OTROS MEDIOS Y DISPOSITIVOS PARA LEER Y ESCRIBIR, MIENTRAS CAMINAMOS

Ya hemos mencionado en posts pasados y fundamentalmente en “LECTURA-ESCRITURA-DIBUJO: CÍRCULO VIRTUOSO” que estas 2 actividades de leer y escribir se potencializan y retroalimentan mutuamente. También hemos mencionado que todo lector perseverante, permanente y entusiasta logra ser en el futuro un escritor.

Debemos tener claro en nuestras mentes que lo único que podríamos llegar a lograr, al poner en práctica este sistema WALK-RWD, es ser un “lector dinámico”, un “escritor auténtico” o un “dibujante expresivo” (espontáneo, revelador, manifiesto). Pretender más de esto, sería un exceso (una exageración) de nuestra parte. El dinamismo en el lector significa ser frecuente, duradero, entusiasta, práctico, pero no intenso; lo auténtico en el escritor representa un individuo seguro, positivo, serio, cierto, práctico y firme; lo expresivo en el dibujante comprende a los dos anteriores. El dibujar implica las 2 actividades de leer y escribir, de modo gráfico; es decir, el ser un “lector dinámico” conlleva a ser un “escritor auténtico”, pero el ser un “dibujante expresivo” implica a las dos personalidades anteriores, de modo gráfico.

Es ideal escribir –de modo preciso – todas las buenas ideas que se generen por la lectura, pues en esa medida se demanda mayor cantidad de información. Este círculo virtuoso y continuo, produce el efecto de impulsor real de la información que requerimos en ambos sentidos.

Ahora bien, existen diversos medios que podemos utilizar para facilitar y organizar nuestra lectura; bien puede realizarse en ebooks o en audiobooks; también por medio de Smartphone o de su Tablet. La Lap Top no se recomienda por la dificultad de cargarla, mientras se camina.

Se puede leer en los Mobile Apps para iPhone y Android, y escuchar en WiFi.

La lectura diaria del periódico en cualquiera de las formas: impresos, Tablet, Smartphone, etc., o bien escuchar las noticias por Smartphone a la vez que realizamos una caminata.

La escritura también se puede lograr mediante un dictáfono por el que se vaya grabando a medida que se camina.

La música es un elemento importante en la vida pues “mueve” nuestro cuerpo, nuestras células, nuestros estados de ánimo. Es por ello también recomendable el oír música cuando caminamos.

Cada individuo podrá procesar aquella información y datos de acuerdo a su ritmo natural de espíritu creativo, con su particular y singular género literario, cada ser humano es irrepetible en el arte según nos expresa  Edel C. Piñera -en su libro Método para liberar al artista que todos llevamos dentro y producir su propia obra, de acuerdo al procesamiento de la información seleccionada -consciente o inconscientemente-; dejemos que nuestro espíritu procese la información que se esté introyectando y hagámoslo almacenando aquella que debamos mantener en la memoria, procesándola mentalmente, para generar los productos literarios que nuestro ser creador decida.

No nos aflijamos si observamos que el producto obtenido no es una belleza estética, si no nos gusta como quedó redactado, inclusive si se parece (mucho o poco) a algo de lo que hayamos leído, en cuanto al contenido o al estilo.

Edel  C. Piñera en su libro nos presenta un método novedoso para conocer y liberar al artista incógnito que todos llevamos dentro, sugiriendo pasos concretos para lograrlo; nos revela el camino para descubrir esa simiente y energía creadora sobre el arte y descubrir esa naturaleza creadora y la posibilidad ilimitada que tenemos cada uno de nosotros para poder realizarnos como artistas, provocándonos una verdadera liberación, que podrá transformar -a través de su lectura- el futuro de quien acepte el reto. A través de sus páginas recoge parte de su preocupación y de su propia experiencia sobre las potencialidades artísticas que todo individuo posee y nos comparte su conocimiento para manifestarlas.

Invita al lector(a) a reflexionar sobre las múltiples posibilidades de tipo artístico que podría desarrollar, sin distinción de edad ni sexo, con la convicción de que todos pueden lograrlo, al sólo proponérselo, con el consiguiente cúmulo de descubrimientos y satisfacciones, porque para Piñera todos tenemos un artista dentro. A través de su método encamina al lector(a) en la problemática de su libertad interior y del autoconocimiento, confrontándolo con su naturaleza creativa, que es la característica distintiva de la especie, estimulándolo para descubrir y expresar su esencia estética, sin condicionamientos del exterior.

Quiero aclarar que aquí no pretendo aconsejar nada sobre la calidad de la escritura o la intensidad de la lectura, ni sobre cuáles son los libros y autores recomendables; simple y llanamente debemos hacerlo de acuerdo a nuestros gustos y necesidades. No es un programa de estudios ni un taller de creación literaria. Debemos leer con la velocidad que deseemos, con el cuidado y el interés que tengamos.

Hay que leer según nuestros gustos y aprovechar esos momentos mediante la adquisición del conocimiento, y si se desea, escribir también.

Muchos o pocos libros distraen y enseñan; todos enriquecen nuestro conocimiento y mejoran nuestras ideas y el pensamiento. Cada libro podemos transformarlo en un diálogo con el autor, y la síntesis obtenida de ello la podemos transmutar en un compendio de ideas que podemos organizar siempre como una nueva obra escrita por nosotros. Ese diálogo se realiza con uno mismo y el autor sirve de intermediario y apuntador. Conversas contigo mismo, considerando que el autor te puede estar escuchando en tu reinterpretación, y puedes dirigirte a él como si estuviera presente con tus pensamientos. Recuerda: no es un programa de estudios, ni un taller de creación literaria, pero puedes hacerlo funcionar como tú desees.

