CAMINANDO AL COMPÁS DE LOS PIES DE LOS ESTOICOS

En cuanto a nosotros, solamente podemos investigar a tientas, caminar en la oscuridad y por conjeturas, sin tener seguridad de encontrar lo cierto, pero también sin desesperar de ello”. Séneca, Cuestiones Naturales, Séneca practicaba las caminatas, leyendo, meditando, disertando o explicando algunas ideas.

Considero que mucho de bueno tiene el ser algo de sincretista y de ecléctico. De alguna manera, las ideas y tesis del ser humano han venido conformando el mundo. Sólo hay que extraer lo mejor de ellas y en lo posible, conciliar las mejores y más viables.

El esquema genérico de la filosofía de vida estoica es que todo ser humano debe vivir en función y de acuerdo a la Naturaleza. Ello lo contemplaban desde el punto de vista de que somos seres sociales (Post ¿HOMO SOCIABILIS O SOCIALIS? LA AGRESIÓN HUMANA CAMINANDO EN LUGARES CONCURRIDOS. PARTE IV de IX), que funcionamos dentro de una sociedad y para ello debemos aplicar nuestro raciocinio. Consideraban que nuestro comportamiento debería regirse por la razón y así, el resto de las cosas tendrán que conducirse en función del raciocinio.

La palanca fundamental de su filosofía era aplicar (observar, atender, tomar en consideración, cuidar el cumplir,) con esmero las virtudes humanas, y con ello tender al perfeccionamiento de la sociedad en su conjunto y de mejorar como persona.

Eran 4 las virtudes que ostentaban como mecanismos para este progreso del ser humano: 1) Sabiduría, 2) Valor, 3) Templanza y 4) Justicia.

En palabras del estoico Séneca podríamos decir, parafraseándolo, que el ser humano debe buscar la sabiduría, la cual se alcanza siguiendo los pasos sabios de la Naturaleza, traza que está definida por sus leyes naturales. Desde luego que la Naturaleza está gobernada por la razón.

Desde mi perspectiva, los estoicos presentaban en sus acciones una posición extremista, siendo que, como Aristóteles y otros pensadores han afirmado, se debe caminar por los puntos intermedios (Post EL CAMINO DE LA VACUIDAD).

Ahora bien, decíamos en el Post LAS EMOCIONES Y EL SISTEMA WALK-RWD que las emociones pueden ser del tipo positivo o agradables y negativo o desagradables, y en el Post EL PODER DE LAS EMOCIONES, decíamos: “Además de esa gran categorización, de positivas y negativas, el ser humano aceptablemente ‘sano’, de edad adulta, es un todo complejo y continuo de emociones leves –en un extremo- y poderosas –en el otro extremo; es decir, se distienden en pares máximos opuestos: Sencillas y Complejas, Tenues y Agudas, Débiles y Fuertes, Vacilantes y Firmes, etc.; en sí, emociones que van desde el umbral más Leve hasta el más Poderoso.

Algo muy significativo de ellas es que pueden transformarse en la causa de diversas enfermedades.

A este respecto, los estoicos clasificaban a las emociones en positivas y negativas, y su exhortación naturalista era que el ser humano deberá alejarse de las desagradables y acercarse a las agradables, para lo cual definieron -dentro de su filosofía de vida- varias recomendaciones efectivas y específicas; una de ellas la exponemos a continuación.

¿Por qué se han abandonado algunas tesis de los Estoicos?

Independientemente de las respuestas, que las iremos exponiendo dentro de las concepciones siguientes, el contacto con la naturaleza para ellos era fundamental: “todo ser humano debe vivir en función y de acuerdo a la Naturaleza” y “el ser humano debe buscar la sabiduría, la cual se alcanza siguiendo los pasos sabios de la Naturaleza, traza que está definida por sus leyes naturales”. Esta filosofía la podemos vislumbrar en nuestro sincretismo (eclecticismo), sobre el concepto de ‘Naturaleza’ y su vinculación con el caminar.

