblo y como especie.
El sentido de adaptación como opción de sobrevivencia ha sido una de las vías que ha mostrado mayor daño a la raza humana; la sumisión al dogma juega un papel determinante en la supresión de los instintos vitales, y con ello en la prolongación del estatuto de servilismo y de estancamiento secular que actualmente muestran los pueblos” (Pueblos sin Instinto *).
EL CAMINAR COMO EXPRESIÓN DE UN INSTINTO SUPERIOR.
Ahora bien, quisiera argumentar ciertas ideas tratando de sustentar y validar que el caminar es una actividad fundamental del ser humano (Post futuro CAMINAR, EL MOTOR DEL RESTO DE LAS ACTIVIDADES PSICO-FISIOLÓGICAS), una actividad superior, es una meta-actividad. El prefijo “meta” es para denotar su estado de «superioridad» y de «trascendencia» que tiene sobre otras actividades naturales del ser humano.
Si nos remontamos al pasado, donde los homínidos no se trasladaban de un modo erguido, podríamos preguntarnos sobre ese caminar “instintivo”.
¿Estaban sin poder desarrollar esa actividad instintual?
¿Se irguieron para desarrollarla plenamente y el resto de los instintos?
¿Por una razón natural adquirieron esa capacidad y por ello se irguieron?
Estos cuestionamientos abren otros cauces de investigación para el futuro, que trataré de responder en el Post futuro CAMINAR, EL MOTOR DEL RESTO DE LAS ACTIVIDADES PSICO-FISIOLÓGICAS. Por lo pronto, en el aquí y ahora, pongámonos a caminar para fortalecer nuestros instintos, tanto los básicos como los vitales.
(*) Loya Lopategui, Carlos, Pueblos sin Instintos, EMULISA, México, 2022.
Es importante iniciarnos mencionando a Paul Diel respecto a la concepción que tiene del inconsciente y el subconsciente. En el Post EL INCONSCIENTE Y EL CONSCIENTE EN LA APLICACIÓN DEL SISTEMA WALK-RWD, decíamos: “Para incursionar en la configuración (conformación) de las funciones mentales (cerebrales), recurriremos a una clasificación que Paul Diel realiza (elabora, hace) en su libro Psicoanálisis de la Divinidad, F.C.E., México, 1974. Diel, señala claramente a las funciones psíquicas del consciente, inconsciente y superconsciente como los estados naturales y sanos de la psique que todo ser humano tiene; incluyendo además al subconsciente como la función dañada de la mente, liberando al inconsciente de esa atribución que se le hace regularmente. En su ensayo Diel muestra al inconsciente como la función vital y vigorosa de la psique donde se acumulan todos los deseos, apetitos e instintos rechazados (reprimidos) por la conciencia; definiendo al subconsciente como el estado patológico e insano de la psique humana (Jung le llama sombra psicológica), el que tiene deseos inconciliables con la realidad, esa que nuestra conciencia asegura -la mayoría de las veces- que es la auténtica”. Utilizaremos y nos apegaremos estrictamente a esta definición ya que considero es la más acertada.
Además necesitamos subrayar que el subconsciente no forma parte del inconsciente; es decir, el inconsciente no contiene ningún elemento o parte dañada.
Ahora, veamos qué son los instintos EROS y TÁNATOS.
En la ciencia de la psicología se han definido estos dos instintos para significar las inclinaciones que tiene el ser humano hacia la vida (instinto Eros) y hacia la muerte (instinto Tánatos). Ambos instintos son innatos y naturales en todos los seres humanos, desde que nacen, viven y hasta que mueren; y ambos pueden ser desarrollados, aumentados o disminuidos, dependiendo del ser individual y de su medio ambiente y social que le circunda.
OBRA # 351-REALIDAD BIVALENTE EROS Y THANATOS
INSTINTO TÁNATOS
El instinto Tánatos es un impulso o inclinación a la muerte y a la destrucción, conceptuación que se oye agresiva, pero en nuestro ámbito indica esa insatisfacción generalizada –en un alto porcentaje de los seres humanos- que sentimos y que nos agobia, pues no nos sentimos felices de un modo apreciable y constante.
Recurriendo a algunas definiciones, encontramos las siguientes significaciones y alcances del concepto Tánatos. Freud incorporó este concepto en su teoría psicoanalítica, como parte contraria al instinto Eros.
Se considera que es una fuerza de discordia y ruptura, contraria a lo que significa EROS, siendo este instintiva de unión.
Tánatos es una energía vigorosa hacia la muerte en general, manifestándose también de modo particular como impulso hacia la autodestrucción, en el que el individuo no tiene consciencia de ello; en otras palabras menos crudas (ásperas o más suaves), en esos casos que no son reducidos, es una propensión (predisposición, disposición, tendencia) hacia la negación del yo.
En el Post EL CAMINAR COMO PRÁCTICA FÍSICA Y COMO ALEGORÍA, expresé: “A nadie debe asustar la muerte si se ha vivido genuina y vitalmente a la luz del propio espíritu, a la guía de la fuerza de la razón particular, al sentir de las emociones personales y bajo el CAMINO del saber indicado por los instintos [instinto EROS] y el inconsciente individual”. Desde luego me refería al instinto EROS.
INSTINTO EROS
Ahora dediquémosle unas palabras a su compañero de contrapeso, el impulso Eros.
Este instinto, es una inclinación determinante a la vida, al desear vivir, a las ansias de vivir.
Recurriendo a las definiciones de diccionario, encontramos las siguientes significaciones y alcances del concepto Eros: 1) Deseo de posesión o amor, casi siempre erótico. 2) En la filosofía platónica, fuerza motriz de la vida que tiende hacia el Dios absoluto; de ahí, el motivo que explica la educación, las artes y la filosofía. En el uso que hace Platón del término insiste en el carácter de fascinación, impersonalidad e intenso deseo. 3) Por esto hay que distinguir el eros del Bhakti indio (entrega altruista), del Metta budista (benevolencia desinteresada), del Jen (humanidad, caridad) y del Ai (Amor personal) de Confucio, y del Agapao (amor sacrificado, protector, fraternal) y del Phileo (afecto o cariño personal) cristianos. Fuente: Diccionario de Filosofía, Dagobert D. Runes, Grijalbo, México, 1981 (Título original Dictionary of Philosophy).
En estos alcances podemos observar que en los distintos idiomas cada uno le otorga distinta acepción y ello nos orienta a multiplicar el contenido del vocablo. Desde luego, hemos incursionado en la comprensión del concepto, y a continuación lo haremos en lo que representa en sí el instinto en la condición humana.
Según Freud ambos instintos, Eros y Tánatos, son complementarios y ambos son indispensables para la supervivencia del ser individual.
El inconsciente es EROS.
El subconsciente es TÁNATOS.
El caminar es avanzar. Avanzar es EROS.
TÁNATOS es no avanzar, es no caminar.
Por las propias razones que tengo para promover a caminar, dedicaré mayor esfuerzo a dilucidar las manifestaciones conductuales y directivas del instinto Tánatos, en el comportamiento humano, más que del Eros (De este instinto EROS, cobijado por el inconsciente individual, ya hablé en el Post LAS EMOCIONES Y EL SISTEMA WALK-RWD), aunque no lo mencioné con ese nombre. Aspectos que trataré de mostrar que esta pulsión negativa intenta dominar la Condición Humana, pues es un reflejo “natural” en la conducta del ser humano.
