CAMINAR, UNA METÁFORA EXISTENCIAL. PARTE 2 DE 4.

Al iniciar un día cualquiera –hablando del caminar- tenemos la opción de repetir la misma rutina del día anterior, o cambiarla, podemos elegir un nuevo camino, y al llegar a él, tenemos la opción de caminar hacia la derecha o hacia la izquierda, en un sentido o en el sentido contrario, etc.

De igual manera, el vivir puede ser con alegría o con tristeza, con amor o con odio, con autocrítica o aprobándonos, con orden o con desorden, con humildad o compitiendo, con cariño o con desprecio, con gordura o con delgadez, con salud o con enfermedad, en fin, podemos continuar con la analogía y observar más de cerca ambos estadios.

Decíamos en la primera parte que cuando decidimos repetir nuestra caminata por el mismo camino es una analogía a nuestro propio comportamiento existencial, pues vamos teniendo la misma conducta dentro de nuestro ambiente circunstancial, y ello nos  debe llevar a reflexionar sobre nuestro caminar para llevarlo a cabo por el sólo gusto de hacerlo, es decir, de aceptarnos y amarnos a nosotros mismos. Al respecto, quisiera comentar sobre lo que han dicho 3 pensadores.

Butler nos dice: “La introducción de elementos sutilmente nuevos en nuestro modo de actuar nos otorga ciertas ventajas: lo nuevo se funde entonces con lo viejo y ello nos ayuda a soportar la monotonía de nuestra acción. Pero si el elemento nuevo nos es bastante ajeno, no se produce la fusión de lo viejo con lo nuevo, pues la naturaleza parece sentir igual horror ante toda desviación demasiado grande de nuestra práctica ordinaria que ante la ausencia de toda desviación”.

Es necesario tener conciencia de que el avance debe realizarse con nuestro propio desarrollo emocional e intelectual.

Poupnel nos expresa: “La idea de progreso se asocia lógicamente a la idea de reanudación y de repetición. El hábito posee ya en sí la significación de un progreso; por efecto del hábito adquirido, el acto que se recomienza se vuelve a empezar con mayor facilidad y mayor precisión; los movimientos que lo ejecutan pierden su amplitud excesiva, su complicación inútil; se simplifican y se acortan. Desaparecen los movimientos parásitos. El acto reduce el gasto al mínimo necesario, a la energía suficiente, al tiempo mínimo. Y a la vez que el dinamismo mejora y se precisa, se perfeccionan la obra y el resultado”.

Por último, Bachelard, para tener una opinión sobre lo que algunas veces hemos oído sobre la rutina, nos comenta: “El hábito es un símil rutinario de una novedad”. “La costumbre es una síntesis de la novedad y de la rutina”. “El órgano se construye mediante la función, y para que los órganos sean complejos, basta con que las funciones sean activas y frecuentes [rutinarias]. Todo equivale entonces a utilizar un número cada vez mayor de los instantes que ofrece el tiempo” (Post futuro EL CAMINAR Y EL TIEMPO LIBRE. PARTE II). “Un hábito particular es un ritmo sostenido, donde todos los actos se repiten igualando de manera bastante exacta su valor de novedad, pero sin perder nunca ese carácter dominante de ser una novedad”. Y finalmente, nos aclara: “Nos reconocemos en nuestro carácter porque nos imitamos a nosotros mismos y porque nuestra personalidad es así el hábito de nuestro propio nombre”. En otras palabras, nos repetimos a nosotros mismos cuando somos rutinarios, porque nos aceptamos con satisfacción.

Obra # 369 DANZA MAYA DE LA VIDA

Debemos meditar sobre la defenestración que a veces oímos de que la rutina es patética; pues según este pensamiento de Bachelard podríamos decir: Que me repito a mí mismo recurrentemente, porque me acepto tal como soy, y ello significa una gran salud mental. En nuestra analogía metafórica, diríamos: Como amo a mi cuerpo, por eso lo ejercito caminando; me aprecio como soy y por eso avanzo en la vida. Me gusta caminar, ergo, me acepto a mí mismo.

En otro escenario analógico, podemos decir que cuando caminamos lo hacemos en el sentido de “hacia adelante” nunca hacia atrás, y si alguna vez lo experimentamos así, se deberá tener una razón para ello, para lo cual deberemos tomar conciencia y cuidado, pues podríamos caernos o perder el paso (Posts futuros: CAMINANDO PARA ATRÁS; y GIMNASIA CEREBRAL MIENTRAS CAMINAMOS); de la misma manera nos sucede en la vida cuando nuestros pensamientos y actitudes son negaciones, resistencias o protestas. Propongo que caminemos en la vida con sentido positivo, es decir, con alegría, amor, aprobándonos, con orden, con humildad, con cariño, con salud, y arrojemos para siempre fuera de nuestro ser, a la basura, y prendámosles fuego a la tristeza, al odio, a la autocrítica, al desorden, a la competencia, al desprecio,  a la enfermedad.

Realicemos nuestras caminatas todos los días, avanzando en el sentido correcto, normal, no lo hagamos en el sentido equivocado, porque vamos a perder el equilibrio y a caernos. (A menos que sea un ejercicio especial como lo que se propone en el Post futuro GIMNASIA CEREBRAL, MIENTRAS CAMINAMOS).

