EL CAMINAR Y EL SONAMBULISMO

El único objetivo que se pretende en este post es manifestar la conexión relevante que tiene el sonambulismo con la actividad de caminar.

“Caminar dormido” es la forma de definir de un modo concreto al sonambulismo. Quizás esta sea la más llamativa de todas sus manifestaciones, pero no es la única. El sonámbulo es una persona que está dormido y que realiza algunas de las actividades cotidianas que el ser humano lleva a cabo estando despierto, como es el hablar, levantarse de la cama –manteniéndose parado o caminar-, sentarse, comer, vestirse, y algunas otras menos importantes.

El vocablo sonambulismo en su propia etimología -del fenómeno- lo define como “caminar dormido”: del latín somnus: acto de dormir; ambulare: caminar. En el idioma inglés también se le llama sleepwalking, donde se tienen esas mismas 2 raíces, sleep y walking.

Ahora bien ¿Cuáles son las posibles causas que generan el sonambulismo? Son muy diversas y algunas muy complejas, a saber:

  • Herencia genética
  • Alteraciones neurológicas
  • Deficiencias cerebrales, en cuanto a la inmadurez en su desarrollo físico.
  • Tratamientos medicinales
  • Altas temperaturas corporales generadas por alguna enfermedad
  • Irregularidad e inconstancia en el ciclo de dormir.
  • Variabilidad en los horarios de dormir, provocados por neuropatías y problemas psicológicos.
  • Hipocondrías
  • Histerias

Independientemente de su gran variedad, considero que tienen un elemento común, que es la participación de los estratos subconscientes de la mente, en su gestación. Estos se pueden diferenciar en la parte sana de la mente y en la insana.

La que aquí abordaremos es la de la parte sana, el inconsciente. Este sustrato de la mente es el que acumula todos los deseos o impulsos reprimidos –u olvidados- de la conciencia; es decir, apetitos naturales inhibidos por la propia conciencia que los ha retraído y no les ha permitido encausarse adecuadamente en el yo interior.

¿Por qué nos interesa este sustrato? Considero que el inconsciente, como parte de su labor, permanentemente está mandando mensajes a la conciencia para re-equilibrarla (Homeóstasis Psicológica) y al cuerpo para que se desarrolle plenamente (Homeostasis Orgánica o Corporal), y en nuestro tema, lo hace a través del sonambulismo: concretamente que debe caminar. Y ahí está la clave de todo: CAMINAR (Post EL SISTEMA WALK-RWD Y LA HOMEOSTASIS, EL SISTEMA WALK-RWD Y EL CENTRO DE LA KAABA, LOS MANDALA Y NUESTRO CAMINAR) .

Otra forma de observar estos mensajes del inconsciente es durante el día; es decir: ¿Qué sucede en el día cuando permanecemos despiertos? El inconsciente manda mensajes de diversas maneras. Por ejemplo: la lastimadura de un pie o de una pierna. El mensaje es en parte simbólico y se debe traducir que la persona no debe seguir por “ese camino” que se ha trazado. Se debe detener o modificar el trayecto del camino (cambio de dirección o de sentido), y por esa razón el inconsciente le ocasiona un tropiezo o una caída.

Continuemos en la descripción y observaciones (exploración, análisis) sobre el sonambulismo.

El dormir tiene varios niveles de intensidad; puede ser profundo, mediano o ligero.

El fenómeno del sonambulismo se da durante la fase del sueño profundo o delta. Esta fase es cuando el ser humano descansa verdaderamente ya que es cuando predomina la generación de las ondas delta y de ahí su nombre. Cuando estamos durmiendo en esta fase es muy difícil despertarnos y si lo hacemos nos sentimos confundidos y desorientados, que no sabemos dónde estamos. También algunos signos vitales bajan de nivel, como son el ritmo cardíaco y el respiratorio.

Así mismo, en esta fase profunda o de sueño delta, también se generan ciertas anomalías e irregularidades que se les ha denominado “trastornos del sueño” y el sonambulismo es uno de ellos. Dentro de este grupo se le ubica en el subgrupo de Parasomnias, siendo estos trastornos en los cuales el soñante se despierta durante breves lapsos, sin que pueda despertar completamente, es decir, se interrumpe el sueño pero no despierta la persona. Estos trastornos son caminar o hablar dormido, sufrir pesadillas, micción involuntaria o enuresis, respirar de modo anormal, padecer agitaciones o temblores, o roncar.

