Como ya hemos mencionado en varios de los Posts publicados hasta la fecha, el ejercicio de caminar pone en acción a todos nuestros sentidos, tanto los externos (Gusto, Olfato, Vista, Oído y Tacto) como los internos (Orientación, Espacial, Sentido Común, Intuición, Memoria, Percepción, Cognitivo, Imaginación, Fantasía, Muscular, Movimiento, Temporal, Proporciones, Estético). Para ello, no es necesario que lo realicemos con algún estilo o formas especiales, sino simplemente, con caminar de modo natural.
En el Post Futuro EL CAMINAR Y LOS PUNTOS CARDINALES explicaremos cómo funcionan ambas categorías de los sentidos para orientarnos; todos ellos actúan y despliegan sus funciones con distinto grado de participación, de acuerdo a las diferentes solicitaciones e inclinaciones que desarrolla nuestro organismo cuando nos encontramos caminando.
En relación al sentido de la vista, los ejemplos que podemos utilizar son infinitos. En el Post CAMINANDO CON LOS COLORES. PARTE I, expresamos: “Cuando nuestros ojos observan los colores, existe una transmisión de impresiones al cerebro, el que a su vez las retransmite a los sentidos externos e internos, transformándose en conocimiento, entendimiento, sentimientos, sensaciones y emociones”. Podríamos afirmar que la mayor parte de estas percepciones no son conscientes, y de la misma manera, lo que captamos con el sentido de la vista, trabajando permanentemente, no lo racionalizamos en su mayor tiempo de operación, ni tampoco tomamos conciencia de sus funciones en todo momento. Cada persona recibe de diferente forma e intensidad estas impresiones que mandamos al cerebro, a través de los sentidos, y específicamente de la vista. “Cada color representa para nuestra percepción física-mental una distinta vibración para nuestros sentidos, tanto externos como internos. Aunque existe una relación biunívoca entre colores y sentimientos (emociones, percepciones e impresiones del tipo anímico), los efectos que generan –como ya se mencionó- pueden variar de una persona a otra”.
Seguramente el sentido externo que más trabaja, mientras caminamos, sea el sentido de la vista, y en segundo nivel sea el oído. Podemos afirmar que es a través de ambas facultades perceptivas que se transmite la información más importante al cerebro, cuando nos encontramos caminando. El cerebro se encarga de transmitir a su vez, las sensaciones y estímulos del exterior hacia el resto de los sistemas, órganos y glándulas del cuerpo, y también al resto de los sentidos, incluyendo a los internos, y quizás los más estimulados sean el de equilibrio y el de orientación, mientras nos encontramos caminando.
Ahora bien, el sentido de la vista está relacionado biunívocamente con el Sistema WALK-RWD, debido a que está fundamentado en el segundo principio del sistema WALK-RWD:
2º principio fundamental o Principio de Equilibrio Dinámico:
“El mantener al cuerpo en movimiento físico mediante la caminata, genera por sí mismo una vibración del cerebro, lo que provoca que éste entre en un desequilibrio y se lleven a cabo las funciones normales y se generen efectos, del tipo dinámico, sobre los diferentes sistemas, órganos y glándulas del cuerpo”.
Realicemos unos ejercicios con el objeto de evidenciar esto.
Durante los ejercicios de pre-calentamiento o algunos otros que desarrollamos dentro de una habitación, podemos siempre encender una lámpara para observar directamente su luz incandescente, que por lo general la rechazamos porque irrita nuestros ojos. Se debe crear un efecto de shock abriendo y cerrando los ojos, al observar la luminosidad de la lámpara, mientras realizamos los ejercicios de pre-calentamiento.
También, mientras caminemos al aire libre podemos ver de modo indirecto la luz del sol (Cuidado: Nunca observar la luz del sol directamente) abriendo y cerrando los ojos, de modo permanente y espaciado, durante algunos lapsos que perdure la caminata, con el propósito de crear un estado de shock sobre la vista, con los efectos de la luminosidad de los rayos del sol, cuidando no lastimar los ojos.