En la vida habitual es más difícil guiarse por el sentido correcto, nos desviamos y volvemos, una y otra vez, a los pensamientos y actitudes negativos; pero pensemos que el caminar sobre nuestros pies, en el sentido natural, hacia adelante, no tiene ningún problema para orientarnos, y así mismo debe ser nuestro actuar, pensar y sentir por la vida teniendo actitudes y pensamientos siempre positivos, siempre en el sentido correcto. Hagámoslo así, probemos y observaremos que todo se nos compone, acomoda y renueva. Recordemos que hasta el comportarnos de modo rutinario, repetitivo, es avanzar y progresar en la vida. Puedo ser yo mismo aceptándome, porque cada momento de mi existencia puede ser una oportunidad para renacer con mi propio ser, con mi yo propio, con nuestra aprobación y nuestra aceptación de nosotros mismos. Dejémonos llevar por nuestro propio sentido de la vida.

Obra # 669 CONSPIRACIÓN DE LA VIDA

Ahora bien, sigamos en marcha por el camino, sendero o vereda que elegimos, evadiendo las piedras y obstáculos que vamos encontrando en su recorrido. Muchas veces reconocemos algunos tramos donde podemos imaginar algunos problemas, por lo que debemos tener más cuidado en donde pisemos. De las misma forma es en el tránsito del vivir cotidiano, debemos observar con mucho cuidado para incurrir en el menor número de equivocaciones.

Cada recoveco, recodo o sinuosidad en tu caminata es una nueva fuente de conocimiento, de observación, de contemplación, de admiración. Lo nuevo sustituye lo visto en la curva anterior. Todos los días es un renacer, inclusive cuando elegimos el mismo sendero del día anterior, no debemos mirar para atrás y si lo hacemos será para alimentar las nuevas opciones y decisiones. No tienes que buscar lo que otros han encontrado o logrado, y no necesitas la aprobación de nadie para avanzar.

Cuando caminas lo puedes realizar acompañado, en soledad (Post EL CAMINAR Y LA ELECCIÓN DE LA SOLEDAD. PARTE I, y Post CAMINAR EN SOLEDAD, UNA ANALOGIA DE VIDA), cantando, en silencio, leyendo en voz alta (Post CAMINAR Y LEER EN VOZ ALTA); eres dueño de tu tiempo (Post EL CAMINAR Y LA FALTA DE TIEMPO, y Post futuro EL CAMINAR Y EL TIEMPO LIBRE. PARTE II), eres libre de hacerlo como te plazca (Post EL CAMINAR Y LA LIBERTAD, y Post futuro EL CAMINAR Y LOS CAMINOS DE LA LIBERTAD; Post futuro CAMINAR Y LA LIBERTAD INTERIOR-SISTEMA WALK-RWD COMO LIBERACIÓN). De la misma manera lo puedes realizar en el derrotero de la vida existencial.

Ahora bien, si continuas caminando por el sendero elegido, las experiencias sobre los escollos que observaste durante el recorrido, debes guardarlas como lo que son, simples experiencias y nunca asimilarlas de modo traumático, pues podrías paralizarte y no podrías continuar caminando, o lo harías en zigzag o con temores; a menos que hayas sufrido una caída muy fuerte. (Post futuro EL CONCEPTO DE EXPERIENCIA Y EL CAMINAR). Ten presente siempre: ¡que el camino tú solo lo has elegido y lo seguirás haciendo! En la vida diaria con nadie tienes que quedar bien, ni a nadie tienes que pedir su aprobación. En las actividades laborales es algo diferente (Post futuro EL CAMINAR Y EL TIEMPO LIBRE. PARTE II). Tus experiencias son únicamente tuyas y nadie tiene la culpa de tus pasos, buenos o malos, acertados o equivocados. Todas tus decisiones pasadas te sirven para conformar el sentido de tu vida, consciente o inconscientemente; pero ninguna experiencia negativa debe cohibir tu siguiente toma de decisiones.

Obra # 952 INOCENCIA ES VIDA

Quieres permanecer caminando dentro del sendero elegido, ¡Bien! Nadie te obliga a caminar de alguna forma, ni te exigen tomar cierta velocidad, te has vestido como tú lo decidiste, y si se te hace de noche es por tu gusto. No puedes culpar a nadie si te pierdes en el sendero.

Cada decisión que tomamos, a partir de la adolescencia, es y será con conciencia de nosotros mismos. El cúmulo de ellas nos permite avanzar en nuestra existencia y siempre deseamos abatir nuestras limitaciones físicas e intelectuales con el propósito, consciente o inconsciente, de trascender en la vida. (Post EL CAMINAR Y EL INSTINTO DE SALIR DEL LUGAR DE ORIGEN).

Vayamos a caminar imaginando que esa caminata de 30 minutos, será una representación de lo que podremos experimentar vitalmente durante el día que comienza.

13 respuestas a “CAMINAR, UNA METÁFORA EXISTENCIAL. PARTE 2 DE 4.”

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.