Este post trata de responder -en cierta forma y de manera escueta- a lo que puede estarse generando en los sustratos más profundos de las estructuras mentales del ser humano, al estársele limitando en su edad temprana, a desplazarse como normalmente lo realiza desde que empieza a caminar. Me refiero al nuevo paradigma que puede estarse conformando por las circunstancias imperantes, a nivel mundial, a raíz de la contingencia sanitaria 2020-2021.
A los niños y niñas, de todo el mundo, se les ha estado induciendo a mantenerse limitados dentro de 4 paredes, debido a que forzosamente deben quedarse en casa para evitar el contagio. El mejor de los casos se ha dado cuando ya se les ha permitido regresar a la escuela, pero también están restringidos porque no les permiten salir a recreo; es decir, se les mantiene en una inmovilidad casi completa.
Muy probablemente se esté gestando y empeorando esa etapa final que he señalado en los posts CRÓNICA DE UNA DESAPARICIÓN ANUNCIADA EN EL PLEISTOCENO, HOMO-ITER: HOMBRE CAMINANTE. PARTE I, .HOMO-ITER: HOMBRE CAMINANTE. PARTE II, HOMO-LECTOREM Y HOMO-ESCRIPTOREM, en la que el ser humano ya casi no camina y se ha estado atrofiando en algunas funciones físicas y otras mentales, amén del decaimiento que ha sufrido en su propio sistema inmunológico y de auto-reparación y ajuste de padecimientos, afecciones y enfermedades, que ya no puede enfrentar como lo hacía hace algunas centurias o milenios, debido a que se ha transformado en un ser sedentario al 99 por ciento, dependiendo exclusivamente de medicamentos.
Según las estadísticas que hemos podido recoger, el 93% de los niños y niñas –de las ciudades- que deberían acudir a una escuela, ahora se encuentran en sus casas, y solo el 7% a nivel mundial tienen espacio para dar unos pasos afuera. De este porcentaje –urbano- mínimo, sólo el ½ por ciento puede disfrutar de una caminata más allá de un jardín de 30 metros cuadrados.
La pregunta que nos hacemos es: ¿Qué consecuencias traerá para la raza humana el continuar reduciendo su caminar desde los primeros años? Ya sabemos –y lo hemos comentado- que esas consecuencias tienen un alcance físico, pero sobre todo funcional orgánico y mental intelectual, emocional y psicológico, como lo es el aumento de la depresión por la omisión de esta actividad básica del caminar.
Por el momento, no podemos responder con certeza numérica a esta pregunta, sin embargo, ya empezamos a obtener algunos resultados objetivos en las investigaciones y en las respuestas que se están registrando en diversas regiones del mundo.
Podemos recordar a Ivan Illich en su tesis aclamada: Un mundo sin escuelas. Pero nunca dijo un mundo sin caminar. Proponía Illich darle mayor responsabilidad al ser humano para que pudiera aprender de acuerdo a sus necesidades. Planteaba una desescolarización –considerándola inminente- que le otorgaría a los seres humanos el verdadero sentido de esa responsabilidad en este renglón de la enseñanza-aprendizaje; y decía que el individuo podría –bajo este nuevo sistema- enseñar y aprender dentro de sus necesidades físicas y mentales. Desgraciadamente no opinó nada sobre el caminar; en el post CAMINANDO A TRAVÉS DE LOS ESCORZOS DE LAS CALLES, menciono mi libro Pueblo Quieto (*), aunque ya me adelantaba yo en el post ¿QUÉ RESPONDERÍAN LOS GRANDES PENSADORES SOBRE EL CAMINAR?, en el mes de abril de 2019, lo que Ivan podría haber pensado sobre esta función fundamental del ser humano, en relación con los centros educativos; ponía en voz de Illich, la siguiente pregunta sarcástica: “¿Debo asistir a algún curso para poder caminar, o inscribirme en una escuela?”
Sin desear ser alarmista, ya está anunciada la desaparición del ser humano sobre la faz de la Tierra, y no precisamente por guerras o virus, en un plazo perentorio, debido a que se le ha disminuido drásticamente su caminar, casi a cero, ahora con mayor intensidad desde su niñez.
Se deberá detener esa disminución y limitación, que ha estado minimizando la función esencial del caminar en el ser humano, que fue la causa fundamental del surgimiento del HOMO SAPIENS SAPIENS –según la teoría evolucionista- post CRÓNICA DE UNA DESAPARICIÓN ANUNCIADA EN EL PLEISTOCENO, donde mencionamos: “Muy probablemente esta transformación en los pies que observamos, sea la que le permitió al Homo Sapiens colocarse en una posición superior respecto al resto de los animales, pero sobre todo por encima de los mamíferos y sus hermanos homínidos”. Su posición erecta y sus pies fueron lo esencial que hizo que un homínido, hace 2 millones de años, se desarrollara como HOMO SAPIENS SAPIENS, según la teoría desarrollista, llegando a transformarse en el ser humano actual.
C A M I N E M O S agarrándonos de la mano de ese homínido que hace muchísimo tiempo nos mostró el camino que debemos tomar.
(*) Loya Lopategui, Carlos, Pueblo Quieto. Las caídas de la Libertad, EMULISA, México, 2015.