En ambos casos, al estimular el sentido de la vista provocaremos en el cerebro un incremento considerable en sus funciones.
Desarrollemos este proceso de igual manera pero sin caminar, manteniéndonos de pie, en un estado estático. Hagamos lo mismo, pero sentados.
Observaremos que el tipo de información que se genera hacia el cerebro y hacia otras partes de nuestro cuerpo, son distintos en las 3 opciones mencionadas.
Hemos explicado que el movimiento coordinado que se genera en la caminata provoca que el cerebro produzca varias substancias (Post EL SISTEMA WALK-RWD Y LA AUTO-PRODUCCIÓN DE SUBSTANCIAS ORGÁNICAS), mismas que estimulan a su vez, el desarrollo y funcionamiento pleno de las neuronas, aumentando considerablemente el número de las conexiones entre ellas y las áreas funcionales del propio cerebro (Post Futuro EL SISTEMA WALK-RWD Y LA AUTOGENERACIÓN NEURONAL DEL CEREBRO). También decíamos que el mismo caminar de modo coordinado genera que el cerebro busque “COMPENSAR” el desequilibrio físico o estado de alerta, lo que a su vez provoca una “desnivelación” en sus elementos químicos y en sus neurotransmisores (Post futuro ESTAR EN MOVIMIENTO PARA MOVER LAS NEURONAS).
Al adicionar una fuente más de desequilibrio y alerta al cerebro, como es la luz indirecta e inesperada en los ojos (distinta luminosidad), durante todo ese período de ejercitación, este buscará “estabilizarse”, dando instrucciones tanto a su propia unidad orgánica (circunvoluciones cerebrales y neurotransmisores), como a otros sistemas, glándulas y órganos, para restablecer nuevamente “su equilibrio”. Algunas partes vicariantes del cerebro tratarán de suplir la insuficiencia de algunas otras que se vean afectadas por la pérdida de ese “estado equilibrado y armónico” generado por las actividades desarrolladas, como es el leer o escribir o dibujar mientras caminamos y que se ha incrementado marginalmente mediante esa distinta y extraña luminosidad en nuestros ojos.
Pongámonos a caminar con los ojos abiertos y con los ojos cerrados (Post Futuro CAMINANDO CON LOS OJOS CERRADOS) y de este modo habremos de poner a trabajar a todos nuestros sentidos, tanto externos como internos.
Debo señalar como un adelanto a lo que analizaré en posts futuros (Posts LOS SENTIDOS INTERNOS Y EL SISTEMA WALK-RWD, y EL CAMINAR Y LOS SENTIDOS EXTERNOS E INTERNOS) otro de los beneficios que conlleva el Sistema WALK-RWD. Algunas enfermedades como la neurosis generan en el cerebro una gran sensibilidad en los sentidos; eso se dice y es cierto en cuanto a la repulsa que se genera en los cinco sentidos externos, que seguramente también en algunos de los internos, quizás en todos. La neurosis declarada en un individuo lo lleva a no soportar grados fuertes de los estímulos que hacen vibrar sus sentidos; es decir, por ejemplo, sus oídos no soportan un grado ligero de ruido o lo peor, llega un momento que no soportan oír música de ningún tipo como la clásica, la producida para relajarse, y menos la estruendosa. No soportan los olores de la comida, sea esta cualquiera. Y así por este estilo, sucede con la vista; cualquier luminosidad fuera de lo común, lastima sus ojos y no la soportan, por ello por las mañanas no deseamos levantarnos, entre otros malestares y sufrimientos. El Sistema WALK-RWD llevado a la práctica diariamente, de modo estructurado, logra desaparecer estas situaciones insoportables respecto a los sentidos externos de no soportar estímulos de ningún grado; el Sistema WALK-RWD transforma la inaceptabilidad de los sentidos hacia los estímulos normales y anormales del exterior.
No únicamente pongamos a funcionar y ejercitar a los ojos, sino al resto de los sentidos externos y así mismo a los internos (espirituales e intelectuales) como son la Fantasía, Imaginación, sentido Común, Memoria, Intuición, Percepción.