EL INCONSCIENTE Y EL CONSCIENTE EN LA APLICACIÓN DEL SISTEMA WALK-RWD

Pasemos primeramente a conocer cómo están constituidas (Naturaleza y Composición) ambas funciones mentales, la consciencia y el inconsciente, y trataremos posteriormente de comprender cómo funcionan.

A ambas facultades se les ha nombrado de manera diferente en el ámbito de la ciencia de la psicología, implicando una diferencia en sus cualidades y categoría: entidades mentales o psíquicas; funciones anímicas o espirituales; corrientes mentales, anímicas o psíquicas. Todas ellas son válidas en nuestra exposición.

Desde luego, el concepto de Conciencia a que nos referiremos no se refiere a las distintas acepciones como la conciencia social, la conciencia emocional o empatía, la conciencia de grupo, la conciencia ecológica o ambiental, la conciencia moral o ética, y una decena más de categorías, que tratan de reforzar social y académicamente que el ser humano debe darse cuenta de ciertos preceptos normativos para el logro adecuado de la disciplina conjugada.

CONFORMACIÓN DE LA CONCIENCIA Y EL INCONSCIENTE

Antes que nada debemos decir que la psique humana comprende la totalidad de los fenómenos psíquicos tanto de la conciencia como del inconsciente (C.G. Jung). Y además, según el mismo Jung: “La personalidad humana comprende 2 cosas: primero, la conciencia y todo cuanto ésta abarca, y segundo, el amplio fondo indeterminablemente grande que constituye la psique inconsciente”.

Para incursionar en la conformación de las funciones mentales, recurriremos a una clasificación que Paul Diel realiza en su libro Psicoanálisis de la Divinidad (F.C.E., México, 1974). Diel, señala claramente a las funciones psíquicas del consciente, inconsciente y superconsciente como los estados naturales y sanos de la psique que todo ser humano tiene; haciendo una diferenciación del subconsciente como la función dañada de la mente, liberando al inconsciente de esa atribución que se le hace regularmente.

En su ensayo Diel muestra al inconsciente como la función vital y vigorosa de la psique donde se acumulan todos los deseos, apetitos e instintos rechazados o reprimidos por la conciencia; y define al subconsciente como el estado patológico e insano de la psique humana (Jung le llama sombra psicológica), el que tiene deseos inconciliables con la realidad, esa que nuestra conciencia asegura -la mayoría de las veces- que es la verdadera y auténtica. Podemos decir que la sombra psicológica o subconsciente es el resultado que se genera por aquello que la sociedad condiciona u obliga al ser humano a ocultar de la conciencia.

Algunas personas expertas en este campo, al inconsciente le llaman subconsciente; sin embargo, yo prefiero esta configuración de Diel, agregando que, llamarle subconsciente es colocar a esta función sana por debajo de la conciencia. Como entidad mental, el inconsciente tiene tres atribuciones que lo conforman: es receptáculo, es almacén y es procesador de aquellas cosas que la conciencia no desea percibir, o no se da cuenta, por ser lacerantes o insignificantes para ella. Sobre esta descalificación, Carl G. Jung (Paracélsica, Kairós, Barcelona, 1989, p. 110), nos dice: “…desde que la investigación psicológica comprendió que el inconsciente no es un mero apéndice ‘subconsciente’ o un mero pozo de la conciencia, sino más bien un sistema psíquico ampliamente autónomo, que por un lado compensa los errores y unilateralidades de la conciencia, y por otro, en algunos casos, los corrige violentamente. La conciencia puede equivocarse, como se sabe, tanto en lo natural como en lo espiritual, y eso es una lógica consecuencia de su relativa libertad. Lo inconsciente no se limita a procesos instintivos y reflejos de la zona subcortical, sino que va más allá de la conciencia y anticipa en su sistema procesos conscientes futuros. Por eso es también un supraconciente”; y el mismo autor nos expresa: Es inadecuado designar al inconsciente como ‘subconsciente’. No sólo no está ‘debajo de la conciencia’, sino que también encima, y muy por encima” (Simbología del espíritu, F.C.E., México, 1984, p. 42). Y para no dejar alguna duda al respecto, asegura: “La conciencia sólo puede pretender ocupar una situación intermedia, y tiene que tolerar el encontrarse superada y rodeada, en cierto modo, por todos los lados, por la psique inconsciente. En virtud de los contenidos inconscientes, está ligada hacia atrás con condiciones fisiológicas por una parte y por otra con premisas arquetípicas. Pero también está proyectada hacia adelante por intuiciones, las cuales, a su vez, están condicionadas, en parte por arquetipos, en parte por percepciones subliminales, que se hallan en conexión con la relatividad espacio-temporal del inconsciente” (Jung, Carl G., Psicología y alquimia, Grupo Editorial Tomo, México, 2007, p. 165).