Para ambas actividades -la de leer y de escribir- podemos facilitar su desarrollo en cuanto a las dificultades que se presentan para su ejecución práctica. En el caso de la lectura podemos adquirir el aparato adecuado para escuchar mediante audífonos, desde luego es necesario contar con la obra en el sistema de audio-libros. De esta manera se correrá menos riesgo de tropezar o caer por estar leyendo o escribiendo durante su ejercitación al caminar.

Para la escritura podemos recomendar que se utilice una grabadora o dictáfono durante la caminata y posteriormente transcribirlo en cualquier procesador de palabras e incorporarlo al objetivo que se persiga, o bien utilizar el equipo digital que nos permite escribir sobre una pantalla -mientras caminamos- y directamente se grabe al procesador.

En lo que respecta a los audio-libros, así como tienen la ventaja de facilitar la lectura también tienen varios inconvenientes desde mi particular experiencia. Sin embargo no determinan estas desventajas su eliminación para evitar considerarlo como una opción válida.

Dependerá de cada quien y sobre todo de la dificultad que se tenga para realizar la lectura sin riesgo de tropezar o caer.

En mi caso personal, me gusta repasar algunos textos que me refuerzan la comprensión de las ideas presentadas en el libro respectivo, lo que también se puede realizar en los audio-libros aunque con mayor dificultad. También me inclino a revisar periódicamente algunas partes del libro que estoy leyendo, como son los nombres de los capítulos y un sin número de necesidades que se me presentan cuando estoy re-leyendo, lo que también podríamos realizar en los audio-libros, aún con alguna dificultad. Además, existe en mí, la imperiosa necesidad de subrayar y tachar palabras y frases de los libros que leo y además de escribir notas a lo largo y ancho de todo libro que cae en mis manos, situación que difícilmente se puede realizar en los audio-libros. No obstante, éstos son una opción real para aquellas personas que consideran un riesgo leer cuando caminan.

Las anotaciones (notas, marcas, apostillas, postillas, referencias, datos, etc.) que efectuamos sobre los textos, nos ayudan para localizar los lugares específicos en el texto de nuestras observaciones que vamos realizando, sin embargo, si necesitáramos mayor espacio para desarrollar mejor nuestras propias ideas y comentarios que hemos generado por la lectura del texto, deberemos utilizar n block de notas especial para ello, donde podremos llevar un registro de todas esas ideas que se nos vayan ocurriendo a medida que vamos leyendo el texto.

Existen también los compu-libros (e-book o libro electrónico) que a mediante ellos podemos almacenar un número bastante grande de libros y realizar su lectura a través de la pantalla digital, con la comodidad de poder llevar a efecto las mismas actividades -y hasta con mayor facilidad- que podemos hacer con los libros tradicionales: repasar textos, subrayar y tachar palabras, escribir notas, etc.

Ahora bien, podemos preguntarnos ¿Por qué y para qué leer? En la generalidad de las comunidades humanas que han tenido acceso históricamente a la lectura, siempre ha existido un porcentaje de personas que les gusta leer y que desean leer, que por cierto, ha sido un porcentaje bajo; así como también otro porcentaje que no pueden o no les gusta leer; este ha sido mucho más elevado. Ver post ¿POR QUÉ LEER Y PARA QUÉ?

Los propósitos que persiguen aquellos individuos que leen son muy variados, sin embargo, existe un grupo que lo hace para conocer cómo piensan o en qué piensan otras personas. Esta actividad se puede realizar sin la necesidad de generar una discusión o confrontación de ideas y sin la obligación de acudir a un recinto para poderles escuchar. Es verdaderamente sencillo llevar el pensamiento de un individuo a cualquier parte y poderlo escuchar en el momento que lo deseemos; llevando con nosotros el libro donde aquella persona vertió sus pensamientos; podemos abrirlo y cerrarlo en las ocasiones en que queramos escucharlo; aquellas ideas, discursos, experiencias, poemas, en fin, cualquier pensamiento que el autor hubiera (haya) expuesto, descrito o referido en su obra.

Ahora bien ¿por qué un sector de la población necesita de este tipo de información? Existe una razón fundamental en las personas y es que requieren de esas vivencias, de esa información. Ya sea consciente o inconscientemente el ser humano busca respuestas a su yo interior; es decir, la obra elegida es parte de la respuesta que andan buscando, pero realmente quieren que su interioridad les responda. En un grupo de personas que pertenecen a una misma cultura y con un nivel socioeconómico semejante, encontramos individuos que se inclinan por la lectura y otros no, y la razón esencial es que los primeros tienen la necesidad de conocerse mejor a sí mismos (Nosce te ipsum: conócete a ti mismo) y los renuentes a la lectura prefieren vivir la vida sin cuestionar nada.

Marco Anneo Séneca, el filósofo latino del siglo I d. C., en sus Tratados Morales, expresaba lo siguiente respecto al leer y al escribir:

“Ven acá, torna en tus manos aquellas obras que están celebradas con mucho trabajo de tu ingenio; los versos, digo, de los dos autores que de tal manera tradujiste, que aunque no les quedó su composición les ha quedado su gracia; porque de tal suerte los pasaste de una lengua en otra, que (siendo cosa tan dificultosa) te siguieron en la ajena todas las virtudes. No hallarás en todos aquellos escritos libro alguno que deje de darte muchos y variados ejemplos de la humana variedad y de los inciertos sucesos y vanas lágrimas que, ya por esta, ya por aquella causa, se derraman. Lee lo que con gallardo espíritu en grandes cosas entonaste, y tendrás vergüenza de que con brevedad se haya de acabar y caer de tan grande altura de estilo. No hagas de modo que los que poco ha se admiraban de tus escritos pregunten: ¿cómo es posible que un ánimo tan frágil haya concebido cosas tan grandes y tan sólidas? Pasa la vista de estas cosas que te atormentan a las muchas que te consuelan, pon los ojos en tan buenos hermanos, ponlos en tu mujer y en tu hijo. Por la salud de todos éstos se convino contigo la fortuna con esta porción: muchos te quedan con que aquietarte”.