Trataré de enlistar, lo más completo posible la equivocidad (multivaloración, polivalencia) de Tánatos, instinto que localizamos sus manifestaciones encubriéndose en otras actitudes y actuaciones del ser humano: castigo, guerra, agresión, sobrepeso, daño, alcoholismo, drogadicción, excomulgación, venganza, tortura, sadismo, masoquismo, destrozar, azotar, golpear, lapidar, linchar, expulsar y encarcelar; que creo son las manifestaciones más representativas, y que seguramente habrá algunas más que no las he incluido.
Como podemos observar en este listado, algunas acciones humanas claramente se ven que son un homólogo a este instinto, pero otras se observan con rangos (graduación, escala) diferentes.
Como es de suponerse, el consciente está influenciado en su actuación por ambos instintos, y los dos buscan influir en él con el mayor grado posible. Así, el instinto Tánatos busca el apoyo del consciente y lo logra en un porcentaje relevante (sería importante conocer este porcentaje).
Por lo general, también hemos de suponer que el consciente no siempre está alerta ante los embates tan distintos del instinto Tánatos, para rechazarlo o al menos para no apoyarlo.
Ambos instintos son parte prefigurada del yo y cada uno busca su apoyo para desempeñarse y descargarse.
Tánatos utiliza, como ya mencionamos, decenas de máscaras para que no se le reconozca y así pueda desempeñarse libremente, como “parte del yo”.
Así logra en un alto porcentaje de sus actuaciones incorporarse a la voluntad y a la actuación del yo, y algunas otras veces también consigue fusionarse al carácter y a la personalidad del individuo, que de esa manera el yo individual lo hace propio y llega a auto-engañarse de que esa es su auténtica forma de pensar, de sentir y de actuar, por lo que el consciente no logra identificarlo, tras sus disfraces. En el Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA, expresamos: “Por ello, el siguiente paso es el de la tranquilidad y/o felicidad que se logra a través de tener cada uno el “control” de nuestras emociones, pero no el tipo de control que nos han enseñado a practicar: reprimiéndolas o disimulándolas, para que otros no las vean o no nos las noten; y me refiero al aprendizaje sistemático a aprender a esconderlas a los ojos de los demás que termina con el propio autoengaño de no poder reconocerlas en nosotros, o en llegar a confundirlas por no tenerlas claras y con ello desequilibrar e impedir nuestro desarrollo o madurez emocional, que se transforma muchas veces en un estado neurótico (o engañoso), siendo nosotros mismos las víctimas de ese autoengaño”.
Por otro lado, y por esa misma aceptación y auto-engaño, también existe la posibilidad y riesgo de que el consciente recurra al instinto Tánatos y lo busque más frecuentemente, debido a que el subconsciente haya sido invadido por esa pulsión maligna y destructiva, y surja la necesidad –a nivel de la conciencia- de transitar por algunas de las máscaras que representan al instinto Tánatos por completo (en su totalidad).
De todas las manifestaciones más representativas de Tánatos que hemos señalado anteriormente, escogeremos una sola, el castigo, para analizar esa pulsión negativa, pero todo lo que señalaremos del castigar en el ser humano, será válido y útil (provechoso) considerar para el resto de las demás manifestaciones, en cuanto a la relación del Eros y del Tánatos.
El castigar es una volición (predisposición, resolución, voluntad) sensitiva en el ser humano que lo unge de poder. Y en este aspecto es como comienza a funcionar el instinto Tánatos.
Todo ser humano tiene un grado de injerencia en su interioridad de Tánatos. Unos más y otros menos.
El grado de dominio que tiene Tánatos en el ser, es el nivel que define lo enfermo que está ese individuo de la necesidad de poder. Mientras más Tánatos menos amor tiene por la vida, menos ganas de vivir. Menos amor se tiene a sí mismo y por ende menos amor tiene hacia los otros seres humanos y hacia la humanidad.
Esa predisposición a castigar funciona en dos escenarios. Uno de ellos es el autocastigo que se traduce en una necesidad instintiva de castigar a otras personas. El otro escenario es la necesidad de poder que necesita el yo para nivelar su frustrada personalidad. Está enfermo. La manera de resolver ese desequilibrio en su personalidad (una personalidad insuficientemente desarrollada y formada) se traduce en una necesidad de tener el poder, y una de la formas que utiliza el ser es castigando –de diversas formas- a los otros seres humanos. Las formas diversas de castigo se cuentan por millares; así es que huelga tratar de enumerarlas. Basta saber que todas ellas son representativas y manifestaciones del instinto Tánatos que anida en cada ser humano. Una de nuestras acciones voluntarias debería de ser: permanentemente “luchar cultural e inteligentemente” contra el Tánatos, propio y del resto de los seres humanos.
Expresamos en el Post EL JUEGO Y EL SISTEMA WALK-RWD. PARTE II. NO A LA COMPETENCIA, SÍ A LA DIVERSIÓN: “La implicación neurótica de superioridad, expresada en el Potlach se puede extender a las propinas, la caridad, limosnas, donativos, etc., una forma egocéntrica neurótica disfrazada de obsequiar regalos para dominar y colocarse por encima de los demás. ¿Un juego, una competencia, una fiesta?”. Esa necesidad de tener el poder la encontramos en condiciones y actitudes que ni siquiera nos imaginamos. Es muy sutil en esto, el instinto Tánatos.
Mientras más necesidad tiene el ser humano de castigar, mayor es su nivel del instinto Tánatos que habita en él.
El castigar siempre ha sido reconocido como parte de la naturaleza humana. En la mitología griega existían 3 deidades, las Furias o las Erinias, que representaban el castigar –entre otras simbologías (personificaciones)-, que vivían en el infierno; estas eran Tisifone, Megara y Alecto. En las Furias griegas están representadas prácticamente todas las acciones violentas del ser humano: agredir, azotar, castigar, torturar, destruir, golpear, guerrear, hostilizar, lapidar, linchar, el sadismo, la saña, la crueldad, la venganza, etc.
Una pregunta que estoy obligado a hacer aquí, es: ¿Hasta qué punto podemos asociar el instinto Tánatos con las afecciones del tipo emocional? Bien podríamos ampliar a las enfermedades mentales, pero eso sería demasiado darle importancia a esta solicitación instintiva. Desde luego que no podemos responder a ese cuestionamiento en este escrito tan reducido de espacio y de tiempo; sin embargo, me gustaría comentar sobre los padecimientos neuróticos.