El inconsciente es la bolsa psíquica donde se reciben (receptáculo y almacén) y analizan (procesador) tanto los impulsos internos como los estímulos externos rechazados por la conciencia, provocando una inhibición al ser.

Subrayemos que son varios los elementos no conscientes que son intrínsecos a la entidad inconsciente: los instintos, los arquetipos, deseos o impulsos reprimidos por la conciencia, los hábitos tanto positivos como negativos, los impulsos primitivos o arcaicos.

Para llevar a cabo sus funciones, el inconsciente utiliza diversos lenguajes simbólicos (los sueños, la creación plástica, lo literario, la sincronicidad, etc.) y para hacerse presente recurre de modo esencial –aunque no es la única forma- a lo que se ha denominado Numinoso. Lo numinoso es esa “magia” que todo el ser humano tiene y dispone para crear de manera original y de modo independiente a su voluntad, es decir con autonomía de la conciencia. Es un “flujo mágico” que surge del inconsciente y que revoluciona y modifica la conciencia del sujeto.

Ahora pasemos a describir someramente cómo funciona la Conciencia y cómo el Inconsciente

¿CÓMO FUNCIONA LA CONCIENCIA?

El yo es el centro de la conciencia. En la conciencia se realiza el razonamiento de los hechos y su análisis e interpretación racional. La conciencia es la entidad de la mente que abrasa al conocimiento racional en todas sus formas. Tomar conciencia de un objeto implica su conocimiento a través de los sentidos, tanto externos como internos, y/o por medio del intelecto o inteligencia.

Son varias las facultades mentales que constituyen (integran) a la conciencia: la voluntad, el razonamiento, imaginación, especulación, fantasía, meditación, pensamiento, reflexión, albedrío, juicio, inventiva, comprensión, percepción, atención, memoria, abstracción, cavilación, etc. Todas ellas funcionan para lograr un gran desempeño de la mente humana, de acuerdo a sus cometidos, y el logro funcional equilibrado del cuerpo físico.

Podríamos decir que la cognición incluye la mayoría de estas facultades mentales, además de la creatividad o el pensamiento creativo (Post EL SISTEMA WALK-RWD ESTIMULA EL PENSAMIENTO CREATIVO. PARTE I). La cognición, para su análisis, la podríamos dividir en varios tipos: mental, sensorial, abstractiva, comprensiva, intuitiva, quiditativa.

La función de la conciencia se desarrolla dentro del cerebro humano recibiendo datos y los estímulos externos mediante los sentidos. La conciencia continúa analizando e interactuando con toda esa información que el ser recibe tanto del medio exterior como de su interioridad, utilizando las facultades mentales que la constituyen. En forma concreta la conciencia nos permite darnos cuenta de lo que sucede en nuestro interior y en el medio social y natural externo al ser individual. Sin ambargo, se dice que este darnos cuenta tan sólo es aparente.

Tomando en consideración las ideas kantianas, podemos comentar que el ser humano no puede darse cuenta de las realidad, sino únicamente de lo aparente, y en este sentido, los objetos reales no pueden ser cognoscibles por los sentidos ni por la conciencia, no podemos tener conocimiento de los noúmenos, únicamente de los fenómenos, siendo estos meras apariencias de las cosas reales, una apariencia de la realidad. Hasta ahí lo kantiano.

La conciencia que aquí estamos tratando de comprender y saber cómo es su funcionamiento es la que nos permite el conocimiento de uno mismo y de lo externo a nuestro yo.

¿CÓMO FUNCIONA EL INCONSCIENTE?

Decíamos que el inconsciente individual tiene 3 atribuciones que lo constituyen: recepción, almacenamiento y procesamiento. Describamos su función preponderante, que es encauzar las cosas que la conciencia no percibe, no entiende o no reconoce, y por lo mismo ésta rechaza o reprime, a fin de liberarla del peso desequilibrante (perturbante, enajenante, desquiciante, trastornante) de las emociones negativas.

El inconsciente individual es un decidido y efectivo corrector de la conciencia.