Recomiendo expresamente que se interiorice la persona en la escritura o la lectura, tanto como se pueda, de tal manera que el caminar se desarrolle de manera inconsciente. El caminar es una de las actividades motrices que realiza el ser humano de modo instintiva, es decir, que no es necesario estar atento para realizarla.

Para finalizar quisiera decir que a menudo observamos, a través de los diversos medios impresos de comunicación, que se diseñan nuevos dispositivos y aparatos para que las niñas y niños, en edad escolar, estudien estando en movimiento.

Estos equipos están provistos de plataformas y circuitos mecánicos que le invitan al infante a caminar o ejercitarse mediante pedales, que le permiten poner en movimiento algunos de sus miembros, alternadamente, tanto los brazos como las piernas. Todos esos equipos constan en la parte superior de una tabla para que puedan realizar todos sus trabajos, tareas y aprendizajes que comprenden los programas escolares, ya que pueden colocar toda clase de cuadernos, libros y demás artículos de enseñanza-aprendizaje.

Los educadores y las educadoras promueven estos aparatos –en algunas escuelas- porque ya lo han experimentado en años anteriores con elevados índices de aprovechamiento y están convencidos de que con mayor movimiento del cuerpo los niños y niñas aprenden mejor y más rápido.

También podrían diseñarse otros equipos estacionarios con los mismos propósitos y para caminar, pero esto lo podremos explicar en un post futuro “OTROS MEDIOS Y DISPOSITIVOS PARA REALIZAR UNA CAMINATA”.

Este tipo especializado de aparatos se les ha clasificado con el nombre de pupitres o mesas o escritorios cinestésicos, del gr. kineo: mover, kinesis: movimiento; statos: estacionario, permanecer.

No importa de qué medios nos valgamos para llevar a la práctica el sistema WALK-RWD, pongámonos a leer y a escribir, mientras caminamos.

JUGAR Y CAMINAR-PARTE I. NO A LA COMPETENCIA, SÍ A LA DIVERSIÓN.

Siempre podremos conjugar el caminar con el juego. Veamos cómo.

Antes que nada quisiera decir algunas palabras sobre la importancia que tiene el jugar para el ser humano.

No debemos considerar de que cualquier tipo de juego implica competir. Habrá opiniones que digan que no todos los juegos se tienen que desarrollar como una competencia; otras expondrán casos de grupos primitivos –y que todavía existen en la actualidad- que realizaban juegos sin competir; y otros más, utilizando de ejemplo a unos gatitos o perritos, argumentando que entre ellos únicamente buscan “divertirse” jugando.

El expresarlo de este modo tiene el propósito de concienciar el jugar mientras caminamos que puede conllevar una competencia consciente o inconsciente. En esta práctica de jugar al momento de caminar con las otras actividades estructuradas de leer, escribir y dibujar, deberemos evitar en lo más posible el competir.

Cuando señalo que el juego es competitivo no me refiero a que en ellos se especifique oficialmente que exista un reto entre 2 individuos o más (o 2 grupos o más), aunque un elevado porcentaje de los juegos se realicen bajo esta norma de enfrentamiento.

Una forma de competición que podemos llevar a cabo, sin crear en nuestra interioridad efectos dañinos del tipo emocional, es con nosotros mismos, pero tampoco es muy saludable; no obstante, este podría ser un modo de evitar competir con el resto de los entes y personas que componen al medio físico-social en el que estamos inmersos. Así, la única competencia que podremos librar satisfactoriamente durante toda la vida es con la misma competencia, a fin de vencerla y no seguir sus pasos, sus enseñanzas, ni sus instrucciones subconscientes.

El baile, que para unos significa jugar y para otros no –no deseo polemizar en ello-, lo he seleccionado y lo pongo de ejemplo pues todo mundo lo ha experimentado y no hay duda alguna de sus componentes; puede practicarse 1) bajo una competición; 2) como un espectáculo, o bien, 3) por el solo afán de divertirse. En los casos del tipo segundo, puede considerarse que no existe una competición expresa, puesto que no se celebra un certamen oficial, sin embargo, el o los ejecutantes deben realizar su mejor esfuerzo para que el público lo aprecie y califique adecuadamente y den su aprobación; de otra manera quizás no retengan su posición de bailarines en esa obra; conclusión, compiten por quedarse con el puesto de bailarín. En el caso tercero, puede brotar la posibilidad de que cada bailarín que participa únicamente por divertirse, compita consigo mismo.

¿Cómo se podría demostrar, que el juego en sí, y en la generalidad posiblemente, significa una competencia para el jugador? Pensemos en aquellos juegos en los cuales no se estipula una rivalidad, disputa o combate dentro de sus reglas, ni tampoco se declara oficialmente como competencia, ni existe un jurado que vaya a dar su opinión o fallo. Podríamos pensar, por ejemplo, en el juego del solitario, que se juega con cartas y se realiza exclusivamente de modo individual. El jugador que resuelve satisfactoriamente este juego, resulta satisfecho y en ciertos casos, esto puede alcanzar su alegría con euforia; es decir, que se sienta haber ganado con vanagloria, y ello correspondería a una analogía de triunfar en una competencia, que en este caso, rivaliza (es una competencia) consigo mismo.

Se podrá estar de acuerdo con esto o no, no importa ello; lo relevante es que nos demos cuenta que existe siempre la posibilidad de que en los juegos, inclusive individuales, se corre el riesgo de estar compitiendo de una manera inconsciente, lo que puede redundar en un estrés dañino.

El realizar un juego en forma individual implica varias fases en el comportamiento humano. Que alguna actividad lúdica nos resulte agradable, aceptable, aprobada, desde luego por nosotros mismos, cae en el renglón de haber dominado el juego, lo que a su vez significa haber ganado en esa experiencia lúdica. Esto significa que para nosotros mismos nos mostramos superiores. Esta iniciativa de dominar el juego responde a una necesidad de ser superior y para lograrlo debo ponerme a prueba, en tal grado que demuestre mis habilidades para ganar a los otros.

