LEER

Podemos preguntarnos ¿Por qué y para qué leer? En la generalidad de las comunidades humanas que han tenido acceso históricamente a la lectura, siempre ha existido un porcentaje de personas que les gusta leer y que desean leer, que por cierto, ha sido un nivel bajo; así como también otro porcentaje que no pueden o no les gusta leer; este ha sido mucho más elevado.

Los propósitos que persiguen aquellos individuos que leen son muy variados, sin embargo, existe un grupo que lo hace para conocer cómo piensan o en qué piensan otras personas. Esta actividad se puede realizar sin la necesidad de generar una discusión o confrontación de ideas y sin la obligación de acudir a un recinto para poderles escuchar. Es verdaderamente sencillo llevar el pensamiento de un individuo a cualquier parte y poderlo escuchar en el momento que lo deseemos; llevando con nosotros el libro donde aquella persona vertió sus pensamientos; podemos abrirlo y cerrarlo en las ocasiones en que queramos escucharlo; aquellas ideas, discursos, experiencias, poemas, en fin, cualquier pensamiento que el autor hubo expuesto, descrito o referido en su obra.

Existe una serie de beneficios que se logra en estos casos de obtención de información, que podemos enumerar:

1.-Conocer el pensamiento de otros individuos, ya sea de épocas pasadas, muy remotas o contemporáneas al lector.

2.-Conocer la evolución que ha tenido una idea o concepto en el tiempo.

3.-Trasladarse a lugares lejanos visitados y descritos por el autor del libro.

4.-Conocer tramas de sucesos circunstanciales diferentes a las experimentadas por el propio lector, lo que le permite vivir vidas diferentes a la suya.

Y decenas de satisfacciones más.

Ahora bien ¿por qué un sector de una población necesita de este tipo de información? Existe una razón fundamental en las personas y es que requieren de  esas vivencias, de esa información. Ya sea consciente o inconscientemente el ser humano busca respuestas a su yo interior; es decir, la obra elegida es parte de la respuesta que andan buscando, pero realmente quieren que su interioridad les responda. En un grupo de personas que pertenecen a una misma cultura y con un nivel socioeconómico semejante, encontramos individuos que se inclinan por la lectura y otros no, y la razón esencial es que los primeros tienen la necesidad de conocerse mejor a sí mismos y los renuentes a la lectura prefieren vivir la vida sin cuestionar nada.