En la referida bolsa psíquica del inconsciente es donde esos impulsos y estímulos rechazados y reprimidos se aíslan, de disgregan, se descomponen, se observan, se comparan y se examinan profundamente; es un taller especializado en todas estas acciones de conocimiento y análisis, que sin ella, la conciencia estaría actuando sin timón y cometiendo más errores de los que comete.

Además, sirve de mecanismo catártico, como medio conductor para hacer fluir a la conciencia esos estímulos e impulsos rechazados, sirviendo para que la propia conciencia los pueda asimilar de una manera idónea (apropiada, adecuada, conveniente, correcta, idónea) o menos lacerante para ella.

El inconsciente funcionando como mecanismo de catarsis, le permite a la mente humana, al raciocinio, asimilar y así mismo confrontar y transformar las circunstancias y sucesos externos al ser, en eventos personales dentro de su interioridad tanto consciente como superconsciente. A tal grado se desempeña y tiene importancia mayúscula el inconsciente en estos aspectos, que la mente dispone de él para conformar e integrar la personalidad individual del ser. La constitución e integración de la personalidad se inicia con la identificación del ser con sus propios sentimientos y emociones, con su propio yo, es decir, cuando la persona “percibe y vive” esos sentires dentro de su conciencia, logrando vivencias que son aprehendidas por la interioridad del propio ser individual. El inconsciente busca, a través de esa transmisión de información hacia la conciencia, de que esta “perciba” los sucesos (faltas, errores, culpas, omisiones y pecados cometidos) que ha agobia al individuo, con el propósito de liberarla –a la conciencia- de las emociones negativas.

El inconsciente, manifestándose por medio de cualquiera de sus lenguajes simbólicos que utiliza (sueños, pintura, literario, sincronicidad, etc.), pretendiendo que se traduzcan sus imágenes en eventos o hechos reales, sólo intenta expresar y comunicar esas imágenes que advierte y percibe en la conciencia, con el fin último y preciso de compensar y corregir los errores cometidos por la propia conciencia.

Una manifestación puntual y clara de su funcionamiento es lo que se le ha denominado condición subliminal. Todas las formas subliminales son estados inconscientes, estímulos e impulsos que son percibidos por los sentidos sin que se tenga conciencia de ello por parte del individuo que lo experimenta sensorialmente. Por lo general se expresa que la conciencia no percibe, rechaza o evita ciertos estímulos del exterior y el inconsciente los recibe y almacena para observarlos y analizarlos, a fin de corregir los estados mórbidos de la conciencia, mediante sus distintos lenguajes simbólicos, y fundamentalmente por medio de su función catártica que le permite hacer fluir hacia la conciencia esos estímulos e impulsos provenientes del exterior y así mismo de la interioridad del ser, buscando la identificación del yo con sus propios sentimientos y emociones, que no es más que la integración y fortalecimiento de la personalidad del mismo individuo.

Existen otras condiciones de funcionamiento del inconsciente, pero que están asociadas a la conciencia, mismas que se explican a continuación.

CONDICIONES (COMUNICATIVAS Y TÍPICAS) DEL FUNCIONAMIENTO DEL INCONSCIENTE Y DE LA CONCIENCIA.

Las más relevantes son:

[Con letras MAYÚSCULAS se define la función que participa con mayor intensidad, y con letras minúsculas la que participa con menor énfasis. Esta ponderación se realiza atendiendo a sus participaciones en calidad e influencia, y esencia del efecto, no en cantidad o tiempo].

a) Represión o inhibición: es la repulsión de impulsos, estímulos o deseos por parte de la conciencia que considera intolerables (CONCIENCIA, inconsciente);

b) Libido: es el impulso sexual subyacente que la represión o inhibición de éste es la causa fundamental de trastornos psíquicos (conciencia, INCONSCIENTE);

c) Sublimación: es el mecanismo inconsciente de defensa por medio del cual se convierte un impulso o un instinto en una actividad intelectual, artística o moral más elevada o superior. También: es la transferencia de un deseo (o impulso) reprimido (o inhibido) hacia un nuevo objeto (conciencia, INCONSCIENTE);

d) Complejo: es el mecanismo emocional causante de los trastornos mentales del paciente (CONCIENCIA, inconsciente).

e) Proyección: Es el mecanismo de defensa que utiliza la conciencia para identificar en otro individuo los sentimientos, deseos e impulsos que descubre en su yo interior y que considera insoportables o dolorosos y por lo mismo los rechaza (CONCIENCIA, inconsciente).

