En el Post COMBATIENDO LOS MALOS HÁBITOS CON EL WALK-RWD, SOLUCIÓN A LA PROCRASTINACIÓN, presentamos un proceso de 3 fases para combatir casos de procrastinación y un caso concreto que sirve de modelo general para resolver prácticamente todas las situaciones de procrastinación que se generen como un hábito. El Sistema WALK-RWD nos facilita atender esa Necesidad Interior que genera el hábito de procrastinar, lo que a su vez permite romper con el Círculo Vicioso de los Hábitos Negativos, y concretamente el psico-dependiente de la Procrastinación.
Ahora, en el presente post utilizaremos un método para atender a la procrastinación como un efecto generado por problemas del tipo emocional; este método lo hemos llamado Autoliberación Emocional por Autosugestionabilidad (Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA).
Ya hemos señalado que la procrastinacón no es simplemente posponer una acción o actividad para el día siguiente, sino posponerla con dolor. Es decir, que si un compromiso con alguien o con nosotros mismos lo postergamos para otra ocasión y no nos causa ningún dolor, es porque sabemos que lo estamos aplazando de manera natural y que después lo llevaremos a efecto. La procrastinación es posponer las cosas a costo de un dolor porque no podemos emocionalmente hacerlas, aunque sabemos y queremos llevarlas a cabo. Ese dolor es emocional.
También hemos señalado que en esencia, la procrastinación no es una cuestión de ineficiencia, improductividad ni de rendimientos. En otras palabras, para solucionarla no es necesario aplicar algún programa o proyecto de gestión y administración de tiempos, o de aplicación de nuevas estrategias de control o supervisión de actividades productivas. El fondo y la esencia del problema de la procrastinación es el control y manejo adecuado de nuestras emociones.
En esencia, la procrastinación es un dolor emocional por no realizar las cosas que debemos hacer.
Así mismo hemos señalado, que la procrastinación tiene relación con los malos hábitos (hábitos negativos) y con las adicciones, y fundamentalmente con las actividades que no hacemos porque las posponemos indefinidamente debido a que nos representa muchísimo esfuerzo realizarlas.
No voy a repetir lo que en los anteriores posts he mencionado sobre este tema, sin embargo, específicamente subrayaré que es fundamental tener en mente que independientemente en qué área la coloquemos para su atención, invariablemente deberemos canalizar esfuerzos considerables para identificar la o las emociones nocivas (perjudiciales) que están influyendo negativamente al individuo para que posponga sus actividades.
Rápidamente, quisiera consignar las definiciones que dan sobre este vocablo para tener una claridad completa sobre este problema emocional.
Procrastinación, del latín procrastinare, que proviene de pro, adelante (del gr. pro: delante, antes, en lugar de, anterioridad o primacía en el espacio o en el tiempo), y crastinus, referente al tiempo a futuro, de cras: mañana). Es la postergación o posposición de una acción o actividad; es el hábito de retrasar la realización de actividades o circunstancias que se deberían atender en cierto lugar y en cierto momento, y que se difieren mediante el reemplazo de pretextos o dilaciones; es dejar de realizar una actividad para realizarla en otro momento o bajo circunstancias diferentes.
Procrastinación: Acción y resultado de retrasar o aplazar la realización de una actividad, acción o cosa.
Procrastinar: Dejar de realizar una actividad posponiéndola para más tarde u otro día, semana, mes o año.
Como ya hemos mencionado la procrastinación puede ser un síntoma de malos hábitos o de emociones negativas. En este post propondremos soluciones concretas a la procrastinación utilizando el sistema WALK-RWD para eliminar la procrastinación generada por emociones negativas.
Ya hemos comentado (Post LAS EMOCIONES Y EL SISTEMA WALK-RWD) que las emociones son reacciones del cuerpo, físico y mental, a estímulos procedentes del medio exterior que perturban su equilibrio, pudiendo ser agradables o desagradables. Sin excepción, cuando se manifiestan, repercuten en todas las partes del ser, en mayor o menor medida; pero algo muy significativo (importante) de ellas es que pueden transformarse en la causa de diversas enfermedades.
Las emociones se generan por un flujo de fuerza del tipo nervioso, fuera de lo normal. La estabilidad anímica del ser es rebasada por ese flujo desbordado.
Tanto las partes físicas como las mentales del organismo se perturban (alteran) y todo él empieza a tratar de restablecer su equilibrio nervioso perdido. Hasta aquí, lo mencionado se aplica a las emociones en general, a las de cualquier tipo; pero, como decíamos antes, las emociones pueden ser agradables, con el calificativo de positivas, y desagradables o negativas.
Las emociones desagradables o negativas, son: la tristeza, el aburrimiento, el pesimismo, la nostalgia, lo celos, el odio, la ira, miedo, terror, culpa, hastío, desilusión, desesperanza, decepción, desesperación, melancolía, pena, aflicción, abatimiento, desaliento, desánimo, apatía, añoranza, soledad, fastidio, disgusto, enojo, tedio, irritación, repugnancia, aversión, asco, hartura, desgano, indiferencia, indolencia, aborrecimiento, hostigamiento, enfadamiento, enojarse, encolerizarse, impaciencia, exasperación, indignación, ofensa, desagrado, frustración, angustia, etc.