He de comentar aspectos del inconsciente colectivo a fin de captar mejor esta inclinación emocional. ARQUETIPO AUSENCIA: Desde el punto de vista junguiano, al igual que todos los arquetipos es un concepto absoluto y universal. Este también es una proyección psíquica o imágenes (producciones) espirituales generados en el inconsciente colectivo y que afloran a la conciencia después de períodos largos de tiempo, generadas por experiencias repetidas fundamentalmente desde los tiempos más remotos por la observación a simple vista del comportamiento de los astros (el Sol, la Luna, Venus, etc.) sucediéndose, apareciendo y desapareciendo, de manera reiterativa e infinita en el tiempo y el espacio, de tal modo que se han grabado en el inconsciente colectivo. Se manifiestan y se revelan hacia el medio físico a través de diversas maneras, entre ellas el arte plástico. Se conformó por el ocultamiento de los astros que estuvieron observando a simple vista.—Es probable que en este arquetipo “ausencia” que he venido definiendo y estudiando se pueda o debiera estar incluido la renovación de Dios como una de sus formas de manifestarse. Jung habla de esta renovación en Tipos Psicológicos, tomo I, pp. 260 y 298: en la mente arcaica se inscribe que todo debe “morir” y “renacer” (Dios, Jesús, los dioses astrales, etc. la resurrección); aunque el arquetipo “ausencia” no debe confundirse con lo nuevo, con el ritual de lo nuevo, con el reinicio del ciclo, de los períodos astrológicos aunque sí están relacionados: el Dios castigador por el Dios bueno, amoroso. También hacer una distinción con el análisis del “revivir” de aquellos que perdieron la vida: la resucitación (resucitamiento) del héroe, del guía, del redentor. El orto del sol es el nuevo ser que nace de la madre oscuridad, el cual define el ciclo del eterno renacer o eterno retorno. Según Frazer en su libro La Rama Dorada, pp. 381 y 378-380, menciona una manifestación mitológica de este fenómeno arquetípico, señalando: “… mientras que la decisión de Zeus de que Adonis [Tammuz, dios de los pueblos semíticos de Babilonia y Siria] permaneciese una parte del año bajo el suelo [con Perséfona, reina del mundo inferior] y otra parte sobre el suelo [con Afrodita, diosa del amor], sólo es la versión griega de la desaparición y reaparición anual de Tammuz [como una proyección religiosa del movimiento de los astros, del Sol principalmente, en su aparición y desaparición diaria; del dios que muere anualmente y vuelve a revivir el círculo eterno del nacer-morir-renacer]. Los griegos adoptaron a Tammuz en el siglo VII a.C., cambiando el nombre por Adonis: “El verdadero nombre del Dios era Tammuz, y el apelativo Adonis es solamente el semítico Adon, ‘Señor’, título honorífico con el que los adoradores se dirigían a él. Pero los griegos, por equivocación, convirtieron el título de honor en nombre propio”. Tammuz es el esposo de Istar, diosa de la reproducción, la Diosa Madre. Tammuz moría todos los años, una parte se escondía y la reproducción en la Tierra se terminaba. Profeta Ezequiel 8, 14. Se disputan a Tammuz Afrodita y Perséfona, entre la diosa del amor y la de la muerte, por ello Zeus interviene para resolver esa disputa.
Una de las manifestaciones más frecuentes y lastimosas es aquella que –consciente o inconscientemente- utilizan algunos investigadores que atribuyen acciones negativas (de las que estamos mencionando) a grupos étnicos, copiando o repitiendo lo que sus mentes proyectan (Tánatos) por haber leído o escuchado de que algún otro grupo humano lo realizaba con ese instinto destructivo, con crueldad mayúscula. Cito mis propios comentarios al respecto: “…en la mayoría de las representaciones plásticas donde el planeta Venus aparece, lo encontramos simbolizando una advertencia –y no un castigo- sobre un acontecimiento de agresión -guerrera o no- que debería tener presente el pueblo maya, y no como han querido hacerlo aparecer, en este tipo de simbolismos, como un pueblo agresivo y hostil”.(*)
Regresmos al centro del tema: Veamos algunos aspectos que hemos señalado en posts anteriores y que nos conducirán en el tema. El neurótico usa diversos caminos para comunicarse con el resto de las personas, usa camuflajes al igual que el instinto Tánatos, y no es por ello nada más que se identifican, sino porque además ese personaje instintual puede incursionar adentrándose en la interioridad del ser para separarlo del instinto Eros, facilitándole la labor a ese otro que envuelve neuróticamente a la parte sana del yo. “Efectivamente, este Círculo Vicioso es retroalimentado por la propia neurosis, la cual provoca en el individuo diferentes estados neuróticos, que descansan en la Necesidad Interior, la cual toma distintas formas específicas de comportamiento y actitud frente a la realidad aparente, Idea de Perfeccionismo Idealista (IPI), ser Superior a los Demás (SD), Egolatría (EL), tener un Poder Superior (PS), Egocentrismo (EC), Dominar a los Demás (DD), Narcisismo (N), un sinnúmero de estados neuróticos que conducen invariablemente a la depresión y ansiedad” (Post COMBATIENDO VARIOS HÁBITOS ENEMIGOS CON EL WALK-RWD, SOLUCIÓN A LA PROCRASTINACIÓN). En palabras directas: las emociones negativas se retroalimentan del instinto Tánatos. Decíamos en el Post EL PODER DE LAS EMOCIONES: “Debemos tener conciencia –saber plenamente- que las emociones negativas por sí mismas no nos querrán permitir liberarnos de su dominio, pues precisamente de ello se alimentan y autogeneran, de nuestros sentimientos lacerados y abatidos. Rompamos sus poderosas cadenas destructivas, saliendo a caminar”.
Podemos parafrasear a Jung, cuando hablaba de las emociones: El Tánatos es el mismo que nos afecta desde siempre, refiriéndose al hombre primitivo y al moderno. Jung aludía a las emociones y no al instinto Tánatos. Seguramente existen varios elementos psíquicos que relacionan a estos dos personajes: Tánatos y Emociones.
Decíamos en el Post LAS EMOCIONES Y EL SISTEMA WALK-RWD: “¿Cómo podemos evitar las enfermedades generadas por las emociones descontroladas? El buen funcionamiento del cerebro permite un mejor control y regulación de las emociones, proporciona una mejor obstrucción a las malas, a las perturbadoras y a las destructivas. Un individuo que mantenga un saludable sistema simpático, que es medular del neurovegetativo, tendrá menos emociones que lo lleguen a perturbar; de igual manera podrá enfrentar más eficazmente las emociones negativas (Círculo Vicioso), ya que las podrá regular mejor y mantenerlas bajo control, y por lo mismo podrá evitar las enfermedades, pues sus emociones controladas ya no podrán gestarlas. En otras palabras, personas que no tienen o no cuentan con un sistema simpático sano o un cerebro saludable, fatigado por el estrés, aumenta su predisposición a sufrir fuertes emociones de ira, frustración, celos, odio, o cualquier otra perturbadora, por una ligera irritación o por presentársele un nimio estímulo de molestia exterior”. ¿Será coincidencia que esos estados sean los mismos que las manifestaciones encubiertas por el instinto Tánatos? La práctica de la caminata y el sistema WALK-RWD opera en dos sentidos y niveles: por un lado, nos permite recuperar el sentir de ciertas emociones agradables que por diversas razones hemos llegado a dejar de sentir; es decir, volveremos a descubrir algunas de ellas como si fuera la primera vez; por otro lado, también nos ayuda a eliminar las emociones negativas.
Las emociones negativas y los hábitos desagradables gobiernan nuestra existencia diariamente.
También he expresado: “Todos los efectos nocivos provenientes de las emociones negativas se generan dentro de un desequilibrio funcional del cerebro, y su mayor o menor grado de manifestación está directamente relacionado con la incapacidad o fatiga cerebral; sabemos que un estado saludable del cerebro, liberado del agotamiento (del estrés, por ejemplo), permite, aún en situaciones muy desagradables de desequilibrio emocional, que la persona pueda recuperarse rápidamente, pues puede autocontrolarse mejor y restablecer su equilibrio de modo inmediato. Su sistema nervioso funcionará mejor, proporcionándole un total dominio sobre sus emociones perturbadoras”.