f) Compensación: Es el arreglo que realiza el inconsciente sobre la conciencia, en cuanto a los desequilibrios que sufre esta al rechazar los estímulos del exterior y a sus propios impulsos y deseos generados en la interioridad del ser (conciencia, INCONSCIENTE).

g) Introspección: Es el análisis u observación interna que uno hace de sí mismo o de sus actos. La aprehensión reflexiva por la mente de sus propios procesos. Observación del yo y de sus estados y operaciones mentales. Sinónimo reflexión, sentido interno. Existen 2 tipos de introspección: 1) Examen directo de los estados y procesos de la conciencia en el momento de su producción (generación); 2) Revivir los estados y procesos mediante un acto retrospectivo (CONCIENCIA, inconsciente).

Como una conclusión deberé mencionar que la Realidad en la que estamos subsumidos, es un mundo paralelo que la razón no se ha permitido ella misma conocer, pues parte de la realidad que observamos y percibimos, es el resultado de nuestras proyecciones mentales los cuales son contenidos inconscientes que hacen del mundo que vivimos, de ese macrocosmos, una réplica de nuestro mundo interior inconsciente (microcosmos) y que es desconocido por nuestra conciencia.

Ahora veamos como intervienen estas 2 funciones mentales en la práctica y en la aplicación del Sistema WALK-RWD.

PARTICIPACIÓN DE LA CONCIENCIA Y EL INCONSCIENTE EN LA APLICACIÓN DEL SISTEMA WALK-RWD

Es indispensable tomar en cuenta a la voluntad en este aspecto, una facultad crucial que patentiza la intervención de la conciencia (raciocinio) y del inconsciente, concurso que en algunos casos se manifiesta como colaboración y en otros como disputa.

La intervención de la conciencia en el proceso funcional del Sistema WALK-RWD es a veces complicado de orientar, y esencialmente en esa disposición de ponernos a caminar resulta muy difícil de lograr convencerla para que nuestra voluntad tome acción positiva para lograrlo, por el esfuerzo propio de ella, de la voluntad. Existen muchas esferas negativas en nuestras sensaciones, actitudes y formas de ser que nos imposibilitan dar los primeros pasos en algún sendero, las cuales hemos señalado en Posts anteriores.

En este Post no las analizaremos, pues ya lo hemos hecho en varios Posts publicados con anterioridad. Lo que sí haremos es intentar comprender cómo funciona la conciencia, esa función que nos gobierna la mayor parte de nuestras horas de vigilia, y cómo se desempeña la voluntad, esa función volitiva que le requerimos para desempeñarnos en la mayoría de las actividades que realizamos y en las acciones que toman curso para su logro.

Debemos tener presente que simbólicamente el caminar significa avanzar y eso es lo que al realizar esta práctica le estamos transmitiendo a nuestro yo interior, ese que necesita tomar conciencia de la realidad, tanto exterior como nuestra realidad interior.

Veamos cómo podremos hacer que nuestra conciencia actúe voluntariamente en el sistema WALK-RWD.

Participación de la conciencia.

El leer, escribir o dibujar mientras caminamos, genera un número considerable de beneficios físicos y mentales, los que a su vez –por procesos fisiológicos del propio cuerpo- provocan en nuestra conciencia estímulos del tipo emocional, espiritual y psicológico que nos impelen a realizar diversas actividades con ánimo, entre ellas el caminar. Así mismo, si tomamos en consideración las 5 funciones cognitivas para su evaluación efectiva (el razonamiento, la memoria, la atención, el hablar y la conducta), veremos que el caminar tiene efectos directos en esas 5 funciones de la cognición; de este modo es como el Sistema WALK-RWD en su práctica múltiple, con las 3 actividades estructuradas de leer, escribir y dibujar, se logran potencializar esas 5 funciones cognitivas compuestas, así como su rendimiento cognitivo (Post EL SISTEMA WALK-RWD Y EL RENDIMIENTO COGNITIVO). Esto último es el resultado que se obtiene cuando realizamos caminatas conjugadas con cualquiera de las 3 actividades estructuradas dentro del Sistema, ya que nos genera mayor capacidades de entendimiento, comprensión, desarrollo, lucidez, discernimiento, razonamiento, agudeza, penetración, armonía, ingenio, en la conjugación de todas y cada una de esas 3 actividades.