Hasta aquí sólo deseamos ganar, pero eso no es lo más importante de un juego, lo relevante es ser el número uno, el que triunfa sobre los demás y alcanza por ello, el poder.

Finalmente cualquier juego podría ser un ejemplo de este desarrollo del ser humano que busca, no divertirse, sino obtener el triunfo y la fama, para poder dominar y tener el poder sobre el resto de las personas.

El trinomio lúdico de dominar-triunfar-competir refleja los elementos fundamentales de un elevado porcentaje de tipos de juego.

Dentro de nuestro sistema WALK-RWD, propondremos -en futuros posts- diversos juegos especiales para divertirnos mientras caminamos, mismos que se conjugarán con el desarrollo de alguna de las actividades estructuradas dentro del sistema WALK-RWD (leer, escribir y dibujar). Serán juegos sencillos, pero divertidos, y todos ellos buscan intrínsecamente desarrollar alguna de esas 3 actividades.

Aunque mi filosofía de comportamiento es la de no competir –y así he diseñado la estructura de estos juegos que expondré-, la mente del ser humano está condicionada y ejercitada para encontrar mecanismos de competencia para el logro de objetivos disímbolos, en la gran mayoría de los “juegos”, aunque estos no la manifiesten abiertamente. Así que cada practicante del sistema tendrá que esforzarse para hacer caso omiso de cualquier indicio de competencia que perciba en los juegos respectivos.

Repito: En los juegos que he diseñado no se buscará, ni se tendrá como elemento sustentable la competencia; únicamente se buscará la diversión, el entretenimiento, y los objetivos específicos que se logran por medio del propio sistema WALK-RWD.

Quisiera comentar algo sobre los gatitos y los perritos, u otro tipo de cachorro de cualquier especie. Ellos verdaderamente juegan sin competir … hasta cierta edad. ¿Será que cuando empiezan a crecer inician un condicionamiento de competencia para lograr su alimentación, su sobrevivencia, la conservación y proliferación de la especie? En otras palabras ¿Únicamente los juegos de niños (muy pequeños) y los de cachorros, en general, no se manifiestan en competencia?

Hagamos pues una abstracción de nuestro condicionamiento. ¿Podremos lograr esto? Difícilmente; pero posiblemente, al tomar conciencia de ello, lo reduzcamos.

Juguemos solos. Esto sí es posible, y ello nos asegurará, en parte, la no competencia. Sin embargo, no significa que para librarnos de competir, tengamos que vivir en soledad. Lo que tenemos que lograr es asimilar (introyectar) que la competencia encierra 2 vectores principales, verdaderos e indefectibles; uno es que la energía que almacenamos (Vector A) durante esa cotidiana e inmarcesible competencia que sostenemos y sufrimos, consciente o inconscientemente, con el resto de las personas y circunstancias que experimentamos por los límites que nosotros mismos nos imponemos, nos proyecta en una dirección de progreso, a nivel personal y como parte integrante de esa gran masa -colegida- del género humano, progreso que se menciona, y no escasamente, que es un derrotero errático, poco saludable; y el otro vector (Vector B) que contiene diferente magnitud, pero sobre todo distinta dirección y sentido, nos orienta hacia un desfiladero donde encontramos indefectiblemente el estrés, la ansiedad, el desprecio, el orgullo, la soberbia, envidia, la codicia, los celos, la rivalidad, el rencor, la ambición, el resentimiento, falsedad, deslealtad, ruindad, mezquindad, y una decena más de malestares anímicos que nos evita la tranquilidad, el gusto de vivir, la diversión y en algunas ocasiones, inmolarnos a nosotros mismos.

La competencia “patente” en el juego no significa que exista una contienda declarada y establecida mediante reglas y normas, ni que un jurado vaya a emitir su fallo para designar como vencedor a uno de los jugadores contendientes. La competencia existe sin estos elementos de reglamentación, sin el procedimiento de la premiación, y sin la selección manifiesta de un ganador. Todos esos principios y elementos, aunque no sean declarados abiertamente en ciertos juegos, existen en la mente de cada individuo, por condicionamientos, al momento que se ve involucrado en un juego cualquiera. Por esos condicionamientos el ser humano, en la mayor parte de las veces y en la mayoría de las personas, se ve obligado a desarrollar riesgos extraordinarios, exponer sus mejores destrezas y habilidades, realizar excelentes cálculos, emprender cualquier actividad con su mejor valor y arrojo, hacer su mayor esfuerzo, dar lo mejor de sí mismo, como si estuviera en una competencia abierta y manifiesta.

Hagamos pues, dentro de nuestra forma no-condicionada, un esfuerzo propio para caminar y realizar aquellas actividades –incluyendo juegos sencillos- que nos diviertan y apasionen, y no nos dejemos llevar por la competencia lúdica.

Post PARTE II. EL JUEGO Y EL SISTEMA WALK-RWD. NO A LA COMPETENCIA, SÍ A LA DIVERSIÓN.

PRESERVANDO Y AFIRMANDO LA SALUD, LA CREATIVIDAD Y LA TRANQUILIDAD

Tenemos la conciencia plena de que el sistema WALK-RWD no es una entelequia, que nos pueda resolver todos nuestros problemas y alcanzar nuestros deseos, sin embargo, podemos manifestar que sí nos puede ayudar, de alguna forma, en todas nuestras dificultades y aspiraciones.