En cuanto al sonambulismo –como ya mencionamos- sus manifestaciones son diversas y todas se efectúan estando dormida la persona que lo padece; y podría decirse que son algunas actividades similares a las que se desarrollan cuando estamos despiertos: pasar de la posición de acostado a sentado sobre la cama, levantarse y colocarse en una posición erecta al lado de la cama, caminar en áreas contiguas a la cama, caminar en lugares más alejados de la habitación inclusive salir fuera de la casa, abrir los ojos manteniendo una mirada perdida, es decir, sin fijar la mirada en algo preciso, vestirse, comer, hablar, conducir un automóvil.

Ahora pasemos a analizar el aspecto que nos ocupa: el caminar.

La calificación de este fenómeno quizás se haya realizado atendiendo a que el caminar es la actividad que sobresale por ser la más llamativa y la contraria al mantenerse acostado, mientras se duerme.

En otras palabras: ¿Por qué el inconsciente ocasiona que el soñante se levante de la cama y lo ponga a caminar?

El ser humano utiliza una simbología interna para comunicarse consigo mismo, entre su inconsciente y su consciente.

De forma permanente, el inconsciente individual intenta comunicarse indefectiblemente con la conciencia por medio de diversos mecanismos simbólicos. (Post EL CAMINAR Y SU SIMBOLISMO).

La conciencia por su enorme fuerza obstaculiza esos mecanismos y la fluidez de los símbolos emanados del inconsciente. La misma estructura de la conciencia dificulta la comprensión de esos mensajes simbólicos. Aquí es donde debemos hacer énfasis que esa labor de traducir el lenguaje del inconsciente durante el proceso del fenómeno del sonambulismo se dificulta en términos generales para el ser humano.

El inconsciente invita al ser para caminar, y su práctica no solo solicita una satisfacción física, sino que implica el reclamo y la búsqueda de otros tipos de beneficios (psicológicos, emocionales, etc.) que únicamente nuestro inconsciente individual lo sabe.

Ya hemos mencionado también en el mismo post (Post EL CAMINAR Y SU SIMBOLISMO) que cada vez que nos disponemos a caminar, inconscientemente –de modo subliminal- nos estamos señalando que vamos a avanzar en cualquiera de los caminos que deseamos hacerlo, en el emocional, físico, intelectual, etc. y en cualquiera otra de las actitudes en las que deseamos fortalecernos, y desde luego, evolucionar. El caminar contiene dos formas de simbolismo por las que el ser humano se comunica. La parte de trasladarse físicamente de un lugar a otro, representa la metamorfosis del ser al desplazarse corporalmente de una circunstancia a otra, como si se estuviera transformando, al transitar sobre sus propios pies, de un estadio físico-sensitivo a otro, con diferentes sensibilidades, percepciones y manifestaciones corporales. Y la otra forma simbólica es el lenguaje del propio cuerpo; el estar en movimiento le permite a través de su lenguaje corporal, comunicar lo que nuestro ser físico (catarsis corporal o método mecanicista) pretende lograr a través de este movimiento del caminar; por un lado coadyuvar a la parte mental para liberarla de su estado emocional, lanzando mensajes a todas las partes del cuerpo y a los órganos funcionales, para mejorar el estado de ánimo y de salud; y por el otro, mediante esta práctica (conducta) mecánica que le permita la catarsis física de la sujeción e inmovilismo, que lo encadena, sofoca e imposibilita para desbocar sus necesidades de ejercicios (Post ESCUCHANDO A NUESTRO CUERPO MIENTRAS CAMINAMOS). El caminar es el mecanismo simbólico que tiene por significado el reconformar e integrar el carácter y la personalidad del individuo.

Una extensión a esto, se logra -en la época de la invención del automóvil- cuando el sonámbulo toma las llaves del vehículo y lo arranca, y en ciertas ocasiones sale a dar un paseo. Esto es una extrapolación analógica del viajar, que en el caso del sonambulismo podría también considerarse como la búsqueda de una experiencia renovadora, el inicio de un cambio que busca llegar a algún lugar; iniciadora de una metamorfosis para la trascendencia. Así, el individuo sonámbulo que logra conducir un automóvil busca liberarse (nuevas experiencias y descubrimientos, renunciación, expiación), buscando una experiencia de cambio, mediante un viaje utilizando el automóvil. Quizás el inconsciente lo esté conduciendo hacia el cambio sobre algunos elementos de su medio social o familiar. En términos generales, se genera el caminar dormido por un estado inconsciente de descontento con uno mismo y con ese medio que nos rodea.

Ya hemos mencionado que el simbolismo del caminar es la búsqueda de abstraerse del peso de los condicionamientos externos, es dejar fluir los pensamientos hacia el yo interior, es encontrarse consigo mismo.

Pongámonos a caminar y ayudemos a nuestro inconsciente. No le permitamos transformarnos en sonámbulos para hacernos caminar dormidos.

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