Como señalamos en el Post EL SISTEMA WALK-RWD Y EL RENDIMIENTO COGNITIVO, cualquier función mental que deseemos fomentar, de modo consciente, estará interrelacionada con el resto de las demás; es decir, se provocan efectos de diferente grado en todas y cada una de las facultades (capacidades y funciones) mentales, y específicamente en las cognitivas, cuando realizamos el sistema WALK-RWD de modo integral, caminando, leyendo, escribiendo y dibujando.

De manera interrelacionada, el cerebro humano lleva a cabo las 5 funciones cognitivas que hemos señalado en ese mismo Post: el razonamiento (pensar, reflexionar, meditar); el memorizar (aprender, repetir, recordar, olvidar); la atención (curiosidad, observación, análisis, interés, distracción); el hablar (platicar, dialogar, expresar, comunicar, explicar, articular, escuchar, responder, callar); y la conducta (regulación y control del comportamiento, actitudes), de tal manera efectiva que le permiten al ser reaccionar lo mejor posible ante los estímulos y los agentes externos, y en el caso de la aplicación del Sistema WALK-RWD, fomenta las actividades de leer, escribir y dibujar, mientras se camina. Para su potencialización de la función cognitiva podemos recurrir al procedimiento que se señala en el mismo Post EL SISTEMA WALK-RWD Y EL RENDIMIENTO COGNITIVO.

De manera precisa podemos decir que la conciencia participa junto con la voluntad e intención manifiesta (explícita), en la práctica del sistema WALK-RWD, cuando percibimos, pensamos, comprendemos, juzgamos, deseamos, razonamos, elegimos, rechazamos todo tipo de estímulos y agentes para comunicarnos con el medio externo que nos circunda y con nuestro propio cuerpo físico.

Participación del inconsciente.

Como expresé, el inconsciente individual se hace presente por medio de sus lenguajes simbólicos y a continuación describiré aspectos sobresalientes en el lenguaje de los sueños.

Algunas personas especializadas comentan que durante el sueño (dormir) por la noche, la mente (el inconsciente) hace limpieza, de alguna manera, de aquellas cosas que nos preocupan y molestan.

Mencioné en el Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA: “No hay duda que a través de los sueños el inconsciente nos transmite el conocimiento de nosotros mismos, y seguramente una parte de esa comunicación funcione como una catarsis efectiva. Sin embargo, para ambos beneficios, se requiere un trabajo adicional para obtener realmente un resultado efectivo.” Además, debemos preguntarnos: ¿Qué grado de efectividad tiene el inconsciente, a través de los sueños, en su función catártica?

Hay que tener claro que la participación del consciente también se realiza durante el sueño, en diferente grado, por lo que podríamos dividir los sueños en 1) aquellos que son una comunicación mayor del inconsciente, y 2) aquellos donde no lo es tanto, es decir, donde los sueños son una prolongación de la comunicación de la conciencia tal como lo efectúa durante la vigilia.

Regularmente escuchamos decir a los soñantes que soñaron con lo mismo que estaban haciendo o pensando durante el día, ya sea como repetición o bien como continuación de la vigilia. Este tipo de sueños son perfectamente comprensibles debido a que son efectuados con la participación de la conciencia, y muy poco participa el inconsciente. ¿Será que mientras más indescriptibles sean los sueños -un lenguaje encriptado- más participa el inconsciente? Una pregunta que difícilmente me atrevería a responder, afirmativa o negativamente.

Específicamente podemos decir que el inconsciente no participa mediante la voluntad consciente, sin embargo, en algunas de sus formas de comunicación que logra desarrollar para hacerse oír, podemos inducirlo, en la práctica del sistema WALK-RWD, de modo intencionado.

He experimentado, y es irrefutable, que el leer, escribir o dibujar mientras caminamos, advertimos y sentimos un número considerable de beneficios físicos, emocionales, mentales, psicológicos, y espirituales, concretamente decantamos y purgamos al inconsciente, realizamos una catarsis, en ese breve plazo de la experiencia cuando caminamos y realizamos cualquiera de las otras 3 actividades estructuradas (leer, escribir o dibujar). Y la tesis es que ya no soñaremos tanto porque el inconsciente ya no tendrá que comunicar nada –o muy poco- debido a que ya hizo catarsis durante las caminatas y las otras 3 actividades estructuradas. Nos sentiremos tan bien con el Sistema WALK-RWD que durante las noches ya no soñaremos.

Analicemos ahora el fenómeno de la Sincronicidad como uno más de sus lenguajes simbólicos, como un ejemplo ilustrativo y demostrativo de la participación del inconsciente.