El sistema es un movimiento completo que estimula el pensamiento creativo, la generación de ideas, de grandes ideas; es un motor que mejora el funcionamiento de nuestro cuerpo, y nos procura dinamismo generando cambios en nuestra forma de sentir, pensar y actuar ante la vida. No sólo es caminar sino que está estructurado con 3 actividades básicas que permiten la evolución y la revolución mental y emocional, un ejercicio permanente que nos mueve positiva y trascendentalmente hacia el futuro, haciéndonos vivir nuestra existencia en el aquí y el ahora.

Al ponernos a caminar generamos ciertas substancias (Post futuro EL SISTEMA WALK-RWD Y LA AUTO-PRODUCCIÓN DE SUBSTANCIAS ORGÁNICAS) que favorecen el desarrollo del cuerpo en todas sus funciones; algunas de ellas benefician las tareas y la buena marcha de las actividades cerebrales, por ello mismo facilitan la fecundación de ideas, que de otra manera probablemente no se hubieran procreado originariamente, inclusive nos ayuda a capturar las grandes ideas (Post futuro EL SISTEMA WALK-RWD ESTIMULA EL PENSAMIENTO CREATIVO. PARTE I). El caminar se potencializa precisamente al practicar esas 3 actividades estructuradas dentro del sistema WALK-RWD, la lectura, la escritura y el dibujo.

La mayoría de las personas que se dedican a investigar sobre el cómo favorecer el buen desempeño de los órganos y de los sistemas del cuerpo humano: mejorar la memoria, cómo ser más creativos, favorecer la inteligencia física y emocional, tener buena salud, mejorar la actividad sexual, dormir mejor, y 2 decenas de beneficios más, invariablemente descubren que el caminar es la actividad fundamental que se debe practicar, para alcanzar el logro óptimo de esa función que están investigando y que están tratando de mejorar. Lo mismo sucede con alguna dolencia o enfermedad, tanto física o emocional, que se busca resolver: los especialistas siempre recurren a la recomendación de caminar.

Una vez que logramos crear el hábito de caminar y conjugarlo con esas 3 actividades, el sistema mismo nos permite preservar y afirmar nuestra creatividad y tranquilidad, dentro de un estado de salud física, mental y emocional aceptable.

La buena salud es el sustento de todo.

La tranquilidad es la antesala de la felicidad.

Ser creativo es tener las llaves para abrir cualquier puerta.

Con estos aforismos únicamente deseo transmitir que no podemos alcanzar quimeras como es la inmortalidad, pero sí estar y conservarnos saludables; no mantenernos en la felicidad total pero sí alcanzar la tranquilidad mental y espiritual; no ser un genio pero sí desarrollar grandes ideas.

En el siguiente diagrama se puede observar este proceso de los grandes beneficios que se logran:

  • SALUD: ENERGÍA, FORTALEZA, BRÍO Y RESISTENCIA.
  • CREATIVIDAD: INGENIO, IMAGINACIÓN, CREACIÓN DE IDEAS, BUENOS PENSAMIENTOS, IMÁGENES CREATIVAS, BUENAS INTUICIONES, SENTIDO COMÚN, BUENOS IDEALES.
  • TRANQUILIDAD: ECUANIMIDAD, PACIENCIA, DOMINIO DE SÍ MISMO, ESTABILIDAD EMOCIONAL, RELAJACIÓN, CONFIANZA EN SÍ MISMO, ÁNIMO, CERTIDUMBRE Y DESPREOCUPACIÓN, SENTIDO DE LA VIDA, ASPIRACIONES POSITIVAS.

Siguiendo los principios de la filosofía oriental, que recomienda no retener nada de aquello que nos afecte en el aspecto mental, emocional y físico, llegamos a la conclusión de que, en aparente contradicción con nuestra manera de pensar, resulta positivo el no realizar esfuerzos por retener la salud, la creatividad ni la tranquilidad, para que se reproduzcan y se afirmen de una manera natural, y el caminar nos ayuda determinantemente en este sentido.

Precisamente, el caminar nos permite instintivamente no retener las ideas y con ello las incitamos e inducimos a brotar permanentemente por nuestra mente.

Ciertamente, el caminar nos proporciona mecánicamente no retener parcialmente la salud y la dejamos fluir permanentemente por todo el cuerpo y la mente.

Justamente, el caminar nos concede automáticamente no retener parcialmente la tranquilidad y con ello le permitimos mantenerse en libertad lo que a su vez la induce a brotar permanentemente por todo nuestro ser.

Esta búsqueda implica que no deberemos retener esos tres estados benéficos en el ser, sino que, como algunas de las filosofías orientales definen que deben dejárselas fluir libremente, no debemos mantenerlas sujetas. En el futuro hablaremos, sobre cada uno de estos estadios y veremos que con el sólo caminar podremos alcanzar esos niveles, que para nuestro pensamiento occidental se escucha contradictorio y paradójico.

No me cabe la menor duda que la mayoría de los grandes pensadores y creadores tuvieron el hábito de caminar, y que consciente o inconscientemente, lo llevaban a cabo periódicamente, practicándolo por rutina o por necesidad ineludible (imperativa) por su entorno físico y social; lo mismo podría decir de aquellos y aquellas que han tenido una longevidad más allá del promedio de su ambiente social y de su época, y que han experimentado a lo largo de sus vidas una existencia saludable, casi libre de enfermedades y achaques.

Nietzsche comentó alguna vez que únicamente las buenas ideas surgen cuando nos encontramos caminando.

Homero decía que uno de sus personajes mitológicos –no mencionó cuál- caminaba con tal puntualidad y esfuerzo todos los días, que no tenía duda que lo impulsaba a realizar sus aventuras con éxito y grandeza, y a él –a Homero- lo haría trascender en la historia.

Herodoto expresaba que debemos caminar la historia para poderla escribir y relatar.

Heráclito aseveraba que su costumbre de caminar todas las mañanas, le había permitido vivir saludable todos los días de su vida y darse cuenta que el paisaje cambiaba a medida que caminaba.

Aristóteles sabía que caminando, acompañado de otras personas, podía transmitir mejor sus ideas y sus acompañantes comprenderlas mejor.