El caminar es algo natural en el ser humano, y lo hemos venido abandonando: ¿De modo planeada atendiendo a intereses tecnológicos?

En boca del mismo estoicismo: todo suceso o estado de cosas es la consecuencia necesaria de causas previas, es el resultado de una causalidad indispensable y esencial, pero ¿Realmente indispensable y esencial? Y aquí entraría el determinismo, aspecto que lo tomamos en consideración así como al concepto de causa-efecto.

Se pone en consideración si todo lo que ocurre es necesario. Bien podríamos cuestionar de que si no saldré a caminar diariamente por el resto de mis días, será necesario cambiar mi enfoque.

La respuesta: no todo lo que ocurre es natural; por lo que no es una respuesta necesariamente de la Naturaleza.

Los estoicos tiene su propia respuesta: su Determinismo. Aseguraban que todo suceso o estado de cosas tiene una causa, -el caminar o no caminar-, y que toda causa es verdaderamente suficiente para su efecto –caminamos porque lo decidimos. Si inventaran un medicamento para suministrar al cuerpo (físico y mental) los mismos efectos benéficos que el caminar, argumentarían los estoicos  –al igual que yo- que eso no es natural.

Y aquí entra en juego dos conceptos: la responsabilidad del sujeto y su libertad.

Si estamos ya determinados a perder nuestra práctica de caminar, no tiene nada que hacerse respecto a la responsabilidad del ser humano, pues ya está todo definido.

En otras palabras: No podemos ser responsables para tomar una acción (¡caminar!) si no tuvimos la libertad para hacerlo (Post CAMINANDO POR 2 CÚSPIDES INEXPUGNABLES DE LA LIBERTAD, Post futuro EL CAMINAR DE 20 PENSADORES SOBRE EL CONCEPTO DE LIBERTAD. PARTE I de III). Como Humanidad pareciera que todo indica que ¡No vamos a poder evitar llegar a ser una masa viviente sedentaria!

Sin embargo, los estoicos afirmaban que todo individuo –hombre o mujer- era plenamente responsable de su acción, y por lo mismo, aunque los actos humanos están determinados, el ser humano es responsable de sus propias acciones, y por lo mismo, sí puede, de acuerdo a su restringida libertad, tomar ciertas decisiones para su natural y pertinente sentido de su vida.

Según esta tesis estoica, sí podemos con juicio y raciocinio, retomar el camino que la Naturaleza nos ha trazado de caminar sobre este planeta Tierra. Recordemos a Prometeo en su mensaje más significativo, en aquellas épocas míticas, que la única misión insoslayable que debemos realizar es: “Caminar sobre el planeta Tierra”. Lo mismo podemos indicar y asegurar, parafraseando a Ortega y Gasset: “El hombre tiene una misión de caminar sobre la tierra. Esta misión no ha sido impuesta por nadie ni por nada. La lleva dentro de sí, es la raíz misma de su constitución”.

A manera de conclusión.

Independientemente que todo estuviera determinado y definido, de todas maneras deberemos caminar, aunque fuéramos a perder esta actividad natural.

Colocándonos en esta diatriba sería interesante disponernos a caminar retando el determinismo estoico y pensando que dado que el caminar es una actividad ingénita en el ser humano y por lo mismo natural, respondería a las leyes de la Naturaleza, y quizás así encontraríamos en el futuro que el caminar en el ser humano sí estará respondiendo a un determinismo porque ha escuchado las indicaciones de Prometeo. Por lo tanto pongámonos a caminar al compás natural de los estoicos.

“…sucediéndoles lo que a los caminantes, que entretenidos en alguna conversación o alguna lectura, o algún interior pensamiento, echan de ver que han llegado al lugar antes que entendiesen estaban cerca. Así este continuo y apresurado viaje de la vida, en que vamos a igual paso los dormidos y los despiertos, no lo conocen los ocupados sino cuando se acabó”. Séneca.

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