De manera específica he desarrollado algunos mecanismos para lograr que el inconsciente actúe de manera voluntaria en cuanto a sus manifestaciones dentro del fenómeno de la Sincronicidad. En mi libro “Sincronicidad, Fenómeno Predecible” (*), expresé:

“Así mismo, en varias partes de la obra, analizamos las diversas formas mediante las cuales el ser humano se manifiesta hacia el exterior y que de un modo consciente o inconsciente, representan un mensaje que debemos imaginar e interpretar. Mediante la exploración, pretendemos descubrir en cada una de esas manifestaciones de la personalidad y del espíritu, la gran diversidad con que el ser humano cuenta para canalizar su propia energía creadora.

Muchas veces, con un proceder silencioso, traemos a nuestra conciencia mensajes de emociones, sentimientos o movimientos físicos de nuestro cuerpo, los cuales debemos analizar con un poco más de detenimiento, ya que por este medio podremos equilibrar y reconciliar nuestra naturaleza interior, con nuestro comportamiento en la sociedad; así podremos conocer qué piensa y siente nuestro inconsciente de nosotros mismos.

Es pues a través del presente ensayo que tratamos de orientar al lector en un campo poco estudiado en la actualidad como es la Sincronicidad, trasmitir nuestras experiencias al respecto, pero sobre todo mostrar que este fenómeno está marcando un hito en la historia de cada uno de nosotros y que debemos atenderlo como si fuera nuestra propia conciencia. De hecho creo en lo personal que sus manifestaciones son nuestra carta de navegación que nos muestra el camino a futuro. No entenderla y no atenderla es renunciar de antemano a nuestra esencia humana; estamos seguros de que es una nueva actitud de enfrentarnos con nuestro yo interior. Todo ser humano cuenta con esta función que le permite comunicar a su inconsciente de diversas formas y que en la generalidad de los casos le asignamos situaciones de coincidencias, casualidades y hasta de milagros, qué decir de las enfermedades y de nuestro sistema inmunológico.

La transmisión de información del inconsciente a través de la función sincronística nos permite explicar un sinnúmero de fenómenos que hemos catalogado siempre como casualidades y que aquí descubriremos que son acciones propias del inconsciente. De esta manera podemos avanzar para procurarnos un mejor conocimiento de nosotros mismos y conocer una herramienta para transformar, de un modo creativo, las condiciones personales de comportamiento y actitudes ante el medio que nos rodea.

La parte principal de nuestra tesis que tratamos de demostrar en el presente ensayo es que el fenómeno sincronístico puede ser predecible, es decir, podemos tener información valiosa de que esta manifestación del inconsciente está por ocurrir en nuestra persona, y también, como parte complementaria a la tesis es que dicho fenómeno se puede provocar voluntariamente estimulando ciertos elementos que participan en él.”

Para conocer y comprender la predictibilidad del fenómeno y las diferentes formas mediante las cuales se induce al inconsciente para que se manifieste a través del fenómeno de Sincronicidad, expresé en el Post LA LECTURA Y LA SINCRONICIDAD-PARTE I, lo siguiente:

“No tengo la menor duda, que la lectura es un medio que nos permite ponernos en contacto con las sincronicidades, y éstas nos conducen a encontrar respuestas, que nuestro inconsciente –seguramente- está ciertamente cansado de intentar comunicar a nuestra consciencia de otros diversos modos, y ésta no se ha percatado de ellas –de las respuestas- durante mucho tiempo, ya sea porque está incapacitado para escucharlo, o bien, rehúsa a hacerlo.

Debemos dejar llevarnos por lo que nos aconseje nuestra interioridad y no el raciocinio. Si ‘decides’ leer un libro es quizás que tu inconsciente te está invitando a hacerlo. Y si ‘decides’ volver a leer algún otro que ya habías leído, seguramente encontrarás nuevas respuestas; éstas podrían ser más importantes que aquellas ideas que encontraste en su anterior lectura.

Debemos considerar los siguientes aspectos cuando hayamos decidido atender los mensajes de nuestro inconsciente, ya sea por el fenómeno de la sincronicidad u otros lenguajes simbólicos:

1º. Tenemos que introyectar en nosotros que verdaderamente ese tipo de acciones provienen y son generadas por nuestro inconsciente. No podremos escucharlo si no creemos en su existencia.

2º. La Sincronicidad es un fenómeno predecible y además se puede inducir, por lo que podemos provocar su generación y su incidencia en manifestaciones externas.

3º. Cada manifestación sincronística del inconsciente debemos identificarla, develarla y racionalizarla.