Finalmente, quisiera subrayar que el sólo hecho de caminar nos fecunda ese estado generatriz y directriz de desarrollo (impulso creativo y correctivo) intelectual, emocional y de salud física, y además, que se potencializa al combinarlo con las otras tres actividades de leer, escribir y dibujar, como ya hemos mencionado.

Tengamos en mente que la salud, la creatividad y la tranquilidad nos conducen hacia otros estadios físicos, mentales y culturales.

Los invito a caminar, leyendo, escribiendo y dibujando, para observar cómo vamos alcanzando estos estadios, en nuestro ser.

BUSCANDO LA PASIÓN EN LA REALIZACIÓN DE LAS COSAS, MIENTRAS CAMINAMOS.

Cuando la pasión nos abandona, la vida huye de nosotros escondiéndose detrás de ella.

Hemos comentado en el post “LA PASIÓN Y EL TIEMPO CAMINAN JUNTOS” que el sistema WALK-RWD, por sí mismo, crea un apasionamiento por las actividades de caminar, leer, escribir y dibujar, de tal manera que el tiempo transcurre sin darnos cuenta. Afirmamos que el sistema genera un proceso de armonización en nuestra mente y cuerpo con estas actividades, colocándonos en un excelente estadio de entusiasmo y motivación, restándole jerarquía a todas aquellas otras obligaciones cotidianas (sociales, familiares, laborales, religiosas, etc.).

Ahora bien, en este post quisiera profundizar sobre la pasión que se despierta cuando desarrollamos una actividad cualquiera.

Tomemos en cuenta de que existen dos escenarios: aquel en el que estamos alejados de tener alguna inclinación pasional hacia aquello que nos podría llamar la atención por propia decisión racional o bien por condicionamientos externos; y el escenario de las pasiones intrínsecas, cuyas raíces yacen dentro de nosotros desde que nacemos o bien las hemos venido abonando al paso del tiempo, durante los primeros años de vida.

El primer escenario es el más difícil de llevar a la práctica, pues no existen en nuestra naturaleza ninguna inclinación latente por aquello que deseamos apasionarnos.

En el segundo escenario, la labor de prender el apasionamiento es menos dificultoso y únicamente debemos descubrir esas acciones que nos apasionan y proceder de acuerdo al método que describimos para el primero.

Planteémoslo de manera general y posteriormente presentaremos los pormenores de cada escenario.

Siempre podremos encontrar tiempo para desarrollar actividades que nos apasionan. Pero, ¿cómo lograr la pasión en la realización de las cosas? Ya sea que nos encontremos en el primer o en el segundo escenario.

Una persona puede llegar a estar apasionada por realizar (desarrollar) una cierta actividad si logra tener un gran entusiasmo y gusto por realizarla, o bien, ese apasionamiento se alcanzará si llega a aficionarse o a habituarse a ella (get used to it). La afición se consigue cuando se asocia un sentimiento positivo personal hacia su realización (ejecución). En síntesis, el apasionamiento se logra mediante una satisfacción extraordinaria al llevar a cabo una acción cualquiera que te hace sentir bien y satisfecho.

En este sentido, deberemos tener conciencia de lo que nosotros mismos hemos experimentado en relación con lo atractivo o no, con lo satisfactorio o no, que resultan realizar ciertas actividades. Algunas las hacemos con reticencia otras con agrado, pero hay otras, las menos, que las realizamos con pasión.

Decimos que una actividad la realizamos con pasión, o apasionadamente, cuando nos sentimos inmersos en un remanso, nos abstraemos en el tiempo y en el espacio, disfrutamos verdaderamente lo que hacemos y nos aislamos de tal manera, que no tenemos conciencia del tiempo que ha transcurrido ni dónde nos encontramos. Esto es sentir la pasión en la realización de una actividad cualquiera, cuando estamos en el proceso de su realización.

Ahora bien, para aquellas personas que creen no sentir pasión por nada, ¿Cómo se logra el apasionamiento por algo? ¿Existe algún método o procedimiento?

Vayamos al grano de este problema mayúsculo para todo el ser humano y bastante insondable.

Si algo no nos apasiona es que no nos motiva. Cuando sentimos rechazo hacia algo, deberemos concienciar el por qué ese rechazo.

La pasión por ciertas actividades se tiene por nuestro propio ser (segundo escenario). Sin embargo, sí podemos apasionarnos por otras actividades que no nos la despiertan (primer escenario).

La afición es uno de los caminos más directos para lograr apasionarnos por una actividad cualquiera. El otro es el hábito. Mecanismos similares pero no son lo mismo. El hábito es una rutina y disciplina racionales. Ya hemos comentado en el post EL SISTEMA WALK-RWD Y LOS HÁBITOS cómo poder alcanzar un hábito positivo. Expresábamos: respecto a la adquisición de un nuevo hábito se recomienda por lo general la repetición de una acción, un determinado número de veces, y bajo ciertas condiciones idénticas, hasta que se haga inherente al propio ser. Vayamos a su definición: El hábito es la costumbre adquirida por la repetición frecuente de un acto o acción. Simplemente se sugiere lo que está en su esencia de conformación. Es correcto, sin embargo, además de la acción concreta debe considerarse toda la cadena de eslabones que lo conduzcan a su desempeño y adquisición, tomando conciencia de las actitudes y actividades que se ejercen en un ambiente controlado, y del comportamiento conductual de la persona que lo esté poniendo en práctica.

Por otro lado, la afición es una inclinación que se logra cuando le asociamos a una actividad un sentimiento positivo y que se realiza con entusiasmo durante todo su desarrollo. La afición y el hábito positivo, los podemos hacer caminar de la mano.

