EL CAMINAR Y SU SIMBOLISMO

Algunas palabras iniciales sobre el concepto de simbolismo.

Entendemos el concepto de simbolismo como un sistema de símbolos (figuras, imágenes, formas) por medio del cual se manifiestan o revelan sensaciones físicas, mentales y espirituales, creencias, convicciones, ideas, conceptos –en el que participan directamente el inconsciente y la conciencia- y que se manifiestan por medio de lenguajes escritos, orales, corporales, etc.

Todo símbolo se cataloga como un compendio subjetivo de formas e imágenes, conscientes e inconscientes, cuya interpretación difícilmente se puede demostrar científicamente

Sin pretender ser exhaustivo ni categóricos, podemos señalar una clasificación tentativa de los tipos de simbolismos que han destacado en las manifestaciones humanas, dentro del campo de lo físico-corporal (soma), psicológico (alma) y lo místico (espiritual):

  • Simbolismo en las artes
  • Simb0lismo en la psicología
  • Simbolismo fantástico
  • Simbolismo lingüístico
  • Simbolismo corporal
  • Simbolismo espiritual
  • Simbolismo del mito oral
  • Simbolismo mitológico

Algunos de ellos los encontramos esencialmente interrelacionados entre sí.

El ser humano utiliza para comunicarse con el resto del mundo formas simbólicas, tales como el cuerpo (lenguaje corporal), el arte, el lenguaje (oral y escrito), el mito, la religión, y otras más, de tal manera, que el sistema simbólico universal está compuesto por esa gama total de lenguajes que utiliza el ser humano. Ernst Cassirer nos expresa que cada uno de ellos contiene su propio conjunto de símbolos, y en mayor o menor medida, participa con una parte característica simbólica.

Cada lenguaje contiene su propia estructura alegórica y por ende su propia criptografía y simbología, sistemas escritos y/o hablados y/o corporales que utilizan “claves” enigmáticas (secretas) o formas combinadas que su comprensión encarna un hermetismo. Todas las impresiones que el ser humano recibe del exterior las configura y transforma al tipo de lenguajes, que, voluntariamente o no, consciente o inconscientemente, utiliza para comprehenderlas, aprehenderlas y procesarlas en su fuente personal interior, y ya una vez traducidas, las comunica hacia su circunstancia exterior.

Por otra parte, el ser humano utiliza una simbología interna para comunicarse consigo mismo, entre su inconsciente y su consciente.

El inconsciente individual intenta comunicarse indefectible y permanentemente con la conciencia por medio de símbolos que ha estructurado.

Debemos tener presente, que la enorme fuerza que tiene la conciencia obstaculiza la fluidez de los símbolos emanados del inconsciente, así como también, por su misma estructura y esencia, evita o evade su comprensión. Aquí es donde debemos hacer énfasis que esa labor de traducir el lenguaje del inconsciente se dificulta para la generalidad de los seres humanos.

No obstante, la traducción tácita se puede lograr transcribiendo esa simbología que utiliza el inconsciente, instruyéndose para ello.

Ahora bien, cada vez que nos disponemos a caminar, inconscientemente (de modo subliminal) nos estamos indicando que vamos a avanzar.

Es aceptable por lo general, que el simbolismo, ese mecanismo de estructuración simbólica, se oriente en el tiempo y en el espacio, a construir signos, mismos que representan diversas categorías y conceptos. Todas las imágenes significadas son exclusivas del inconsciente individual y del colectivo, es decir, de la cámara subliminal donde se originan y se procesan.

Los símbolos que se generan en el inconsciente colectivo son representaciones que permiten la conexión entre el inconsciente y la conciencia. Difícilmente podemos lograr racional y voluntariamente esa conexión mediante el diseño de nuevos signos, aunque su utilización por largos períodos podría posibilitarlo, haciéndolos inherentes al inconsciente colectivo; así pues, no es una actividad imposible.

La simbología de la actividad psíquica CORPORAL es universal, aunque cada psique individual maneja los símbolos de una manera particular, asignándoles contenidos y alcances diferentes, dependiendo de las circunstancias que a cada individuo le tocó vivir y del contexto en que se manifiesten.

Ahora bien, el caminar se puede considerar que contiene dos formas de simbolismo por las que el ser humano se comunica. La parte de trasladarse físicamente de un lugar a otro, representa un simbolismo que implica la metamorfosis del ser al desplazarse corporalmente de una circunstancia a otra, como si se estuviera transformando, al transitar sobre sus propios pies, de un estadio físico-sensitivo a otro, con diferentes sensibilidades y manifestaciones corporales.

La otra forma simbólica es el lenguaje del propio cuerpo; el estar en movimiento le permite a través de su lenguaje corporal, comunicar lo que nuestro ser físico (catarsis corporal o método mecanicista) pretende lograr a través de este movimiento del caminar; por un lado coadyuvar a la parte mental para liberarla de su estado emocional, lanzando mensajes a todas las partes del cuerpo y a los órganos funcionales, para mejorar el estado de ánimo y de salud; y por el otro, mediante esta práctica (conducta) mecánica que le permita la catarsis física de la sujeción e inmovilismo, que lo encadena, sofoca e imposibilita para desbocar sus necesidades de ejercicios. El caminar es el mecanismo simbólico que tiene por significado el reconformar e integrar el carácter y la personalidad del individuo. (Post futuro ESCUCHANDO A NUESTRO CUERPO MIENTRAS CAMINAMOS-LENGUAJE CORPORAL)..

Una extrapolación analógica de esto es el viajar, que no es otra cosa que la búsqueda de una experiencia renovadora, el inicio de un cambio que busca llegar a algún lugar; iniciadora de una metamorfosis para la trascendencia. Así, el caminar, como analogía de viajar, significa simbólicamente la necesidad intrínseca de liberarse, buscando una experiencia iniciadora, de cambio. Es un símbolo de trascendencia. Tratar de romper con el status social que le rodea: amigos, compañeros, familia, trabajo, estudios, etc. El caso de Paracelso que viajó 13 años es un ejemplo. El viaje es la representación simbólica de una búsqueda para enfrentarse con nuevas experiencias y descubrimientos, liberación, renunciación, expiación. Se genera por un estado natural de descontento con uno mismo y con el medio que nos rodea. Búsqueda de un cambio, exploración del conocimiento de la naturaleza de la vida y de la muerte, para conocer qué hacer con la existencia propia.  Dependiendo del individuo, puede ser un viaje alrededor del mundo, salir de su pueblo, cambiarse de casa, o simplemente realizar caminatas sin rumbo. Todo ello, para trascender interiormente hacia una nueva forma de vivir.  (Posts futuros DROMOMANÍA y EL SISTEMA WALK-RWD Y LA MANÍA DE VIAJAR).

El caminar como una representación de los colores lo analizaremos más adelante en el Post futuro CAMINANDO CON LOS COLORES, donde relacionamos el simbolismo de los colores con el caminar.

En síntesis, el simbolismo del caminar es el abstraerse de los condicionamientos externos, es dejar fluir los pensamientos hacia el yo interior, es encontrarse consigo mismo.

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