“El sistema WALK-RWD aumenta la irrigación sanguínea y la oxigenación del cerebro, lo que provoca un mejor trabajo de él, y un funcionamiento más sano y saludable, liberándolo de la fatiga y el debilitamiento, otorgándole fortaleza para enfrentar (generación de descargas) mejor las emociones destructivas”.
“El alma del caminante genera una fuerza (invisible) que busca corregir aspectos emocionales, mentales y físicos. Recibe un aliento completo a su ser. Esa forma de ‘animación física, mental y emocional’ la reciben todas y cada una de las partes del organismo de la persona que camina, que le infunde un efecto de empoderamiento”.
“Cuando estamos bajo la influencia de una emoción negativa, no podemos sentir ni pensar en otra cosa, más que en esa emoción dañina. Sin embargo, debemos hacer un esfuerzo y salir a caminar, porque está demostrado que la práctica de la caminata reestructura el sistema nervioso, ese que está formado por células nerviosas, logrando potencializar esa reconfiguración nerviosa y su efecto sanador nervioso-emocional al complementar la caminata con las otras 3 actividades estructuradas dentro del sistema WALK-RWD. Esto nos permite enfrentar las dos vertientes de las emociones, tanto la parte negativa (emociones desagradables) como lo poderoso de las mismas (emociones poderosas). Para ambas vertientes es necesario tomar decisiones inmediatas”.
“El sistema WALK-RWD, aplicándolo de modo integral, leyendo, escribiendo y dibujando, mientras caminamos, nos equilibra, compensa y armoniza en nuestra interioridad en relación con las emociones negativas, y nos mantiene a cierta distancia saludable de las preocupaciones y relaciones desagradables de todo tipo (sociales, familiares, escolares, laborales, etc.). El sistema no sólo es caminar sino que está estructurado con 3 actividades básicas (promueven y desarrollan el impulso artístico) que permiten la evolución y la revolución mental y emocional, un ejercicio permanente que nos mueve positiva y trascendentalmente hacia el futuro, haciéndonos vivir nuestra existencia en el aquí y el ahora”, invitando -por su propia estructura sistémica y funcional- a la participación efectiva de EROS.
“La escritura, mientras caminamos, es el medio idóneo para poder conocer los diferentes ‘vasos vitales’ que tenemos bajo nuestro dominio psicológico emocional, al permitirnos, por este medio, extraer alguno o varios de los elementos que conforman cada vaso vital”.
He expresado en el Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA: “El mantenernos caminando de una manera recurrente, suscitamos e impulsamos que las negaciones mentales y emocionales, como pueden ser, en general, las inseguridades, prejuicios, desconfianza, vacilaciones, indecisiones, ideas negativas, temores, dudas, fobias, manías, odios, etc., en cualquier grado de desarrollo [de todo tipo (categoría, clase) y profundidad (grado, nivel)], que han estado almacenadas (latentes, subyacentes, escondidas, ocultas, disfrazadas, potenciales, silenciosas, furtivas, disimuladas, traicioneras) dentro de nuestra interioridad (nuestro ser interior) empiecen a convertirse en afirmaciones positivas, por el sólo hecho de avanzar física y simbólicamente en el espacio y en el tiempo”; en una sola palabra: ¡caminemos!
Para terminar con este vocablo Castigar, citaré lo que expresé en el Post ¿HOMO SOCIABILIS O SOCIALIS? LA AGRESIÓN HUMANA CAMINANDO EN LUGARES CONCURRIDOS. PARTE IV de IX: “Esta actitud natural de agresividad en el ser humano se observa en diversas acciones en la convivencia social: ¿Cuántas veces no nos hemos visto impedidos en alguna acción que deseamos realizar, por otros individuos? Cada uno de nosotros tenemos cientos de sucesos (eventos y anécdotas) de este tipo. Es un hecho de que el hombre no es sociable por esencia (naturaleza); esto se patentiza en el transcurso de la vida; a medida que vamos teniendo más edad, nos vamos haciendo insensibles a nuestros propias debilidades y temores; ya no vamos necesitando de la ayuda de los otros, y en esa medida, vamos alejándonos de los demás (hasta que alcanzamos la 3ª edad y esta es otra situación muy diferente); como un proceso natural para recuperar nuestra esencia de estar acompañados con nosotros mismos. Así es que no se asusten si van perdiendo esos amigos que fueron entrañables, ya sea por se alejan ellos de nosotros o nosotros de ellos. En esto hay que hacer la diferenciación entre lazos de sociabilidad y lazos de amor y reproducción. La sociabilidad se pierde, sin embargo, la necesidad de amor y del instinto de reproducción, se mantienen. En estos últimos dos, los lazos se mantienen casi hasta el último día de vida. Respecto al grado de intensidad entre el hombre y la mujer, existe una diferenciación: en la mujer persiste más tiempo el amor, en el hombre perdura más tiempo el instinto de reproducción. Esto se puede ampliar cuando se establece la confrontación entre los instintos Eros y Tánatos. En todos los casos que tenemos el aspecto contrario: bien y mal, blanco y negro, día y noche, que es casi en todos los momentos de la vida, podemos señalar lo mismo, en cuanto a que el ser humano busca siempre su estado natural o esencial, en este post es no ser sociable, aunque a veces nos confundimos y no sabemos qué realmente somos más: si Eros o Tánatos.”
A los 21 años escribí un poema constituido por 2 estrofas, que ahora lo titularía EROS VERSUS TÁNATOS, que dice así:
Recordarlos es persistir; recrearlos para trascender
exaltarlos en afán de inmortalidad.
Dejarlos perder es morir,
sólo la muerte los puede volver a unir.
&
La vida: continuidad de la obra;
esfuerzo humano invertido que no debe abandonarse;
obra, parte de la vida misma,
importante o no para aquellos, sí para ti;
dolor y sudor vertido que no debe desdeñarse.
&
La muerte: fin y principio; principio y fin
que no debe soslayarse.
Desfallecer con su dolor,
es no transformarlo
en conciencia, en valor y en fuerza.
&
Y en esa cadena interminable de eslabones,
tu ser continuará presente
en el insondable misterio de la noche.
&
Misterio de la vida,
angustia de la muerte,
une la noche al día;
renueva el espíritu con asaz entereza
no pienses que la cadena se rompió,
sólo ella empieza.
&
La muerte: antes de ella, el querer ser;
después de ella ¡no dejar de ser! FIN
Me pregunto: ¿Qué pasa con mi propia cadena, en esta época? ¿Cómo se llevarían mi Eros y mi Tánatos?
Se ha comentado en varias épocas que la tranquilidad es la antesala de la felicidad; la satisfacción de las necesidades humanas es el proceso razonado mediante el cual se puede presuponer y definir lo agradable sobre lo desagradable, en función de lo disponible, y de ahí el auto-valorar la felicidad de nosotros mismos para la toma de decisiones y seleccionar lo más conveniente, valioso y provechoso.