La afición es un paso previo a la pasión. De hecho, cuando nosotros sabemos que una actividad nos apasiona es porque tiempo atrás nos aficionamos a ella. Tomemos en cuenta que la afición tiene 3 componentes: el gusto, el entusiasmo y el apego. Cada uno de ellos se comporta de modo independiente pero conforman una unidad; es decir, son corresponsables de la acción de la afición.

El procedimiento es sencillo de entender, pero se lleva un poco tiempo alcanzar una afición.

Cada uno de sus componentes debemos cultivarlo para alcanzar la afición requerida y por ende, la pasión.

Si algo no nos gusta, entonces lo rechazamos.

Si algo no nos entusiasma es porque no tiene interés para nosotros, ni nos emociona.

Si no sentimos apego por algo es que nos incomoda o nos es indiferente.

Motivación y pasión debemos alcanzarlos en un mismo proceso, juntos, en un momento exacto, para que logren brotar al mismo tiempo.

Ahora bien, hagamos los siguientes cuestionamientos: ¿Por qué lo rechazamos? ¿Por qué no tiene interés para nosotros? ¿Por qué nos incomoda?

Si respondemos verazmente a estas 3 preguntas y las analizamos profundamente, encontraremos la posible “causa” y nos podremos conocer mejor a nosotros mismos, en cuanto a lo que sentimos y por qué lo sentimos.

Ello nos acercará a la “causa” por la cual no podemos aficionarnos a esa actividad.

Si buscamos en la “causa” aspectos positivos para cada una de las cuestiones negativas, podremos dar un paso firme para acercarnos a ella y empezar a relacionarnos mejor.

Tengamos presente que la afición se logra mediante actos repetitivos que, aunque la conciencia las rechaza, el sistema neurovegetativo (Simpático y Parasimpático) y el inconsciente las recibe y las procesa. Dejémosle al inconsciente y a estos otros sistemas ese trabajo de hacer inherente a nosotros la “causa” y en un plazo no muy largo (3 o 4 semanas) habrán creado en nosotros una afición que nos empezará a transmitir, en un nivel aceptable, la pasión por aquella actividad que antes no nos atraía.

No existe una receta para lograr apasionarse de algo, lograr la pasión por alguien o por alguna actividad; sin embargo, cabe comentar que mediante ciertas consideraciones podemos acercarnos a ella. Por lo general cada individuo guarda en su interioridad una pasión por algunas cosas y que empieza a darse cuenta de ello, hasta que logra tener contacto con ellas. Nadie puede decir a priori que siente una pasión por algo, hasta que tiene la experiencia de su relación personal o el contacto con ese algo.

Ahora bien, comentemos sobre esas consideraciones que podemos tomar en cuenta para encender una pasión por cualquier cosa (primer escenario).

1ª Consideración. Definamos aquello por lo cual queremos apasionarnos.

2ª Consideración. Analicemos aquello (objetivamente), de acuerdo a nuestra experiencia e inclinaciones –racionales y sentimentales- si nos gusta y si no sentimos rechazo por ello. Sería casi un imposible lograr un apasionamiento por algo que no nos atrae, si no nos gusta o sentimos repugnancia (físico, emocional o mental).

3ª Consideración. Elaboremos 2 listas escritas. La primera lista estará formada por los aspectos positivos, buenos, agradables, provechosos, utilitarios, divertidos, valiosos, saludables y benéficos que presenta aquello por lo cual deseamos apasionarnos. Sea una actividad como la jardinería o un deporte, la investigación de un cierto tema, o simplemente contemplar la naturaleza.

La segunda lista estará conformada por sus aspectos negativos, malos y desagradables. ¿Qué sensación nos causa imaginarnos desarrollando esa actividad (nueva o antigua) en mi vida?

4ª Consideración. Pongamos en práctica relacionarnos o contactarnos con aquello que decidimos apasionarnos y observemos nuestro comportamiento respecto a cada uno de los aspectos positivos que enumeramos en la 1ª lista: Cómo nos sentimos, el grado de satisfacción, el cansancio que sentimos, etc., y evaluemos la intensidad de su impacto en nuestras emociones ¿Es muy positivo su efecto sobre nosotros? ¿Qué tanto nos emociona? ¿Sentimos placer? ¿Sentimos pasión? (Post futuro CAMINAR: SINTIENDO Y DISFRUTANDO).

Una vez que hayamos terminado esta evaluación con todos y cada uno de los aspectos de esta lista, revisemos la segunda lista y re-analicemos si estábamos en lo correcto en sus aspectos negativos. Escribamos nuevos aspectos, en ambas listas, o eliminemos algunos. Reconfiguremos las 2 listas.

5ª Consideración. Repitamos lo descrito en la 4ª Consideración, con las 2 nuevas listas. Si no hubo modificaciones, pasar a la sexta.

6ª Consideración. Seleccionemos un solo aspecto positivo de aquello que buscamos apasionarnos, el más positivo y valioso. Cuando mucho 2 aspectos, pero se deben llevar a la práctica de modo separado e independiente, a partir de este punto.

Involucrémonos –disfrutado o no- de aquello que deseamos apasionarnos únicamente mediante el goce –o no- de ese aspecto seleccionado. Observemos nuestra inclinación hacia lo que nos lleva a apasionarnos. Hagamos abstracción del resto de aspectos positivos y sobre todo de los negativos. Sólo disfrutemos de los agradables.

7ª Consideración. (Segundo escenario) Respecto a lo que hemos comentado de que cada individuo desde que nace siente una atracción (quizás apasionamiento) por ciertas actividades, y a temprana edad, de modo inconsciente, logra ciertos hábitos y aficiones que lo inclinan de mayor modo a unas más que a otras, procedamos a descubrir esas pasiones escondidas mediante una introspección para reconocerlas y ponernos en contacto con ellas. El método es muy sencillo, simplemente recordemos qué tipos de juegos o actividades preferíamos, o qué tipo de actividades nos hacían sentir mejor, durante y después de realizarlas; ahí encontraremos nuestras escondidas aficiones, el gusto, el entusiasmo y el apego, y así descubriremos las pistas de nuestras pasiones dormidas.