4º. Para comprender estos mensajes del inconsciente, cada manifestación de sincronicidad, debemos analizarla e interpretarla.

Lo más importante y auténtico de nuestro ser interior lo podemos conocer y comprender a través de los diferentes lenguajes simbólicos que utiliza el inconsciente individual (y el colectivo) y la Sincronicidad es uno de ellos.”

El sistema WALK-RWD nos conduce a una integración del caminar con las otras 3 actividades fundamentes del leer, escribir y dibujar con lo cual inducimos voluntariamente a nuestro inconsciente a participar para comunicarnos con nosotros mismos y tener un mejor conocimiento de nuestra interioridad, además de otras informaciones valiosas de la realidad exterior (Libro Dintornismo. Una teoría plástico-filosófica de la realidad **). Además, podemos recurrir a algunos de los Posts donde presentamos los procedimientos -mediante la aplicación del sistema WALK-RWD-, para hacer participar al inconsciente individual:

DIÁLOGO CON NOSOTROS MISMOS MIENTRAS LEEMOS Y CAMINAMOS

ESCRIBIR PARA CONOCERNOS Y ACEPTARNOS MEJOR A NOSOTROS MISMOS, MIENTRAS CAMINAMOS

DIBUJAR, PARA CONOCERNOS MEJOR

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ DIBUJAR? LOS GRANDES BENEFICIOS MIENTRAS CAMINAMOS

DIBUJAR Y UMBRALISMO, PARA CONOCER NUESTRO YO INTERIOR

EL DIBUJO COMO LENGUAJE SIMBÓLICO

CAMINAR Y LEER EN VOZ ALTA

PROPÓSITOS Y MOTIVOS HABITUALES PARA ESCRIBIR

ESCUCHANDO A NUESTRO CUERPO MIENTRAS CAMINAMOS

BENEFICIOS ADICIONALES EN EL ACONDICIONAMIENTO DEL CUERPO Y LA MENTE

VASOS VITALES y LA ESCRITURA

LA LECTURA Y LA SINCRONICIDAD-PARTE I

También podemos recordar lo que expresé en el Post EL CONCEPTO DE EXPERIENCIA Y EL CAMINAR:

“Cada individuo es el creador de sus propias experiencias, y el proceso de biunivocidad que se desarrolla entre el consciente y el inconsciente, durante toda la vida, es el que coloca al ser en la trayectoria de todas ellas.

Por ello, todas nuestras experiencias surgen por la conjunción de esas 2 funciones, por lo que todas ellas son parte de nuestra esencia personal e individual.

De ahora en adelante debemos tomar más en serio cada una de nuestras experiencias, por sencilla que la consideremos, pues son diálogos entre el consciente y el inconsciente, que nos enriquecen al conocer –o intentamos conocer- lo que se comunican entre ellas dos.

Muchas veces no es comprensible (no comprendemos) el por qué nos suceden ciertas cosas; sin embargo, toda experiencia, buena o mala, es un producto de esos diálogos que se desarrollan en nuestra interioridad profunda, entre el consciente y el inconsciente. (En el Libro “Relatos Evanescentes”(***) presento diálogos entre la conciencia y el inconsciente de un escritor). Y podría asegurar que son más fácilmente comprensibles durante nuestras caminatas que si nos esforzamos sentados en un diván o en una cama. Son varios los posts donde me refiero a este tipo de beneficios que tiene el sistema WALK-RWD para conocer nuestra interioridad.

El personaje más interesado de ponerse a caminar es nuestro inconsciente, que es el que más se favorece. No tengamos la menor duda.”

Sólo podemos estar en armonía con nosotros mismos cuando nuestras sensaciones (sentidos) y sentimientos expresen y respondan adecuadamente a los mensajes de nuestro inconsciente, y mientras más puntuales realicemos esta labor, la correspondencia sana entre nuestras acciones (actitudes) y los sentidos (los 5 externos y los espirituales), mejor nos sentiremos con nosotros mismos.

El inconsciente además tiene otra función (efecto colateral derivado), además de las de comunicación para decirnos cómo somos y qué debemos hacer, así como de lograr el funcionamiento de partes de nuestro cuerpo -sin que nuestra voluntad participe- como son la circulación de la sangre, la marcha del corazón, la respiración, la digestión, la eliminación de substancias que deben ser eliminadas, secreciones glandulares; en forma concisa: aparte de poner en operación a nuestro cuerpo y repararlo, decirnos lo que debemos hacer, qué y cómo sentimos, es un motor infalible para lograr lo que debemos alcanzar en nuestras vidas. Esta otra función es la de “Realización Positiva”. Decíamos en el Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA: “Todo pensamiento positivo que el inconsciente lo hace suyo, es una sentencia ineludible e inaplazable, que se transforma en un hecho real en el futuro.