En otras palabras, esto nos permite tomar conciencia de lo que somos y de lo que podemos realizar, de lo que se tiene, y que no sabemos disfrutar como podemos y debemos, debido a ese espíritu de inconformidad que está alimentado y gobernado (regido, administrado, manipulado, dirigido, conducido, guiado, nutrido, sustentado) por la lucha abierta –pero inconsciente- que celebran cotidianamente dentro de nuestro ser íntimo, esos 2 personajes instintivos: el eros y el tánatos, que indudablemente el impulso a la “muerte” siempre está venciendo y dominando al instinto eros.
El resultado más extremoso sería –en este escenario de no saber cómo vivir la vida- de la confrontación entre estos dos personajes, como en algunos casos se suscita, señalarnos a nosotros mismos como el personaje que nos gustaría llegar a ser.
Por lo pronto, creo que debemos salir a caminar para fortalecer nuestro yo, para no permitir a Tánatos llevar la ventaja. Fortalezcamos a nuestro instinto Eros saliendo a caminar todas las mañanas.
Nota de última hora: Antes de despedirme, con todo lo que está sucediendo respecto a las Inteligencias Artificiales, quisiera invitarlos a leer mi último libro que publiqué en Amazon el día 20 de febrero, titulado “Manual para elaborar preguntas inteligentes a las I.A.” Ha sido tal mi asombro descubrir esta nueva tecnología que me gustaría que todo mundo incursionara en ella; por tal motivo decidí ejercitarme y logré encontrar ciertas técnicas y modos para elaborar preguntas a este tipo de herramientas, que estoy seguro les servirá para obtener casi todas las respuestas que se requieren en la mayoría de los ámbitos del conocimiento y actividades del ser humano, de una manera precisa, rápida y efectiva.
En la manera de preguntar está la fórmula para obtener sus respuestas. Hay que experimentarlo por uno mismo.
Loya Pinera, Rodrigo & Loya Lopategui, Carlos, Manual para elaborar preguntas inteligentes a las I.A., EMULISA, USA, 2023, Edición Kindle.
(*) Loya Lopategui, Carlos, El Dintornismo en la Plástica de los Antiguos Mayas, EMULISA, México, 2012.
Si bien en el Post EL CAMINAR Y LA LIBERTAD hablamos de ese camino donde nos sentimos libres por desarrollar una actividad o acción cualquiera, es decir, la libertad del uno mismo, la libertad personal, ahora debemos analizar ese otro camino donde se encuentra la otra parte esencial de libertad del ser humano, aquel otro por donde deberemos transitar para alcanzarla como anhelo existencial o como una realidad metafísica, esa libertad que sabemos que existe, pero que quizás no la comprendamos. Y aquí será el primer paso que demos, respondiendo al siguiente cuestionamiento: ¿Debemos buscarla y conducir nuestros pasos para alcanzarla, para acompañarnos de ella? o bien ¿Sólo debemos intentar sentirnos en libertad, sentirnos libres?
El concepto de libertad se le ha descrito y registrado como “uno de los más elevados sentimientos humanos”, pero ¿es acaso la libertad tan solo un sentimiento “romántico”, o es una necesidad instintiva? ¿Será un anhelo no consumado, una esperanza fallida e inaccesible? ¿Un espejismo emocional? Voluble por su versatilidad y veleidoso por su fragilidad o capricho. ¿Una obsesión sentimental? ¿Una ensoñación subjetiva o una realidad inobjetable? ¿Es la libertad un ideal inalcanzable? ¿Una quimera, una realidad metafísica? Sabemos que es una causa de vida, que le da sentido a nuestra existencia; pero que también es un motivo de división, de discordia y de competencia.
En general, podemos hablar de dos cúspides o vertientes, que, sin ser las únicas, podrían englobar a la mayoría de los distintos tipos y calidades (clases, categorías) de libertad, y por ende a nuestra necesidad de libertad: la libertad psicológica: de tipo espiritual, anímico, mental y metafísico (libertad interior); y la libertad física, civil, política, económica, con todos sus derechos, de culto, de asociación, de expresión y demás (libertad exterior).
Dependiendo del ámbito de acción o de pensamiento o ideología del ser humano, se puede hablar de distintos caminos que nos conducen a la libertad, aunque todos, en esencia signifiquen prácticamente lo mismo: conducirnos hacia la libertad civil o derechos inalienables respecto a la vida del individuo, que implica una libertad política, religiosa, ideológica, educativa; que incluyen a su vez una amplia gama de libertades específicas según los campos de acción o conceptuales al que se refieran; y también conducirnos hacia la otra libertad, la psicológica, anímica, espiritual.
En sí, podemos imaginar que debemos escalar dos tipos de cúspides francas (caminos francos), que nos pueden conducir, cada uno con sus características esenciales, uno físico y el otro psicológico, para alcanzar la libertad.
Antes de analizar estos 2 caminos conceptuales, vayamos a platicar algo sobre lo que es la libertad en sí.
Comprender qué es el concepto de libertad es bastante complejo; conocer los diferentes enfoques que se han formulado al paso del tiempo para explicar cómo la debemos descubrir, conseguir, sentir y ejercer, es una labor ardua. Para muestra de estas complejidades bastan las 103 opiniones y puntos de vista que recolecté y se muestran en mi libro Libertad 103 (*), emitidas por igual número de hombres y mujeres que estudiaron y escribieron sobre este tema. Por ello, he presentado en este Post un camino que nos puede acercar a su comprensión, bifurcándolo en 2 amplios ramales funcionales (de actuación): el físico y el psicológico.
Aunque dichos nombres nos permiten distinguirlos en dos categorías claras y constructivas, podrían ser modificados, según la perspectiva intelectualizada que se utilice. Es decir, se podría esquematizar menos aumentando el número de caminos que nos conduzcan a su concepción, pero verdaderamente no podría asegurar que nos ayudaría mejor en ese derrotero. Es una representación que se ha formulado en mi mente después de muchos años de estar “rumiando” alrededor de este concepto y consultando a cerca de 400 libros (físicos y digitales) que dispongo en mi biblioteca que hablan de este tema escabroso de la libertad.
En cada una de estas categorías viables e inteligibles deberemos responder a los siguientes aspectos:
¿Sencilla o compleja?
¿Llana o escabrosa?
¿Natural o artificial?
¿Amplia o limitada?
¿Extensa o difusa?
¿Liberal o totalitaria?
¿Tolerante o intolerante?
¿Reaccionaria o anárquica?
¿Pródiga o insuficiente?
¿Verdadera o ficticia?
¿Cierta o incierta?
¿Condicionada o incondicionada?
¿Justa o injusta?
¿Clara o retorcida?
¿Abierta o cerrada?
Positiva o negativa?
¿ o restrictiva?
Como se puede observar, dar respuesta puntual a cada uno de estos cuestionamientos, tampoco es una tarea fácil.
Vayamos avanzando e iniciemos nuestro análisis
Una cosa es acercarnos por ciertos caminos complicados al concepto de libertad y otro es aproximarnos a la libertad en sí, para descubrirla, sentirla y ejercerla. Quizás esto sea más difícil.
El primer escenario lo he decidido llevar a cabo en el Post futuro EL CAMINAR DE 20 PENSADORES SOBRE EL CONCEPTO DE LIBERTAD, el cual lo he dividido en 3 Partes, las que iré presentando a su debido tiempo.
El segundo escenario de ¡Cómo aproximarnos a la libertad en sí! Lo trataremos en este Post.