Una vez identificadas, repitamos el procedimiento desde la tercera consideración a la sexta, para cada una de esas pasiones.

Como un comentario adicional, quisiera decir que la gran mayoría de las actividades que desarrollamos trae aparejados aspectos negativos –o que no son muy agradables- lo que las transforman en situaciones no apasionantes. Si pudiéramos únicamente llevar a la práctica esas actividades, sin esos aspectos desagradables, quizás las podríamos transformar en momentos o acciones apasionantes, todas ellas.

Por ejemplo, una persona desea caminar por la mañana, pero sufre por 3 situaciones desagradables –para ella-, que son: levantarse de la cama, vestirse y trasladarse al sendero. ¿Qué decide esa persona? No caminar. Sin embargo, el caminar para ella es una actividad que la llena de pasión cuando realiza su caminata en el sendero elegido.

Para esta persona, la caminata es apasionante en sí misma, pero no sus actividades colaterales (ex-ante y ex-post).

Como receta general, debemos tomar conciencia de esto que acabamos de reseñar y describir, porque así son todas las actividades humanas. Ninguna actividad se desarrolla prístinamente, todas ellas son confabulaciones de otras, y tenemos que buscar las formas de que las negativas -o no muy favorables- no entorpezcan o dificulten a las que nos apasionan. Concretamente -y siguiendo con el ejemplo-, ponderemos en lo grato del caminar por el sendero, al aire libre, sin condicionamientos, sin prisas, con puros pensamiento positivos. No especulemos en las acciones ex-post, como serían el regreso del sendero a la casa, tomar un baño y volverse a vestir. Pensemos en lo que nos permitimos darnos a nosotros mismos, salir de lo cotidiano, de las obligaciones acostumbradas y que nos introduciremos, por 30 o 60 minutos, en un “túnel aislado”, por donde nos conduciremos a contemplar la naturaleza y a escuchar lo que nos comentará nuestra interioridad en esta ocasión, que quizás no teníamos conocimiento de ello.

LA PASIÓN NOS LLEVA DE LA MANO POR CAMINOS INSOSPECHADOS.

CAMINAR DESCALZO-PARTE I.

El caminar con zapatos o caminar descalzo utilizando el sistema WALK-RWD, genera diferentes resultados. Los efectos que por medio del sistema WALK-RWD se generan, varían de acuerdo al tipo de suelo o camino, y si se camina descalzo o con zapatos.

En este post definiremos brevemente los distintos tipos de suelo que podemos utilizar para caminar descalzos, sin sufrir molestias y disfrutar nuestras caminatas. El tener el contacto directo con el suelo provoca en el caminante diferentes sensaciones y también genera efectos diferentes en el cuerpo, la mente y el espíritu.

OBRA # 538-DESCALZA

No es lo mismo caminar descalzo sobre la arena o sobre el asfalto, inclusive, si estos están fríos, frescos, templados o calientes.

Desde los orígenes de la Humanidad y seguramente durante varias centenas de milenios, nuestros ancestros de todos los confines del mundo, caminaron descalzos, en cualquier tipo de suelo en los que estuvieron recorriendo: valles, estepas, montañas, llanuras, bosques, sabanas, playas, estuarios, cañones, cañadas, ramblas, barrancos, cumbres, mesetas, eriales, desiertos, cerros, montes, colinas, riscos, icebergs, estepas, selvas, glaciales, florestas, riberas, arenales, costas, marinas, dunas. Siempre estuvieron en contacto con la madre tierra, a través de las plantas de sus pies.

De la misma manera que hemos ido abandonando el caminar –ayudándonos con otros medios de transporte- en los últimos milenios, así también hemos cubierto nuestros pies evitando el contacto directo con las distintas clases de suelo.

Caminar descalzo sobre diferentes tipos de suelo son vivencias que debemos tener todas las personas, hombres y mujeres. Prácticas tan inesperadas y sorprendentes como la de –aprovecho la oportunidad de decirlo- caminar bajo la lluvia.

Me voy a permitir recomendar que realicen algunas prácticas que he llevado a cabo a lo largo de los últimos años, al caminar descalzo sobre distintos tipos de suelo.

Elijamos, de acuerdo a nuestras posibilidades y nuestros deseos, efectuar caminatas sobre los siguientes tipo de suelo, sin ningún calzado y sin calcetas:

  • Pasto
  • Pavimento asfáltico
  • Pisos de madera
  • Pisos alfombrados
  • Pisos de granito o de mármol
  • Banquetas y suelos adoquinados
  • Arena suave (caliente y fría)
  • Arena gruesa (caliente y fría)
  • Suelos arcillosos
  • Suelos rocosos
  • Suelos con guijarros
  • Suelos de tierra, seca y húmeda.
  • Pisos de cemento liso
  • Pisos de vidrio
  • Pisos de hielo
  • Suelos mojados

Debe tenerse cuidando, desde luego, no lastimarse los pies, ni las plantas de los pies, por estar los distintos suelos: calientes, fríos, ásperos, puntiagudos, filosos, cortantes, punzantes, espinosos, escabrosos, desiguales, angulosos, difíciles, aguados, congelados, escarchados, ardientes, ardorosos, candentes, abrasadores.

Por último, es recomendable acostarse durante unos minutos de espaldas y también de frente al suelo; y después rodarse sobre él, cuidando no lastimarse, haciéndolo con cuidado y lentamente; con ropa adecuada.

Mientras más contacto directo hacemos, durante nuestras caminatas, con nuestra “tierra”, más fluye la energía dentro de nosotros.

Los invito a caminar descalzos de vez en cuando y démosle energía y poder, a través de esta absorción de “savia energética” por el contacto de los pies con el suelo, a todo nuestro cuerpo, a la mente y al espíritu.