Cada libro que se elija es una buena motivación para caminar. Lo apasionante de este sistema es que, aparte que le está procurando una salud física, también existe la motivación por los temas que se elijan leer o bien, los textos que broten de su imaginación e individual poder creativo. Así que, la distancia y el tiempo que les destine no tienen límite, más que el que usted se imponga. No existen restricciones para ello, más que su propia resistencia física y mental.
1000. VIBRACIÓN MECANICISTA
Cotidianamente, cuando salgo a caminar, veo personas que se ejercitan también con la caminata, levantando las manos, formando círculos con los brazos, practicando respiraciones profundas, girando la cabeza, dando zancadas más largas, elevando los muslos, y muchas otras formas que desde luego generan la ejercitación de otros músculos del cuerpo; obviamente, nuestro sistema no se opone a esta incorporación de ejercicios, que los podemos realizar -previa consulta con un manual especializado- cuando hayamos dejado de leer y de escribir; pero lo que quiero señalar es que invariablemente estas personas le dedican menor tiempo que yo a sus caminatas, lo que me permite asegurarles que estas personas caminan alrededor de 30-40 por ciento del tiempo que yo le destino, y por ello me pregunto ¿será porque se cansan? ¿se aburren? Alguien respondería que es porque no tienen el tiempo que yo dispongo. No lo sé, pero lo que sí puedo asegurar es que yo nunca me fastidio en estas prácticas. La propia combinación de poder leer, escribir, dibujar y caminar, me genera un estado de entusiasmo que me mantiene con un elevado interés dando vueltas al parque, y desde luego, produciendo. Cuando me canso de leer, me pongo a escribir; cuando me canso de escribir o se me acaba la inspiración, me pongo a leer; y cuando me canso de leer y escribir, dibujo o continúo caminando y me pongo a contemplar el paisaje, observo a las aves volar o las escucho trinar; me pongo a meditar o a repasar las ideas que acabo de leer o escribir, pienso en lo que escribiré posteriormente, o bien, simplemente pongo mi mente en blanco. Pero nunca me aburro.
La generalidad de las veces tengo que suspender las tres actividades para continuar con otras más ordinarias, porque me doy cuenta que ya me excedí en el tiempo.