Cualquiera diría que primero se debería abocar a analizar el 1er escenario. Lógicamente así es: primero comprender la “cosa” y después llegar a ella.
La razón es muy simple del porqué invierto el proceso de fraguar una inherencia personal y especial de la libertad. La práctica de caminar es el medio idóneo para orientarnos hacia ella, y en este caso no es metafórica nuestra convocatoria (instigación, inducción). La caminata es un preámbulo analógico para entrar en su umbral y ello nos facilitará adentrarnos más en su conceptualización, lo que a su vez, nos guiará para escoger por cuales de sus senderos y bifurcaciones nos inclinamos, de acuerdo a nuestras personalidades y actitudes, y desde luego a nuestras propias posiciones sociales, económicas y culturales.
OBRA 1047-518 MOKSA (LIBERACIÓN)
ESCENARIO FÍSICO HACIA LA LIBERTAD.
¿Cuáles son los aspectos que le otorgan a este escenario, lo físico? Está condicionado fundamentalmente por las disposiciones sociales, civilizatorias, políticas, económicas y comerciales.
No es posible jerarquizar los diferentes ambientes y condicionamientos que conforman este camino, por lo que nuestro cometido es avocarnos a analizarlos con un orden que considero conveniente, pero no significa jerarquía, importancia o subordinación.
Considero en la conformación de este escenario físico a 8 senderos funcionales que nos conducen a la libertad:
Sendero civil.
El pertenecer a la sociedad. Ser un ciudadano.
Los derechos y obligaciones ciudadanos.
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social.
2. Sendero social.
Relaciones que adquieren las personas por pertenecer a una sociedad.
Contrato social. Tener las circunstancias sociales para desarrollar las condiciones de todo tipo de un grupo social, garantizando al ser humano el desarrollo natural de todas sus facultades físicas y mentales.
Lograr el bienestar social.
Todos los seres humanos tienen derecho a la seguridad social, económica y a la educación.
Todos los individuos, hombres y mujeres, tienen derecho a tener un trabajo, así como la garantía al descanso.
Para todos los individuos debe existir la igualdad jurídica, la igualdad política, la libertad de asociación, libertad de expresión y derecho de sufragio universal.
3. Sendero político
Derechos que los individuos tienen o se adquieren para administrar asuntos públicos o participar en el gobierno de un Estado y País.
El sendero político conduce a la observación de los derechos naturales e imprescriptibles del ser humano. Alcanzar la democracia en todos los países del mundo. Buscar la aplicación de las libertades democráticas.
Todos los individuos tienen derechos políticos.
Todos las personas, hombres y mujeres, tienen derecho a participar en el gobierno de su país.
Para todos los individuos existe la igualdad política y el derecho de sufragio universal.
4. Sendero derechos humanos
Los Derechos Humanos son aquellos de donde emanan los principios rectores que garantizan la libertad del ser humano. Derechos sobre la vida, la existencia y la libertad misma.
Evitar la injusticia y la discriminación.
Todo individuo está obligado a respetar los derechos humanos de los demás y fundamentalmente el derecho a vivir y a la libertad, así como los preceptos legales de donde emanan los principios rectores que garantizan esos derechos humanos y las garantías individuales, preceptos donde se basan el resto de las figuras legales y administrativas vaciados en los distintos órganos rectores de la ciudadanía y demás actividades económicas, políticas y sociales de los ciudadanos de cualquier país, así como al resto de las leyes y reglamentos legales que existan en la sociedad de cada nación.
Está prohibida la esclavitud. La trata de esclavos está prohibida en todas sus formas.
Nadie podrá ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes
5. Sendero Garantías Individuales
Son los preceptos legales en los que se basan los órganos rectores de la ciudadanía, tanto sociales económicas y políticas, para la disposición de las figuras legales y administrativas que se utilizan en la reglamentación ciudadana.
Garantía del respeto de los derechos humanos.
Todos los seres humanos nacen libres.
Todos los individuos tienen el derecho a circular libremente y a elegir su residencia. También tienen el derecho a salir de su país y de regresar a su país. También tienen el derecho a una nacionalidad, a la propiedad privada, individual y colectiva, y nadie podrá ser privado arbitrariamente de su propiedad.
6. Sendero Asociación
Buscar el equilibrio entre deberes y derechos. Se busca el respeto y la protección a los derechos humanos en general. Buscar la igualdad, derecho a la vida y evitar la discriminación
Para todos los individuos existe la libertad de asociación.
7. Sendero Religioso
Todos los seres humanos tienen derecho a su libertad de creencia.
Todos los individuos tienen derecho de religión.
Todas las persona tienen derecho a la libertad de religión, la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
8. Sendero Expresión
Para todos los individuos existe la libertad y el derecho de expresión y de pensamiento.
Todas las personas, hombres y mujeres, tienen derecho a la libertad de opinión y de expresión y también a difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Ayudar al pleno ejercicio de los derechos humanos, que garantice el desarrollo del ser humano y sus libertades individuales. Evitar que se violen los derechos humanos a nivel mundial.
Todas las personas tienen derecho a la libertad de pensamiento y de conciencia.
Todos los individuos tienen el derecho a la información.
La totalidad de estos senderos están referidos a una libertad exterior y todos ellos se encuentran interrelacionados, yuxtapuestos y contienen una vinculación muy importante cuando se develan ante el concepto de libertad.
ESCENARIO CULTURAL HACIA LA LIBERTAD
Por este sendero podremos caminar atendiendo los aspectos culturales (**), es decir, respecto a tomar en cuenta, por un lado, los factores culturales que intervienen en este camino, podemos señalar que 1) la cultura es una formación del espíritu; 2) la cultura es la organización del mundo interior (vida personal) y 3) la cultura tiende a satisfacer el deseo esencial del ser humano; una bifurcación que está entramada con los aspectos inconscientes, subconscientes, anímicos, emocionales.
Considero en la conformación de este escenario cultural a 6 senderos funcionales que nos conducen a la libertad:
Sendero psicológico
Las causas psíquicas que explican el comportamiento humano, en busca de su libertad individual, tanto en estado consciente como inconsciente.
2. Sendero espiritual
Estudio de las causas que orientan el conocimiento de la conducta espiritual de las personas, buscando la libertad del tipo espiritual (arte y religión)
3. Sendero anímico
Comportamiento anímico de los individuos, en relación con su posición respecto a la libertad interior.
4. Sendero emocional
Estudio de los estados emocionales del ser en un análisis de la libertad tanto exterior como interior.
5. Sendero mental
Estado mental y de conocimiento del individuo en relación con su medio social, en busca de la libertad.
6. Sendero metafísico
Esta vía se define por la búsqueda de la libertad sin tomar en cuenta las causas que la obstruyen. Es decir, se busca dentro de los aspectos naturales –no sobrenaturales- pero más allá de los análisis ordinarios y trascendiendo los pensamientos conocidos y habituales.
Lo mismo que en el escenario físico, la totalidad de estos senderos están interrelacionados, yuxtapuestos y contienen una vinculación muy importante cuando se develan ante el concepto de libertad, pero están referidos a la libertad interior.