Cualquiera de ellas puede ser el origen de una procrastinación.
Las distintas acepciones del vocablo –denominando a la procrastinación de distintos nombres- nos definen sobre lo que tendremos que afrontar, por lo que me voy a permitir profundizar un poco en los aspectos psicológicos que provocan en el ser humano este comportamiento, que se le llama de diferentes modos: desinterés, dejadez, desidia, indolencia, pereza, desánimo, inactividad, tedio, molicie, indiferencia, desaliento, negligencia, irresponsabilidad, holgazanería, apatía, desgano, abulia, desaliento, indecisión, pusilanimidad, cansancio, ociosidad, molicie, somnolencia, ocio, pereza, fastidio, incapacidad, postración, decaimiento, depresión, agobio, desesperanza, neurosis, tristeza, etc.; todas estas manifestaciones –con orígenes emocionales- conducen a la persona respectiva a la procrastinación. Desafortunadamente, todas estas formas, en mayor o menor grado, recaen en una procrastinación; pero no tenemos en la mayoría de los casos que luchar contra todas ellas, quizás una o dos. Algunas de ellas son actitudes de posposición o de retrasar que tienen una causa patológica, también obsesiva, de ansiedad o por alteración emocional.
Ya hemos mencionado algunas formas que se utilizan para señalar y designar a la procrastinación: “Son estados de ánimo pasajeros”; “Son estados emocionales negativos que coartan las actitudes positivas”; “La procrastinación es la suma de estados de ánimos de inseguridad, flojera, incapacidad, frustración y aburrimiento”; “La procrastinación es un estado de depresión y de ansieadad”; “Procrastinar es sinónimo de aversión a realizar una tarea”; “La procrastinación es el resultado del estrés”.
No obstante esta multitud de variantes en el comportamiento humano, que son verdades insoslayables, todas recaen en un problema emocional.
Partamos de que el individuo que procrastina debe conducirse hacia un mejor manejo de las emociones negativas. Y como hemos señalado en varias ocasiones, el problema mayúsculo que se presenta en el fenómeno de la Procrastinación es identificar la causa emocional por la cual se tiene la actitud de posponer todas las actividades, todo el tiempo, lo más que se pueda. Pero una vez identificada esa causalidad, la aplicación del procedimiento que hemos señalado, resulta más cómodo y efectivo (Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA).
Ahora bien, la procrastinación es un síntoma claro de un desarreglo emocional, no es el desarreglo en sí, sino la manifestación de que algo no nos funciona bien y que nos hace sentir mal, por ello respondemos de ese modo, es decir, no haciendo nada.
Debemos trabajar intensamente para localizar esa necesidad insatisfecha o ese malestar que traemos dentro.
Cuando se procrastina eventualmente, debemos comprender que la condición humana puede, como una respuesta saludable o normal, postergar la atención de cualquier actividad un tiempo perentorio, sin que por ello se califique de anormal. Sin embargo, cuando lo hacemos de manera repetida (manifestación crónica) significa probablemente la presencia de un síntoma de algún trastorno emocional o psicológico.
Independientemente de la emoción negativa que se manifieste es posible que el desarreglo psicológico sea de personalidad, depresión, inseguridad en sí mismo, trauma, pérdida de un ser querido, conductas irracionales, psicopatías irracionales, psicosis, angustia, neurosis, pánico y fobias, miedo al fracaso, ansiedad, sensaciones catastrofistas, estrés, miedo al ridículo, etc.
A continuación exponemos el método de autoliberación emocional mediante la autosugestionabilidad.
PASO 1. DETERMINACIÓN DE LA EMOCIÓN NEGATIVA.
Tengamos presente que el conocimiento de la emoción es el elemento psicológico que nos permite en sí iniciar la propia liberación.
PASO 2.-CONSTRUCCIÓN DE FRASES LIBERADORAS.
La construcción de una frase positiva es el recurso verbal racional más poderoso del método.
PASO 3.-CAMINAR. APLICACIÓN DEL SISTEMA WALK-RWD.
Caminar es el mecanismo estructural más efectivo y directo para hacerle llegar al inconsciente el mensaje verbal para el logro del autocontrol y liberarnos de la emoción negativa.
PASO 4.-PARTICIPACIÓN DEL INCONSCIENTE.
El inconsciente es el agente para realizar la sublimación sanadora.
Cada persona debe intentarlo por su propia cuenta siguiendo todo el procedimiento señalado en el Post AUTOLIBERACIÓN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS MEDIANTE LA SUGESTIONABILIDAD PROPIA.
Con este proceso dispongámonos a trabajar en nuestra propia procrastinación, y observemos que el método funciona efectivamente; teniendo siempre en mente que el caminar es un recurso que el genio de la lámpara, nuestro inconsciente individual, utiliza como “la obediencia (la atención) en el cumplimiento de un deseo” para eliminar todos nuestros males (Post futuro NO HAY NADA QUE UNA BUENA CAMINATA NO CORRIJA).