El deseo de mejorar en escenarios ulteriores –próximos o lejanos- abraza innumerables aspectos de la existencia del ser humano (salud, trabajo, felicidad, familia, y un larguísimo etcétera) y todos ellos se pueden transformar siempre en hechos reales, en logros positivos: Se requiere únicamente realizar dos actividades: caminar y repetir en voz alta una frase [un pensamiento positivo]. El tiempo que se le dedique a estas dos es variable, pero por mi experiencia, sólo se requiere de ½ hora diaria, durante un período perentorio de días. […] Por último, y de manera reiterada, quisiera advertir que deberemos evitar los pensamientos negativos, porque el inconsciente puede hacerlos suyos y convertirlos en realidad. Soy un creyente acérrimo de la fuerza y del poder que tiene tanto del inconsciente individual como del colectivo, por lo que recomiendo que debemos tener mucho cuidado con las ideas de autocrítica, malignas y destructoras. El inconsciente individual es el genio de la lámpara de Aladino

En otras palabras: Pidámosle al genio de nuestra lámpara, a nuestro inconsciente, de una manera positiva y fidedigna, lo que queremos lograr, y nos lo concederá.

Debemos buscar esa autenticidad con nosotros mismos, con nuestra manera de sentir, y lo lograremos escuchando y comprendiendo a nuestro inconsciente, escuchándolo y obedeciendo lo que nos señale, de tal manera que dejemos aflorar hacia el exterior todos nuestros sentimientos (realidad interior) de un manera exacta de como observemos que se desean manifestar.

El ser humano se ha re-creado a sí mismo, mediante dos tipos de actividades: aquellas que requieren de la voluntad consciente y de aquellas que no demandan de un pensamiento para realizarlas o que no necesitan de la voluntad.

El caminar es una actividad que hemos desarrollado desde siempre; alguien podría decir: desde el momento en que el ser humano se irguió sobre sus dos extremidades inferiores, pero en los dos casos son millones de años haciéndolo, lo que la coloca en ser una actividad prístina y natural en su práctica.

Cuando nuestra consciencia obliga a nuestro cuerpo a desarrollar actividades que no son primigenias, entonces se genera un desequilibrio negativo en nuestro sistema nervioso, y a su vez esto genera otros desequilibrios negativos en los distintos sistemas orgánicos de nuestro cuerpo.

Cuando realizamos cualquiera de nuestras capacidades dentro de estos dos campos mentales, no necesariamente tenemos que ser positivos ante los estímulos exteriores; precisamente debemos reaccionar de acuerdo a nuestras propias sensaciones para poder actuar de modo auténtico, para a su vez llevar a cabo esas acciones “no voluntarias” de un modo sano y no “trastocadas” -perturbadas- por la parte consciente de nuestro cerebro. De manera breve: no seamos negativos hacia nadie, hacia nada, pero menos contra nosotros mismos. La represión de nuestros sentimientos –en todos los casos- genera un estado mórbido en la conciencia y nos transforma en individuos negativos.

Tengamos presente de que contamos con un inconsciente sano y el caminar es uno de las acciones que debemos realizar para re-descubrir que sí existe; seguir caminando diariamente, y de modo integral, es poder llegar a revaluar nuestro propio inconsciente, y realizar las caminatas permanentemente es permitirnos identificarnos con él.

Lo único que sabemos que es real es lo que sentimos en nuestra interioridad, definida por nuestros “pensamientos inconscientes” (realidad interior), y ello lo podemos hacer consciente al realizar nuestras caminatas integrales, al combinarlas con la lectura, la escritura y el dibujo.

De esta manera podremos llegar a alcanzar una armonía funcional entre estas dos facultades mentales, el inconsciente y la conciencia.

(*) Loya Lopategui, Carlos, Sincronicidad. Fenómeno predecible, EMULISA, México, 2007.

(**) Loya Lopategui, Carlos, Dintornismo. Una teoría plástico-filosófica de la realidad, EMULISA, México, 2012.

(***) Loya Lopategui, Carlos & Edel C. Pinera, Relatos Evanescentes, EMULISA, México. Distribuido por Amazon, disponible en Kindle Edition.

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