Lo complejo que significa alcanzar la libertad, se observa con el sólo hecho que se requiere considerar los senderos de ambos escenarios, para llegar a ella. Es decir, implica la suma de estos esfuerzos y no la elección de uno u otro. Esto es lo que objetivamente representa sentirla y su logro: la complementariedad de varios empeños, ya que es indispensable transitar por todos estos senderos para su develamiento y ejercicio.
Ahora bien, voy a transmutar la palabra “libertad” por la de “liberación”, con el objetivo preciso de valorar en cuánto –y cómo- el Sistema WALK-RWD y el caminar, nos pueden ayudar a alcanzarla.
Para ello, simplemente por un lado, resumiré lo que he tratado de transmitir –en la centena de posts que llevo publicados en el Blog- sobre los múltiples aspectos que el sistema WALK-RWD nos ayuda a liberarnos considerablemente:
Cansancio
Aburrimiento
Emociones negativas
Bloqueo en la creación artística
Hábitos perjudiciales
Achaques
Desánimo
Monotonía
Desaliento
Obesidad
Procrastinación
Sedentarismo
Mal humor
Enfermedades
Disfunciones físicas
Irregularidad laboral
Rendimientos negativos en aspectos laborales
Indiferencia y desinterés
Pesimismo
Dolores
Intranquilidad interior
Soledad anormal anímica (psíquica)
Esta serie nos permite saber en cuántas formas podríamos liberarnos de todas estos aspectos que nos restringen y condicionan en nuestro comportamiento cotidiano.
Gobernar mejor la Abstracción
Mejoría en la concentración
Propiciar la Contemplación
Mejorar la Creatividad
Elevar la Eficiencia y productividad
Realización de Ejercicios físicos
Propiciar las Emociones positivas
Mejoramiento sustancial en el Entusiasmo
Escribir
Favorecimiento en los Hábitos positivos
Jugar
Leer
Facilitar y favorecer la Meditación
Aumento en la Motivación
Aprovechamiento del tiempo libre
Disposición y aprovechamiento del tiempo de ocio
Incremento en la pasión en la realización de las cosas
Ampliación del pensamiento creativo
Facilitar y mejorar la Realización personal
Favorecer la Relajación física, mental, emocional y sentimental
Aumento de la resiliencia
Mejoramiento en la sexualidad
Incremento en la producción de substancias orgánicas
Aprovechamiento de la disponibilidad del tiempo
Soledad positiva y provechosa
En estas dos acepciones del concepto de liberación observamos que una de ellas significa la eliminación de “comportamientos y aflicciones” que atrapan al ser humano, independientemente de su posición social o económica, que bien podía orientarnos a pensar en una libertad negativa, bajo los conceptos de liberación de aspectos negativos, de liberarnos de algo; la otra acepción significa el mejoramiento –en cantidad y calidad- de sus acciones diversas en su proceder cotidiano, que bien podía orientarnos a pensar en una libertad positiva, ya que nos coloca en libertad para realizar acciones positivas.
Caminemos estas 2 rutas que son cúspides inexpugnables con el objetivo de vislumbrar de alguna manera sentirnos libres, la recomendación es ponernos a escalarlas y la mejor forma es experimentar la Libertad caminando, aplicando el Sistema WALK-RWD de modo integral. No tengo la menor duda que cuando me pongo a caminar empiezo –inmediatamente- a sentir partes de esa Señora Libertad que me empieza a tocar con sus influjos milagrosos.
Caminar significa que podemos expresarnos por nosotros mismos, buscando la liberación de las negatividades y persiguiendo la libertad para satisfacer nuestras necesidades.
Los invito a hacer la prueba. Invirtamos el proceso de forjar una inherencia propia de la libertad; vayamos a encontrarnos con esa Señora, sintámosla, y posteriormente indaguemos su conceptualización. Primero sintamos su contenido y dejemos para después el saber de lo que se dice de ella. Percibámosla primero y quizás así la comprendamos mejor. Sólo se necesita un pequeño esfuerzo personal–el caminar es gratis y liberador- y colocarnos en el sendero; situación que podemos afirmar será mágica. Caminemos y busquemos agarrarnos de su mano.
Persigamos y alcancemos a la libertad cuando caminemos. Busquemos caminar para ser libres.
Al caminar generamos una libertad esencialmente humana.
(**)DEFINICIÓN DE CULTURA: A fin de puntualizar el concepto de cultura recurriremos a lo que Paul Diel expresa: “La civilización es una formación intelectual; la cultura es una formación del espíritu. La civilización es la organización del mundo exterior (vida social); la cultura es la organización del mundo interior (vida personal). La civilización tiende a satisfacer los deseos múltiples; la cultura tiende a satisfacer el deseo esencial, en Diel, Paul, Psicoanálisis de la divinidad, F.C.E., México, 1974, pp. 71-72.
Las células humanas tienen un proceso de regeneración propia ¿En qué período se calcula que las células producen el equivalente al cuerpo humano?
Efectivamente, una característica humana es que se autogenera la reposición celular en un tiempo determinado, tomándose 7 meses reponer el equivalente a un cuerpo humano.
Trataré de ser sintético a fin de presentar objetivamente cómo el sistema WALK-RWD puede colaborar incisivamente en ese proceso de regeneración celular.
La unidad funcional y de estructura del cuerpo humano más pequeña y que genera su propia energía, es la célula.
Todas las células del cuerpo humano producen su propia energía generando ciertas substancias como las proteínas, las cuales son fundamentales para el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano, además que les permite reconstruir y restaurar tejidos y estructuras que han sufrido deterioros y desgastes. El proceso general de funcionamiento celular o metabolismo le permite a la célula fabricar sus propias substancias nutritivas o anabolismo, y así mismo producir otro tipo de substancias o catabolismo, el cual lo podemos distribuir en varias etapas, a saber:
Introducción de las substancias nutritivas a la célula
Absorción de oxígeno
Empleo y Asimilación de las substancias nutritivas dentro de las células
Producción de energía
Eliminación de las substancias de desecho
División celular
Dentro de este proceso metabólico, uno de los elementos fundamentales que utilizan las células es el oxígeno. Al estar en posibilidad de absorber el oxígeno, la célula genera una oxidación sobre algunas de sus propias partes constitutivas; al llevarse a efecto esta oxidación la célula libera energía y al mismo tiempo genera dióxido de carbono, mismo que desechará posteriormente.
Esta parte del proceso metabólico de la absorción de oxígeno (respiración celular) es el mecanismo esencial que desarrollan todas las células.
La etapa de empleo y asimilación de substancias nutritivas producen una autogeneración y crecimiento en su protoplasma, de tal manera que se reconstituye -el protoplasma- y la célula crece. Al ponerse en contacto las substancias con el oxígeno, estas sufren una oxidación. Este procedimiento se desarrolla a lo largo de todo el protoplasma (movimiento y circulación celular) y el flujo del material nutritivo con el oxígeno se distribuye constantemente. Las substancias de desecho se eliminan al alcanzar la superficie exterior de la célula.
Disponer de la cantidad y calidad de oxígeno es esencial para que las células cumplan con sus funciones, además de su regularidad y armonía en su suministro.
Tengamos presente que el oxígeno conjuntamente con las células son los responsables del rejuvenecimiento (conservación, renovación, estabilidad, reparación, regeneración, restablecimiento, permanencia, restauración y recuperación) y envejecimiento de nuestro organismo en términos generales, desde la propia célula, como unidad más sencilla, hasta los órganos más complejos de nuestro cuerpo.
Aquí es donde el sistema WALK-RWD hace su aparición.
Repito textualmente los 4 párrafos siguientes: Hemos relacionado 22 variedades diferentes de caminata y todas ellas nos permiten desarrollar un ejercicio favorable para nuestra salud, del tipo aeróbico. Es decir, al realizar y aplicar dinamismos aeróbicos generamos la oxigenación de todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, mejoramos la circulación sanguínea y la circulación colateral, así como la función de la memoria y beneficiando determinantemente la actividad cardíaca. Lo importante es caminar, siempre caminar, y realizar alguna de las actividades inherentes al sistema WALK-RWD, ya sea leer, escribir o dibujar, de modo combinado.
Muchos de los problemas fisiológicos que padecemos y que hemos mencionado en posts anteriores, relacionados con los sistemas fundamentales, como son el digestivo, el cardiovascular o circulatorio, el respiratorio, el óseo y el neurovegetativo, se pueden prevenir y corregir y mantener sanos con la caminata y la ejecución del sistema WALK-RWD; de la misma manera, se logran mantener saludables las funciones y tareas del sistema neurocerebral, como ya hemos mencionado, el WALK-RWD aumenta la irrigación sanguínea y la oxigenación del cerebro, lo que provoca un mejor trabajo y un funcionamiento más sano y saludable, liberándolo de la fatiga y el debilitamiento, otorgándole fortaleza para enfrentar (generación de descargas) mejor las emociones destructivas.
Sabemos que el cerebro se oxigena cuando realizamos ejercicios, es cierto, seguramente se producen ciertos tipos de substancias que favorecen plenamente el funcionamiento de algunos de los sistemas físicos-orgánicos del cuerpo, así como partes fundamentales del cerebro, que han permanecidas dormidas, favoreciendo y estimulando sus funciones (fisiológicos-mentales).
No es completamente retornar al pasado, pues el hombre moderno no camina para cazar, no para recoger frutos, no para pastorear, no para cortar raíces; camina para ejercitar todos sus músculos (casi el 100% de ellos) y su estructura ósea. Los resultados (efectos físicos y mentales) que obtiene por caminar son exactamente los mismos desde las épocas arcaicas: ejercitación, circulación de la sangre, oxigenación de todo el cuerpo y el cerebro, impacto positivo funcional en todos los órganos y sistemas corporales y fisiológicos.
Debemos tomar muy en cuenta que no cualquier tipo de ejercicio genera una buena oxigenación de las células. Si nos estresamos mucho o si realizamos deportes extremos o si corremos ciertos peligros, etc. veremos que nuestro organismo no responde de la misma forma, ya que dedicará parte de su energía a contrarrestar la producción de ciertas substancias propias que no son favorables para el buen desempeño de la nutrición celular y a corregir algunas emociones negativas.
El sistema WALK-RWD está concebido para que la actividad de caminar y las de leer, escribir y dibujar, sean todas ellas un medio seguro y de disfrute, en donde el que lo practica no corre ningún riesgo inherente al sistema y solo realice aquello que le mantenga saludable, tranquilo y se divierta plenamente.
La actividad de caminar de modo natural, es en sí misma un mecanismo apropiado para oxigenar correctamente el proceso nutricional de las células. No tenemos que señalar ningunos límites ni parámetros para ello, sino simplemente que se camine normalmente; el resto lo desarrollará nuestro cuerpo por sí mismo.
Ahora bien, últimamente se ha hablado mucho de los RADICAES LIBRES. ¿Qué son los radicales libres? Son Moléculas que han entrado en desequilibrio porque han perdido uno o más electrones, por lo que su necesidad de restablecer su equilibrio provoca un círculo de reposición-oposición que repercute en grupos considerables de células.
Cada molécula que repone su electrón perdido transforma a la molécula que le tomó el electrón, en un Radical Libre, y así sucesivamente. Estas conmutaciones provocan perturbaciones moleculares y daños celulares, lo que a su vez pueden conducir a las muertes celulares.
Los radicales libres son necesarios en el organismo para la realización de varias funciones fundamentales y además para mantener un nivel saludable del organismo, por ejemplo nuestro sistema inmunológico genera sus propios radicales libres lo que le permite enfrentarse a agentes nocivos; sin embargo, también sucede que este proceso de reposición-oposición circular, que altera el equilibrio de los electrones en las membranas celulares, genera un estado negativo en el organismo.
¿Cómo se resuelve ese círculo letal? Está claro que la estabilidad molecular se intenta resolver localizando electrones en otras moléculas, pero invariablemente resulta en un círculo inestable. Este círculo es un proceso de oxidación (estrés oxidativo) generado por el desequilibrio entre las moléculas inestables y la capacidad orgánica que se tiene para neutralizar la perturbación molecular producida.
Sin embargo, la estabilidad se logra obtener mediante un mecanismo natural que el propio organismo logra neutralizar ese círculo letal, mediante los antioxidantes, con un proceso antioxidante natural.
Estos antioxidantes son moléculas que logran impedir la oxidación generada por los Radicales Libres, que tienen la capacidad de ceder un número variable de electrones sin perder su estabilidad.
¿Cómo se pierde el equilibrio en los electrones de las moléculas? Las causas son diversas: la alimentación, desequilibrios emocionales, la contaminación ambiental, substancias químicas que traen los alimentos procesados (conservadores, endulzantes, coloreantes, etc.), el oxígeno del aire y los rayos del sol.
¿Cómo se puede recuperar el equilibrio mediante agentes externos, con un proceso antioxidante externo? Mediante una buena dieta, substancias y componentes farmacéuticos, vitaminas, y con ejercicio.
Tengamos presente que los Radicales Libres son los responsables del envejecimiento (decadencia, degeneración) de nuestro organismo en términos generales, desde la célula, como unidad más sencilla, hasta los órganos más complejos de nuestro cuerpo.
Ahora bien, parece esto una contradicción. Decíamos que para llevar el proceso metabólico en la célula se requiere de la absorción de oxígeno, que es el elemento fundamental que utilizan las células para su producción y crecimiento. Esto con la asimilación de otras substancias nutritivas genera un crecimiento y reconstitución de su protoplasma. En todo este proceso nutritivo y de auto-recreación, el oxígeno juega un papel medular.
Mencionamos también que para producir y liberar energía, la célula genera una oxidación sobre algunas de sus propias partes constitutivas, y que esa oxidación puede provocar un desequilibrio entre las moléculas inestables y la capacidad orgánica que se tiene para neutralizar la perturbación molecular producida.
La respuesta a esta paradoja es, como ya mencionamos, disponer de la cantidad y calidad de oxígeno para que las células cumplan con sus funciones de una manera equilibrada, sin producir una oxidación dañina.
El caminar en sí, repito, es una actividad natural en el ser humano, un mecanismo apropiado para oxigenar correctamente el proceso nutricional de las células. No tenemos que señalar ningunos límites ni parámetros para ello, sino simplemente que se camine normalmente; el resto lo desarrollará nuestro cuerpo por sí mismo pues tomará y procesará el oxígeno necesario, con regularidad y armonía.
Caminemos para reconstruir y restaurar los tejidos que han envejecido, sufrido deterioros y desgastes, y para equilibrar, de este modo natural, a las moléculas que han perdido esos electrones.